2Hoy descanso en Dios y dejo que Él obre en mí y a través de mí, mientras descanso en Él en silencio y con absoluta certeza.
2. (110) Soy tal como Dios me creó.
2Soy el Hijo de Dios.
3Hoy dejo a un lado todas las enfermizas ilusiones que albergo acerca de mí mismo y dejo que mi Padre me diga quién soy.
3. A la hora en punto:
4Descanso en Dios.
3Media hora más tarde:
4Soy tal como Dios me creó.
TEXTO
Capítulo 12
El PROGRAMA DE ESTUDIOS DEL ESPÍRITU SANTO
El juicio del Espíritu Santo
1. Se te ha dicho que no le otorgues realidad al error, y la manera de hacer esto es muy simple. 2Si deseas creer en el error, tienes que otorgarle realidad porque el error en sí no es real. 3Mas la verdad es real por derecho propio, y para creer en ella no tienes que hacer nada. 4Comprende que no reaccionas a nada directamente, sino a tu propia interpretación de ello. 5Tu interpretación, por lo tanto, se convierte en la justificación de tus reacciones. 6Por eso es por lo que analizar los motivos de otros es peligroso. 7Si
decides que alguien está realmente tratando de atacarte, abandonarte o
esclavizarte, reaccionarás como si realmente lo hubiese hecho, al
haberle otorgado realidad a su error. 8Interpretar el error es conferirle poder, y una vez que haces eso pasas por alto la verdad.
2. Analizar los motivos del ego es algo muy complicado, muy confuso y nunca se hace sin la participación de tu propio ego. 2Todo el proceso no es sino un intento inequívoco de demostrar que tienes la capacidad de comprender lo que percibes. 3Esto lo prueba el hecho de que reaccionas ante tus interpretaciones como si fuesen correctas. 4Puedes entonces controlar tus reacciones en lo que respecta a tu comportamiento, pero no en lo que respecta a tus emociones. 5Esto obviamente divide o ataca la integridad de tu mente, poniendo a uno de sus niveles contra otro.
3. Sólo hay una forma sensata de interpretar motivos. 2Y por tratarse del juicio del Espíritu Santo, no requiere esfuerzo alguno por tu parte. 3Todo pensamiento amoroso es verdadero. 4Todo lo demás es una petición de ayuda y de curación, sea cual sea la forma que adopte. 5¿Cómo puede estar justificado reaccionar con ira ante la súplica de un hermano? 6Ninguna reacción podría ser apropiada, excepto estar dispuesto a ayudarle, pues eso, y sólo eso, es lo que está pidiendo. 7Ofrécele cualquier otra cosa, y te estarás arrogando el derecho de atacar su realidad al interpretarla como mejor te parezca. 8Tal vez no esté completamente claro para ti el peligro que esto supone para tu propia mente. 9Si crees que una petición de ayuda es otra cosa, reaccionarás ante esa otra cosa. 10Tu reacción, por lo tanto, será inadecuada a la realidad tal como ésta es, pero no a la percepción que tú tienes de ella.
4.
No hay nada que te impida reconocer todas las peticiones de ayuda
exactamente como lo que son, excepto tu necesidad imaginaria de atacar. 2Esta
necesidad es lo único que hace que estés dispuesto a entablar
interminables "batallas" contra la realidad, en las que niegas que la
necesidad de curación sea real haciéndola irreal. 3No harías eso si no fuese por el hecho de que no estás dispuesto a aceptar la realidad tal como es, y, por consiguiente, te privas de ella.
5. Decirte que no juzgues lo que no entiendes es ciertamente un buen consejo. 2Nadie
que sea parte interesada puede ser un testigo imparcial porque la
verdad se habrá convertido para él en lo que él quiere que sea. 3Si
no estás dispuesto a percibir una petición de ayuda como lo que es, es
porque no estás dispuesto a prestar ayuda ni a recibirla. 4Dejar de reconocer una petición de ayuda es negarse a recibir ayuda. 5¿Mantendríasque no la necesitas? 6Sin embargo, eso es lo que mantienes cuando te niegas a reconocer la súplica de un hermano, pues sólo respondiendo a su súplica puedes ser tú ayudado. 7Niégate a ayudarle, y no podrás reconocer la Respuesta que Dios te dio a ti. 8El Espíritu Santo no necesita tu ayuda para interpretar motivos pero es indudable que tú necesitas la Suya.
6. La única reacción apropiada hacia un hermano es apreciarlo. 2Debes estarle agradecido tanto por sus pensamientos de amor como por sus peticiones de ayuda, pues ambas cosas, si las percibes correctamente, son capaces de traer amor a tu conciencia: 3Toda sensación de esfuerzo procede de tus intentos de no hacer simplemente eso. 4¡Cuán simple es, entonces, el plan de Dios para la salvación! 5No hay sino una sola manera de reaccionar ante la realidad porque la realidad no suscita conflicto alguno. 6No hay sino un solo Maestro de la realidad, el Cual entiende lo que ésta es. 7Este Maestro no cambia de parecer con respecto a la realidad porque la realidad no cambia. 8Sibien tus interpretaciones de la realidad no tienen sentido en tu estado dividido, las Suyas son por siempre fieles a la verdad. 9Él te las da porque son para ti. 10No intentes "ayudar" a un hermano a tu manera, pues no puedes ayudarte a ti mismo. 11Mas oye sus ruegos que claman por la Ayuda de Dios, y reconocerás de este modo la necesidad que tú mismo tienes del Padre.
