AUDIOLIBRO
EJERCICIOS
2. Tú que me creaste en la impecabilidad no puedes estar equivocado con respecto a lo que soy. 2Era yo quien estaba equivocado al pensar que había pecado, pero ahora acepto la Expiación para mí mismo. 3Padre, mi sueño termina ahora. 4Amén.
VII. No busques fuera de ti mismo
2. No hay nadie que venga aquí que no abrigue alguna esperanza, alguna ilusión persistente o algún sueño de que hay algo fuera de sí mismo que le puede brindar paz y felicidad. 2Si todo se encuentra en él, eso no puede ser verdad. 3Y así, al venir a este mundo, niega su propia verdad y se dedica a buscar algo que sea más que lo que lo es todo, como si una parte de ese todo estuviese separada y se encontrase donde el resto no está. 4Éste es el propósito que le confiere al cuerpo: que busque lo que a él le falta y que le provea de lo que le restauraría su plenitud. 5Y así, vaga sin rumbo, creyendo ser lo que no es, en busca de algo que no puede encontrar.
3. Ésta persistente ilusión le impulsará a buscar miles de ídolos, y más allá de éstos, mil más. 2Y todos le fallarán, excepto uno: pues morirá y no sé dará cuenta de que el ídolo que buscaba era su muerte. 3La forma en que este ídolo se manifiesta parece ser algo externo a él. 4No obstante, su intención es destruir al Hijo de Dios que se encuentra en su interior, y así probar que logró vencerlo. 5Éste es el propósito de todo ídolo, pues ése es el papel que se le asignó, y ése es el papel que no puede cumplir.
4. Siempre que tratas de alcanzar un objetivo en el que el mejoramiento del cuerpo es el beneficiario principal, estás buscando la muerte. 2Pues crees que puedes experimentar insuficiencia, y la insuficiencia es muerte. 3Sacrificarse es renunciar a algo, y, consecuentemente, estar privado de ello y haber sufrido una pérdida. 4Y mediante esta renuncia se renuncia a la vida. 5No busques fuera de ti mismo. 6Esa búsqueda implica que te falta plenitud interna y que temes contemplar tu ruina, por lo que prefieres buscar lo que eres fuera de ti mismo.
5. Los ídolos no pueden sino desmoronarse porque no tienen vida, y lo que no tiene vida es un signo de muerte. 2Viniste a morir, por lo tanto, ¿qué puedes esperar, sino percibir los signos de la muerte que buscas? 3Ni la tristeza ni el sufrimiento proclaman otro mensaje que el de haber hallado un ídolo que representa una parodia de la vida, el cual, al no tener vida, es realmente la muerte, a la cual se considera real y se le da forma viviente. 4No obstante, no hay ídolo que no haya de fracasar, desmoronarse y desintegrarse porque ninguna forma de muerte puede ser vida y lo que se sacrifica no puede ser íntegro.
6. Todos los ídolos de este mundo fueron concebidos para impedirte conocer la verdad que se encuentra en tu interior y para que le fueses leal al sueño de que para ser íntegro y feliz tienes que encontrar lo que se encuentra fuera de ti mismo. 2Es inútil rendirle culto a los ídolos y esperar hallar paz. 3Dios mora en tu interior, y tu plenitud reside en Él. 4Ningún ídolo puede ocupar Su lugar. 5No recurras a ídolos. 6No busques fuera de ti mismo.
7. Olvidémonos del propósito que el pasado le ha conferido al mundo. 2Pues, de otra manera, el futuro será como el pasado: una serie de sueños deprimentes, en los que todos los ídolos te irán fallando uno tras otro, y donde verás muerte y desengaño por doquier.
8. Para cambiar todo esto, y abrir un camino de esperanza y liberación en lo que aparenta ser un círculo interminable de desesperación, necesitas tan sólo aceptar que no sabes cuál es el propósito del mundo. 2Le adjudicas objetivos que no tiene, y de esta forma, decides cuál es su propósito. 3Procuras ver en él un lugar de ídolos que se encuentran fuera de ti, capaces de completar lo que está adentro dividiendo lo que eres entre lo que está afuera y lo que está adentro. 4Tú eliges los sueños que tienes, pues son la representación de tus deseos, aunque se perciben como si viniesen de afuera. 5Tus ídolos hacen lo que tú quieres, y tienen el poder que les adjudicas. 6Y los persigues fútilmente en el sueño porque deseas adueñarte de su poder.
9. No obstante, ¿dónde tienen lugar los sueños, sino en una mente dormida? 2¿Y podría acaso un sueño hacer que la imagen que proyecta fuera de sí mismo fuese real? 3Ahorra tiempo, hermano mío, aprendiendo para qué es el tiempo. 4Y haz que el final de los ídolos venga cuanto antes a un mundo entristecido y enfermo como consecuencia de los ídolos que se ven en él. 5Tu santa mente es el altar a Dios, y donde Él está no puede haber ídolos. 6El temor a Dios no es el miedo de perder tu realidad 7sino el miedo de perder tus ídolos. 8No obstante, has hecho de tu realidad un ídolo, y ahora lo tienes que proteger contra la luz de la verdad. 9Y todo el mundo se convierte en el medio para poder salvar a ese ídolo. 10De esta manera, la salvación parece amenazar la vida y ofrecer la muerte.
10. Mas no es así. 2La salvación trata de probar que la muerte no existe y que lo único que existe es la vida. 3Sacrificar la muerte no supone pérdida alguna. 4Un ídolo no puede ocupar el lugar de Dios. 5Deja que Él te recuerde Su Amor por ti, y no trates de ahogar Su Voz con los cantos de profunda desesperación que les ofreces a los ídolos de ti mismo. 6No busques esperanzas más allá de tu Padre. 7Pues la esperanza de felicidad no es la desesperación.
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