7. Las interpretaciones que haces de las necesidades de tu hermano son las interpretaciones que haces de las tuyas propias. 2Al prestar ayuda la estás pidiendo, y si percibes tan sólo una necesidad en ti serás sanado. 3Pues reconocerás la Respuesta de Dios tal como deseas que éstasea, y si de verdad la deseas, ciertamente será tuya. 4Cada súplica a la que respondes en el Nombre de Cristo acerca más a tu conciencia el recuerdo del Padre. 5En interés de tu propia necesidad, pues, oye toda petición de ayuda como lo que es, para que Dios pueda responderte a ti.
8. Al aplicar cada vez más la interpretación del Espíritu Santo a las reacciones de otros, irás cobrando mayor conciencia de que Su criterio es igualmente aplicable a las tuyas. 2Pues
reconocer el miedo no es suficiente para poder escaparse de él, aunque
sí es necesario para demostrar la necesidad de escapar. 3El Espíritu Santo tiene aún que transformar el miedo en verdad. 4Si se te dejase con el miedo, una vez que lo hubieses reconocido, habrías dado un paso que te alejaría de la realidad en vez de acercarte a ella. 5No obstante, hemos señalado repetidamente la necesidad de reconocer el miedo yde confrontarlo cara a cara como un paso crucial en el proceso .de desvanecer al ego. 6Considera entonces lo mucho que te va a servir la interpretación que hace el Espíritu Santo de los motivos de los demás. 7Al
haberte enseñado a aceptar únicamente los pensamientos de amor de otros
y a considerar todo lo demás como una petición de ayuda, te ha
enseñado que el miedo en sí es una petición de ayuda. 8Esto es lo que realmente quiere decir reconocer el miedo. 9Si tú no lo proteges, el Espíritu Santo lo re-interpretará. 10En esto radica el valor principal de Aprender a percibir el ataque como una petición de amor. 11Ya hemos aprendido que el miedo y el ataque están inevitablemente interrelacionados. 12Si el ataque es lo único
que da miedo, y consideras al ataque como la petición de ayuda que
realmente es, te darás cuenta de la irrealidad del miedo. 13Pues el miedo, es una súplica de amor, en la que se reconoce inconscientemente lo que ha sido negado.
9. El miedo es un síntoma de tu profunda sensación de pérdida. 2Si al percibirlo en otros aprendes a subsanar esa sensación de pérdida, se elimina la causa básica del miedo. 3De esa manera, te enseñas a ti mismo que no hay miedo en ti. 4Los medios para erradicarlo se encuentran enti, y has demostrado esto al dárselos a otros. 5El miedo y el amor son las únicas emociones que eres capaz de experimentar. 6Una es falsa, pues procede de la negación, y la negación depende, para poder existir, de que se crea en lo que se ha negado. 7Al
interpretar correctamente el miedo como una afirmación categórica de la
creencia subyacente que enmascara, estás socavando la utilidad que le
has atribuido al hacer que sea inútil. 8Las defensas que son inservibles se abandonan automáticamente. 9Si haces que lo que el miedo oculta pase a ocupar una posición inequívocamente preeminente, el miedo deja de ser relevante. 10Habrás negado que puede ocultar al amor, lo cual era su único propósito. 11El velo que habías puesto sobre la faz del amor habrá desaparecido.
10. Si deseas contemplar el amor, que es la realidad del mundo, ¿qué mejor cosa podrías hacer que reconocer en toda defensa contra él la súplica de amor subyacente? 2¿Y dequé mejor manera podrías darte cuenta de su realidad que respondiendo a esa súplica dando amor? 3La
interpretación que el Espíritu Santo hace del miedo ciertamente lo
desvanece, pues la conciencia de la verdad no se puede negar. 4De esta manera el Espíritu Santo reemplaza al miedo por el amor y transforma el error en verdad. 5Y de esta manera aprenderás de Él cómo reemplazar tu sueño de separación por el hecho innegable de la unidad. 6Pues la separación no es otra cosa que la negación de la unión, ysi se interpreta correctamente, da testimonio de tu eterno conocimiento de que la unión es verdad.
1. (107) La verdad corregirá todos los errores de mi mente.
2Me equivoco al pensar que hay algo que pueda hacerme daño.
3Soy el Hijo de Dios, Cuyo Ser descansa a salvo en la Mente de Dios.
2. (108) Dar y recibir son en verdad lo mismo.
2Hoy lo perdonaré todo, para así poder aprender a aceptar la verdad acerca de mí, y llegar a reconocer mi impecabilidad.
3. A la hora en punto:
2La verdad corregirá todos los errores de mi mente.
3Media hora más tarde:
4Dar y recibir son en verdad lo mismo.
TEXTO
8. Hermosa criatura de Dios, estás pidiendo solamente lo que te prometí. 2¿Crees que yo te iba a engañar? 3El Reino de los Cielos está dentro de ti. 4Ten fe en que la verdad está en mí porque yo sé que está en ti. 5Los Hijos de Dios no tienen nada que no compartan. 6Pídele la verdad a cualquier Hijo de Dios, y me la habrás pedido a mí. 7Cada uno de nosotros tiene dentro de sí la respuesta para poder dársela a cualquiera que la pida.
9. Pídele cualquier cosa al Hijo de Dios y su Padre te lo concederá, pues Cristo no se engaña con respecto a Su Padre, ni Su Padre se engaña con respecto a Cristo. 2No
te engañes, pues, con respecto a tu hermano, y considera sus
pensamientos amorosos como lo único que constituye su realidad, pues al
negar que su mente esté dividida sanarás la tuya. 3Acéptalo como su Padre lo acepta y cúrale en Cristo, pues Cristo es su curación así como la tuya. 4Cristo
es el Hijo de Dios que no está en modo alguno separado de Su Padre y
cuyos pensamientos son tan amorosos como el Pensamiento de Su Padre,
mediante el cual fue creado. 5No te engañes con respecto al Hijo de Dios, pues, si lo haces, no podrás sino engañarte inevitablemente con respecto a ti mismo. 6Y al engañarte con respecto a ti mismo te engañarás con respecto a tu Padre, para Quien cualquier engaño es imposible.
10. En el mundo real no hay enfermedades, pues en él no hay separación ni división. 2En
él sólo se reconocen los pensamientos amorosos, puesto que todo el
mundo dispone de tu ayuda, la Ayuda de Dios va contigo a todas partes. 3A medida que, por el hecho de pedir esta Ayuda estés dispuesto a aceptarla, la ofrecerás porque la desearás. 4Nada estará fuera del alcance de tu poder sanador porque nada que pidas te será negado. 5¿Qué problema puede haber que no desaparezca en presencia de la Respuesta de Dios? 6Pide,
entonces, conocer la realidad de tu hermano porque eso es lo que
percibirás en él, y en su belleza verás reflejada la tuya.
11. No
aceptes la percepción variable que tu hermano tiene de sí mismo, pues
su mente dividida es la tuya, y no aceptarás tu propia curación sin la
suya. 2Compartís el mundo real de la misma manera en que compartís el Cielo, y la curación de tu hermano es tu curación. 3Amarte a ti mismo es curarte a ti mismo, y no puedes percibir una parte de ti mismo como enferma y lograr tu objetivo. 4Hermano mío, sanamos juntos al vivir juntos y al amar juntos. 5No te engañes con respecto al Hijo de Dios, pues él es uno consigo mismo, y uno con su Padre. 6Ama a aquel a quien su Padre ama, y te darás cuenta del Amor que tu Padre te profesa.
12. Si
percibes que un hermano te ha ofendido arranca la ofensa de tu mente,
pues es Cristo el que te ofende y estás engañado con respecto a Él. 2 Sana en Cristo y no te sientas ofendido por Él, pues la ofensa no tiene cabida en Él. 3Si lo que percibes te ofende, te ofendes a ti mismo y condenas al Hijo de Dios a quien Dios no condena. 4Deja
que el Espíritu Santo elimine todas las ofensas que el Hijo de Dios
comete contra sí mismo y no percibas a nadie si no es a través de Su
consejo, pues Él quiere salvarte de toda condenación. 5Acepta
Su poder sanador y extiéndelo a todos los que Él te envíe, pues Su
Voluntad es sanar al Hijo de Dios, con respecto al cual Él no se engaña.
13. Los niños perciben fantasmas, monstruos y dragones espantosos y se aterran. 2Mas
si preguntan a alguien en quien confían cuál es el significado de lo
que perciben, y están dispuestos a abandonar sus propias
interpretaciones en favor de la realidad, su miedo desaparece junto con
ellas. 3Cuando se ayuda a un niño a que se dé cuenta de que lo que
pensaba que era un fantasma es en realidad una cortina, el "monstruo"
una sombra y el "dragón" un sueño, deja entonces de tener miedo y se
ríe felizmente de su propio miedo.
14. Hijo mío, tienes miedo de tus hermanos, de tu Padre y de ti mismo. 2Pero estás simplemente engañado con respecto a ellos y con respecto a ti mismo. 3Pregúntale
al Maestro de la realidad lo que son ellos y lo que eres tú, y al
escuchar Su respuesta, tú también te reirás de tus miedos y los
reemplazarás con la paz. 4Pues el miedo no se encuentra en la realidad, sino en las mentes de aquellos niños que no entienden la realidad. 5Es únicamente su falta de entendimiento lo que les asusta, y cuando aprenden a percibir correctamente dejan de tener miedo. 6Y así, cuando vuelvan a tener miedo preguntarán de nuevo cuál es la verdad. 7No es la realidad de tus hermanos, ni la de tu Padre ni la tuya lo que te asusta. 8No sabes lo que son y debido a ello los percibes a ellos y a ti mismo como fantasmas, monstruos y dragones. 9Pregúntale cuál es su realidad a Aquel que la conoce, y Él te dirá lo que ellos son. 10Pues
tú no entiendes lo que ellos son, y, puesto que estás engañado con
respecto a lo que ves, necesitas la realidad para poder desvanecer tus
miedos.
15. ¿No intercambiarías tus miedos por la verdad, teniendo en cuenta que puedes lograrlo sólo con pedirlo? 2Pues si Dios no está engañado con respecto a ti, únicamente tú puedes estar engañado con respecto a ti mismo. 3Puedes,
no obstante, aprender del Espíritu Santo cuál es la verdad acerca de
ti, y Él te enseñará que, al ser tú parte de Dios, el engaño no tiene
cabida en ti. 4Cuando te percibas a ti mismo sin engaño alguno, aceptarás el mundo real en lugar del mundo falso que fabricaste. 5Y entonces tu Padre descenderá hasta ti y dará el último paso por ti, elevándote hasta Él.
1. (101) La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad.
2La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad.
3Lo único que me puede hacer sufrir es la creencia de que hay otra voluntad aparte de la Suya.
2. (102) Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz.
2Comparto lo que la Voluntad de mi Padre dispone para mí, Su Hijo.
3Lo que Él me ha dado es lo único que quiero.
4Lo que Él me ha dado es lo único que existe.
3. A la hora en punto:
2La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad.
3Media hora más tarde:
4Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz.
TEXTO
VII. La condición de la realidad
1. El mundo que tú percibes no pudo haber sido creado por el Padre, pues el mundo no es tal como tú lo ves. 2Dios creó únicamente lo eterno, y todo lo que tú ves es perecedero. 3Por lo tanto, tiene que haber otro mundo que no estás viendo. 4La Biblia habla
de un nuevo Cielo y de una nueva tierra, mas esto no puede ser cierto
en un sentido literal, pues lo que es eterno no puede volver a ser
creado. 5Percibir de manera diferente es sencillamente
percibir de nuevo, lo cual implica que antes, o en el ínterin, no
estabas percibiendo en absoluto. 6¿Cuál es entonces el mundo que le espera a tu percepción cuando finalmente lo veas?
2. Todo pensamiento amoroso que el Hijo de Dios jamás haya tenido es eterno. 2Los pensamientos amorosos que su mente percibe en este mundo constituyen la única realidad de éste. 3 Siguen siendo percepciones porque él todavía cree estar separado. 4Mas son eternos porque son amorosos. 5Y al ser amorosos son semejantes al Padre, y, por lo tanto, no pueden morir. 6El mundo real ciertamente se puede percibir. 7Lo único que ello requiere es que estés dispuesto a no percibir nada más. 8Pues
si percibes tanto el bien como el mal, estarás aceptando lo falso y lo
verdadero, y no estarás distinguiendo claramente entre ellos.
3. El ego tal vez vea algo bueno, pero nunca ve sólo lo bueno. 2Esa es la razón de que suspercepciones sean tan variables. 3No rechaza la bondad por completo, pues eso sería inaceptable para ti. 4Pero siempre añade a lo real algo que no es real, confundiendo así la ilusión con la realidad. 5Pues las percepciones no pueden ser parcialmente verdaderas. 6Si crees tanto en la verdad como en la ilusión, no podrás saber cuál de ellas es cierta. 7Para
establecer tu propia autonomía trataste de crear de manera diferente
de como crea tu Padre, creyendo que lo que hiciste podía ser distinto
de Él. 8No obstante, todo lo que es verdad es como Él. 9Percibir únicamente el mundo real te conducirá al Cielo real, ya que te capacitará para comprenderlo.
4. Percibir
la bondad no es conocimiento, mas negar lo opuesto a la bondad te
permite reconocer una condición en la que los opuestos no existen. 2Yésta es la condición del conocimiento. 3Sin esta conciencia no habrás satisfecho sus condiciones, y hasta que no lo hagas no sabrás que ya dispones de él. 4Has concebido muchas ideas que has interpuesto entre tu Creador y tú, y estas creencias constituyen el mundo que percibes. 5La verdad no está ausente aquí, pero está velada. 6No
sabes cuál es la diferencia entre lo que tú has fabricado y lo que
Dios creó, y de este modo no sabes cuál es la diferencia entre lo que
tú has fabricado y lo que tú has creado. 7Creer que puedes percibir el mundo real es creer que puedes conocerte a ti mismo. 8Puedes conocer a Dios porque Su Voluntad es que se le conozca. 9De
todo lo que has fabricado, el mundo real es lo único que el Espíritu
Santo ha conservado para ti, y la salvación consiste en percibir
únicamente eso, ya que es el reconocimiento de que la realidad es
únicamente lo que es verdad.
VIII. El problema y la respuesta
1. Este curso es muy simple. 2Quizá pienses que no necesitas un curso que, en última instancia, enseña que sólo la realidad es verdad. 3Pero ¿crees realmente esto? 4Cuando percibas el mundo real, reconocerás que no lo creías. 5Mas
la rapidez con la que tu nueva y única percepción real se convertirá
en conocimiento no te dejará más que un instante en el que darte cuenta
de que solamente, eso es verdad. 6Y luego todo lo que inventaste pasará al olvido, lo bueno y lo malo, lo falso y lo verdadero. 7Pues cuando el Cielo y la tierra se vuelvan uno dejarás de ver incluso el mundo real. 8El mundo no acabará destruido, sino que se convertirá en el Cielo. 9Lo que constituye la reinterpretación del mundo es la transformación de toda percepción en conocimiento.
2. La Biblia os dice que os volváis como niños. 2Los niños reconocen que no entienden lo que perciben, y, por lo tanto, preguntan cuál es su significado. 3No cometas la equivocación de creer que entiendes lo que percibes, pues su significado se te escapa. 4Mas
el Espíritu Santo ha preservado su significado para ti, y si tú le
permites que lo interprete, Él te devolverá lo que tú despreciaste. 5Sin embargo, mientras creas que sabes cuál es el significado de lo que percibes, no verás la necesidad de preguntárselo a Él.
3. No sabes cuál es el significado de nada de lo que percibes. 2Ni uno solo de los pensamientos que albergas es completamente verdadero. 3Reconocer esto sienta las bases para un buen comienzo. 4No es que estés desencaminado, es que no has aceptado ningún guía. 5De lo que más necesidad tienes es de aprender a percibir, pues no entiendes nada. 6Reconoce esto, pero no lo aceptes, pues el entendimiento es tu herencia. 7Las percepciones son algo que se aprende, y ya dispones de un Maestro. 8Mas
para estar dispuesto a aprender de Él tienes que estar dispuesto a
poner en duda todo lo que aprendiste por tu cuenta, pues tú que no te
enseñaste a ti mismo bien no deberías ser tu propio maestro.
4. Solamente tú puedes privarte a ti mismo de la verdad. 2Dios, no obstante, no te negará la Respuesta que Él dio. 3Pide, pues, lo que es tuyo, lo cual no es obra tuya, y no te defiendas contra la verdad. 4Tú ocasionaste el problema que Dios ha resuelto. 5Por lo tanto, hazte únicamente esta simple pregunta:
6¿ Deseo el problema o la solución?
7Decídete por a solución y la tendrás, pues la verás como es y, que ya dispones de ella.
5. Tal vez te quejes de que este curso no es lo suficientemente específico como para poderlo entender y aplicar. 2Mas tal vez no hayas hecho lo que específicamente propugna. 3Éste no es un curso de especulación teórica, sino de aplicación práctica. 4Nada podría ser más específico que el que le digan a uno que si pide recibirá. 5El Espíritu Santo te dará la respuesta para cada problema específico mientras creas que los problemas son específicos. 6Su respuesta es a la vez una y muchas mientras sigas creyendo que el que es Uno es muchos 7Puede que tengas miedo de Su especificidad por temor a lo que crees que ésta pueda exigirte. 8Mas es únicamente pidiendo como aprenderás que lo que procede de Dios no te exige nada en absoluto. 9Dios sólo da, nunca quita. 10Cuando te niegas a pedir, es porque crees que pedir equivale a quitar en vez de a compartir.
6. El Espíritu Santo te dará sólo lo que es tuyo, sin pedirte nada a cambio. 2Pues lo que es tuyo es todo lo que existe, y lo compartes con Dios. 3Ésa es su realidad. 4¿Podría
el Espíritu Santo, que sólo dispone restituir, ser capaz de
interpretar incorrectamente la pregunta que necesitas hacer para darte
cuenta de Su respuesta? 5Has oído la respuesta, pero no has comprendido bien la pregunta. 6Crees que pedirle consejo al Espíritu Santo es pedir que se te prive de algo.
7. Criatura de Dios, no entiendes a tu Padre. 2Crees en un mundo que arrebata porque crees que arrebatando puedes obtener lo que quieres. 3Y esa percepción te ha costado perder de vista el mundo real. 4Tienes miedo del mundo tal como lo ves, pero el mundo real sigue siendo tuyo sólo con que lo pidas. 5No te lo niegues a ti mismo, pues únicamente puede liberarte. 6Nada que proceda de Dios puede esclavizar a Su Hijo, a quien Él creó libre y cuya libertad está al amparo de Su Ser. 7Bienaventurado
tú que estás dispuesto a pedirle la verdad a Dios sin miedo, pues sólo
así podrás aprender que Su respuesta es la liberación del miedo.
2Mi función aquí es perdonar al mundo por todos los errores que yo he cometido. 3Pues así me libero de ellos junto con él.
2. (100) Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial.
2Soy esencial en el plan de Dios para la salvación del mundo.
3Pues Él me dio Su plan para que yo salvara al mundo.
3. A la hora en punto:
2La salvación es mi única función aquí.
3Media hora más tarde:
4Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial.
TEXTO
VI. El despertar a laredención
1. Es imposible no creer en lo que ves, pero es igualmente imposible ver lo que no crees. 2La percepción se construye sobre la base de la experiencia, y la experiencia conduce a las creencias. 3La percepción no se estabiliza hasta que las creencias se cimientan. 4De hecho, pues, lo que ves es lo que crees. 5Eso es lo que quise decir con: "Dichosos los que sin ver creyeron", pues aquellos que creen en la resurrección la verán. 6La resurrección es el triunfo definitivo de Cristo sobre el ego, no atacándolo sino transcendiéndolo. 7Pues Cristo ciertamente se eleva por encima del ego y de todas sus "obras"; y asciende hasta el Padre y Su Reino.
2. ¿Qué prefieres, unirte a la resurrección o a la crucifixión? 2¿Condenar a tus hermanos o liberarlos? 3¿Te gustaría trascender tu prisión y ascender hasta el Padre? 4Estas preguntas son todas la misma y se contestan al unísono. 5Ha habido mucha confusión con respecto a lo que significa la percepción, debido a que la palabra se usa con el significado de "conciencia" y también con el de "interpretación de la conciencia". 6No obstante, no puedes ser consciente sin interpretar, pues lo que percibes es tu propia interpretación.
3. Este curso es muy claro. 2Si no lo ves así, es porque estás haciendo interpretaciones contra él, y, por lo tanto, no crees lo que dice. 3Y puesto que lo que crees determina tu percepción, no percibes el significado del curso y, consecuentemente, no lo aceptas. 4Con todo, diferentes experiencias conducen a diferentes creencias, y a través de éstas, a diferentes percepciones. 5Pues las percepciones se aprenden mediante creencias, y la experiencia ciertamente enseña. 6Te estoy conduciendo a una nueva clase de experiencia quecada vez estarás menos dispuesto a negar: 7Aprender de Cristo es fácil, pues percibir con Él no entraña ningún esfuerzo. 8Sus percepciones son tu conciencia natural, y lo único que te fatiga son las distorsiones que introduces en ésta. 9Deja
que sea el Cristo en ti Quien interprete por ti, y no trates de
limitar lo que ves con creencias pueriles indignas del Hijo de Dios. 10Pues hasta que Cristo no sea aceptado completamente, el Hijo de Dios se considerará a sí mismo huérfano.
4. Yo soy tu resurrección y tu vida. 2Vives en mí porque vives en Dios. 3Y todos tus hermanos viven en ti, tal como tú vives en cada uno de ellos. 4¿Cómo ibas a poder, entonces, percibir indignidad en un hermano sin percibirla en ti mismo? 5¿Y cómo ibas a poder percibirla en ti mismo sin percibirla en Dios? 6Cree en la resurrección porque ésta ya se ha consumado, y se ha consumado en ti. 7Esto es tan cierto ahora como lo será siempre, pues la resurrección es la Voluntad de Dios, Quien no sabe de tiempo ni de excepciones. 8Pero no hagas excepciones o, de lo contrario, no percibirás lo que se ha consumado para ti. 9Pues ascendemos hasta el Padre
juntos, como fue en un principio, como es ahora y como será siempre,
pues ésa es la naturaleza del Hijo de Dios tal como su Padre lo creó.
5. No subestimes el poder de la devoción del Hijo de Dios, ni el poder que el dios al que venera ejerce sobre él, 2pues
el Hijo de Dios se postra ante el altar de su dios, tanto si es el
dios que él inventó como si es el Dios qué lo creó a él. 3Por eso es por lo que su esclavitud es tan total como su libertad, pues obedecerá únicamente al dios que acepte. 4El dios de la crucifixión exige que él crucifique, y sus devotos le obedecen. 5Se crucifican a sí mismos en su nombre, creyendo que el poder del Hijo de Dios emana del sacrificio y del dolor. 6El Dios de la resurrección no exige nada, pues no es Su Voluntad quitarte nada: 7No exige obediencia, pues la obediencia implica sumisión. 8Lo
único que quiere es que te des cuenta de cuál es tu voluntad y que la
hagas, no con un espíritu de sacrificio y sumisión, sino con la alegría
de la libertad.
6. La
resurrección no puede sino atraerte irresistiblemente a que le
ofrezcas tu lealtad con agrado porque es el símbolo de la dicha. 2Su irresistible poder reside en el hecho de que representa lo que tú quieres ser. 3La
libertad de abandonar todo aquello que te hiere, te humilla y te
atemoriza no se te puede imponer, pero se te puede ofrecer a través de
la gracia de Dios. 4Y tú puedes aceptarla mediante Su gracia, pues Dios es misericordioso con Su Hijo y lo acepta sin reservas como Suyo: 5¿Quién es, entonces, tuyo?. 6El Padre te ha dado todo lo que es Suyo, y Él Mismo es tuyo junto con todos tus hermanos. 7Protégelos
en su resurrección, pues, de lo contrario, no despertarás en Dios,
rodeado de la seguridad de lo que es tuyo para siempre.
7. No hallarás paz hasta que hayas extraído los clavos de las manos del Hijo de Dios y hayas sacado la última espina de su frente. 2El Amor de Dios rodea a Su Hijo,a quien el dios de la crucifixión condena. 3No enseñes que mi muerte fue en vano. 4Enseña, más bien, que no morí, demostrando que vivo en ti. 5Pues
poner fin a la crucifixión del Hijo de Dios es la tarea de la
redención, en la cual todo el mundo juega un papel igualmente
importante. 6Dios no juzga a Su inocente Hijo. 7Habiéndose dado a Sí Mismo a él, ¿cómo iba a poder juzgarlo?
8. Te has crucificado a ti mismo y te has puesto una corona de espinas sobre la cabeza. 2Aun así, no puedes crucificar al Hijo de Dios, pues la Voluntad de Dios no puede morir. 3SuHijo ha sido redimido de su propia crucifixión, y tú no puedes condenar a muerte a quien Dios ha dado vida eterna. 4El sueño de la crucifixión aún descansa pesadamente sobre tus ojos, pero lo que vesen sueños no es la realidad, mientras sigas percibiendo al Hijo de Dios como crucificado, es que estás dormido. 6Y mientras creas que puedes crucificarle estarás simplemente teniendo pesadillas. 7Tú que estás comenzando a despertar, todavía eres consciente de tus sueños y aún no los has olvidado. 8Te olvidarás de ellos y cobrarás conciencia de Cristo cuando otros despierten para compartir contigo tu redención.
9. Despertarás a tu propia llamada, pues la Llamada a despertar se encuentra dentro de ti. 2Si vivo en ti, tú estás despierto. 3No
obstante, tienes que ver las obras que llevo a cabo a través de ti, o,
de lo contrario, no percibirás que las he llevado a cabo en ti. 4No pongas límites a lo que crees que puedo hacer a través de ti, o no aceptarás lo que puedo hacer por ti. 5Esto,
no obstante, ya ha tenido lugar, y a menos que des todo lo que has
recibido, no sabrás que tu redentor vive y que has despertado con él. 6La redención sereconoce únicamente compartiéndola.
10. El Hijo de Dios está a salvo. 2Lleva únicamente esta conciencia a la Filiación, y tu papel en la redención será tan importante como el mío. 3Pues tu papel tiene que ser como el mío si lo aprendes de mí. 4Si crees que el tuyo está limitado, no haces sino limitar el mío. 5No
hay grados de dificultad, en los milagros porque todos los Hijos de
Dios tienen el mismo valor, y su igualdad es su unicidad. 6Todo el poder de Dios reside en cada una de sus partes por igual, y nada que contradiga Su Voluntad es grande o pequeño. 7Lo que no existe no tiene tamaño ni medida. 8Para Dios todo es posible. 9Ya Cristo le es dado ser como el Padre.
2Soy el Hijo de Dios. 3No hay cuerpo que pueda contener mi espíritu o imponerme una limitación que Dios no haya creado.
2. (98) Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
2¿Cuál podría ser mi función sino aceptar la Palabra de Dios, Quien me creó para ser lo que soy y lo que por siempre he de ser?
3. A la hora en punto:
2Soy espíritu.
3Media hora más tarde:
4Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación.
TEXTO
10.
La más seria amenaza para el ego es, pues, que te des cuenta de que
cualquier cosa que parezca separarte de Dios es únicamente miedo, sea
cual sea la forma en que se manifieste e independientemente de cómo el
ego desee que lo experimentes: 2Su sueño de autonomía se estremece hasta su raíz cuando cobras conciencia de esto. 3Pues
si bien puedes tolerar una falsa idea de independencia, no aceptarías
el costo en miedo que ello supone una vez que lo reconocieses. 4Peroése es su costo, y el ego no puede reducirlo. 5Si pasas por alto el amor estás pasándote por alto a ti mismo, y no podrás sino tener miedo de la irrealidad porque te habrás negado a ti mismo. 6Al creer que tu ataque contra la verdad ha tenido éxito, creerás que el ataque tiene poder. 7Dicho llanamente, pues, te has vuelto temeroso de ti mismo. 8Y nadie quiere encontrar lo que cree que le destruiría.
11. Si se pudiese lograr el objetivo de autonomía del ego, el propósito de Dios podría ser truncado, y eso es imposible. 2Solamente
aprendiendo lo que es el miedo puedes por fin aprender a distinguir
lo posible de lo imposible y lo falso de lo verdadero. 3De acuerdo con las enseñanzas del ego, su objetivo se puede lograr, pero el propósito de Dios no. 4De acuerdo con las enseñanzas del Espíritu Santo, únicamente el propósito de Dios se puede lograr, y ya se ha logrado.
12. Dios depende de ti tanto como tú de Él porque Su Autonomía incluye la tuya, y, por lo tanto, está incompleta sin ella. 2Sólo puedes establecer tu autonomía identificándote con Él y llevando a cabo tu función tal como es en verdad. 3El ego cree que alcanzar su objetivo es la felicidad. 4Pero te ha sido dado conocer que la función de Dios es la tuya y que la felicidad no se puede encontrar aparte de vuestra Voluntad conjunta. 5Reconoce
únicamente que el objetivo del ego, que tan diligentemente has
perseguido, no te ha aportado más que miedo, y se hará muy difícil
mantener que el miedo es felicidad. 6Respaldado por el miedo, esto es lo que el ego quiere que creas. 7Pero el Hijo de Dios no está loco y no lo puede creer. 8De reconocer esto, no lo aceptaría, 9pues sólo un loco elegiría el miedo en lugar del amor, y sólo un loco podría creer que atacando es cómo se alcanza el amor. 10Pero
el que ha sanado se da cuenta de que sólo el ataque, del que el Amor
de Dios le protege completamente, puede producir miedo.
13. El ego analiza, el Espíritu Santo acepta. 2Sólo por medio de la aceptación se puede llegar a apreciar la plenitud, pues analizar significa fragmentar o separar. 3Tratar
de entender la totalidad fragmentándola es, claramente el enfoque
típicamente contradictorio que el ego utiliza para todo. 4El
ego cree que el poder, el entendimiento y la verdad radican en la
separación, y que para establecer esta creencia tiene que atacar. 5Al
no darse cuenta de que es imposible establecer esa creencia, y
obsesionado por la convicción de que la separación es la salvación, el
ego ataca todo lo que percibe, desmenuzándolo en partes pequeñas y
desconectadas sin ninguna relación significativa entre sí, y
desprovistas, por lo tanto, de todo significado. 6El ego
siempre substituirá lo que tiene significado por el caos, pues si la
separación es la salvación, la armonía es una amenaza.
14. Las
interpretaciones que el ego hace de las leyes de la percepción son, y
no pueden sino ser, exactamente las opuestas a las del Espíritu Santo.
2El ego se concentra en el error y pasa por alto la verdad. 3Hace
que todos los errores que percibe sean reales, y concluye -utilizando
su razonamiento típicamente circular- que la idea de una verdad
consistente no tiene sentido por razón de los errores. 4El siguiente paso, entonces, es obvio. 5Si la idea de una verdad consistente no tiene sentido, la inconsistencia tiene que ser verdad. 6Teniendo
muy presente el error, y, protegiendo lo que ha hecho real, el ego
procede al siguiente paso en su sistema de pensamiento: el error es
real y la verdad es un error.
15. El
ego no trata de comprender esto, lo cual es obviamente incomprensible,
pero trata por todos los medios de demostrarlo y eso es lo que hace
constantemente. 2Valiéndose del análisis para atacar el
significado, el ego logra pasarlo por alto, y lo que le queda es una
serie de percepciones fragmentadas que él unifica en beneficio propio. 3Esto se convierte, entonces en el universo que percibe. 4Y es este universo lo que a su vez se convierte en la demostración de su propia realidad.
16. No subestimes el poder de atracción que las demostraciones del ego ejercen sobre aquellos que están dispuestos a escucharle. 2La percepción selectiva escoge sus testigos cuidadosamente, y el testimonio de esos testigos es, congruente. 3Los argumentos en favor de la locura son convincentes para los locos, 4pues todo razonamiento concluye allí donde comienza, y no hay sistema de pensamiento que pueda trascender su propia fuente. 5Aun
así, el razonamiento que carece de sentido no puede demostrar nada, y
aquellos a quienes convence no pueden sino estar engañados. 6¿Cómo iba a poder enseñar verdaderamente el ego, cuando pasa por alto la verdad? 7¿Cómo iba a poder percibir lo que ha negado? 8Sus testigos dan testimonio de su negación, pero no de lo que ha negado. 9El ego mira de frente al Padre y no lo ve, pues ha negado a Su Hijo.
17. ¿Tegustaría recordar al Padre? 2Acepta a Su Hijo y lo recordarás. 3No hay nada que pueda demostrar que Su Hijo es indigno, pues no hay nada que pueda probar que una mentira es verdad. 4Lo que ves en Su Hijo a través de los ojos del ego es una demostración de que Su Hijo no existe. aSin embargo, dondequiera que el Hijo esté allí tiene que estar el Padre. 5Acepta loque Dios no niega, y ello te demostrará su verdad. 6Los testigos de Dios se alzan en Su Luz y, contemplan lo que Él creó. 7Su
silencio es la señal de que han contemplado al Hijo de Dios, y en la
Presencia de Cristo no tienen que demostrar nada, pues Cristo les habla
de Sí Mismo y de Su Padre.8Guardan silencio porque Cristo les habla, y son Sus palabras las que brotan de sus labios.
18. Cada hermano con quien te encuentras se convierte en un testigo de Cristo o del ego, dependiendo de lo que percibas en él. 2Todo
el mundo te convence de lo que quieres percibir y de la realidad del
reino en favor del cual has decidido mantenerte alerta. 3Todo lo que percibes da testimonio del sistema de pensamiento que quieres que sea verdadero. 4Cada uno de tus hermanos tiene el poderde liberarte si tú decides ser libre. 5No puedes aceptar falsos testimonios acerca de un hermano a menos que hayas convocado falsos testigos contra él. 6Si no te habla de Cristo, es que tú no le hablaste de Cristo a él. 7No oyes más que tu propia voz, y si Cristo habla a través de ti, le oirás.
Este blog no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, sin embargo, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.
Abundancia Principio de plenitud que contrasta con el principio de escasez que el ego sostiene. El Hijo de Dios no carece de nada, salvo en sueños.
Amor El motivo por el cual Dios creó a su hijo. La fuerza maravillosa que todo lo mueve. Para Un Curso de Milagros, es sinónimo de Paz, Perdón, Confianza, Mansedumbre, Fe, Abundancia, Conocimiento, Generosidad, Honestidad.
Ataque Intento de justificar la culpa proyectándola en otros. Luego de proyectarla fuera de nosotros, al verla en otros, el ego nos persuade de atacarla con la esperanza de des-hacernos de ella. Lo cierto es que así solo logramos reforzarla en nuestro hermano y en nosotros multiplicándola. A través del maravilloso proceso de cambio de percepción que nos propone Un Curso de Milagros, veremos todo ataque como lo que es en realidad, un pedido de amor, un pedido de ayuda.
Causa y Efecto Uno depende del otro. Todo aquello que pensamos es la causa y el efecto es el reflejo de dichos pensamientos en el plano material, físico. No hay pensamientos fútiles nos dice Jesús en Un Curso de Milagros ya que todo pensamiento (causa) genera un efecto en el mundo material. Por otra parte y basado en el mismo precepto, “solo mis propios pensamientos pueden hacerme daño”. En la Creación, el Hijo fue el efecto de la Causa, el inconmensurable amor del Padre.
Cielo El conocimiento. Donde mora Dios y su creación en perfecta unidad. Aquí en el mundo del sueño, de la ilusión, el Cielo se ve reflejado en la Relación Santa.
Conocimiento El Cielo o Morada de Dios. Donde no existe la percepción. Donde no existe el Juicio ni es necesario el milagro, donde la Fe no es necesaria.
Creación Solo existe en el plano del conocimiento. Extensión del Ser o Espíritu de Dios. No es equivalente a la creatividad del mundo de la percepción.
Cristo La Segunda persona de la Trinidad. La Mente del Hijo de Dios. La Totalidad de la Filiación. El Ser que Dios creó por extensión. No debe asociarse únicamente con Jesús. Todos somos parte del Cristo con Jesús.
Crucifixión Un símbolo del ataque del ego a Dios y por lo tanto a su Hijo. La culpabilidad interna que se sintió en una época y que aun perdura por quienes permitieron y propiciaron la crucificaron a Jesús. Ejemplo extremo que enseño que nuestra verdadera identidad no está en el cuerpo. Hoy en día el mundo de la ilusión sigue rindiendo culto y culpándose de la crucifixión equivocando el mensaje que Jesús nos quiso dejar, sintiéndose responsable por un hecho que se tergiversa al creer que Dios envió a su amado hijo para que fuera un redentor sufriente por todos nuestros pecados y muriera por nosotros.
Cuerpo La encarnación del ego. El pensamiento de separación proyectado en el mundo de la materia. El testimonio de la culpabilidad que siente el Hijo de Dios por percibirse separado del Padre. Incluye el cuerpo físico como el psicológico. A través del trabajo que realizamos con Un Curso de Milagros, si se lo permitimos, el Espíritu Santo, el Gran Maestro, al igual que con todo lo fabricado por el ego en este plano, tomará el cuerpo y lo empleará en el propósito de nuestra paz, sanándole y convirtiéndole en una herramienta de comunicación con nuestros semejantes al servicio del Plan de Dios y de su reino.
Culpa Estado que surge al percibirnos pecadores. Es la suma de los sentimientos adversos que tenemos con relación a nosotros mismos. Es el sentimiento que surge al percibirnos lejos de casa, lejos del Padre y de haberle traicionado, engañado y atacado. Esto en ocasiones consciente y en otras, inconscientemente, aflora como un sentimiento hacia nosotros de indignidad, de vulnerabilidad, de debilidad, de poca valía. Al creer que somos culpables, nos percibimos merecedores de castigo tal como el mundo nos ha enseñado. Dicho castigo lo buscamos fuera en la forma de carencia, enfermedad, sacrificio, relaciones especiales o bien lo buscamos dentro a través de la enfermedad.
Dar/Recibir Son parte de la misma cosa toda vez que cuando damos es a nosotros mismos a quien damos. En contraposición con la idea del mundo de que al dar, “perdemos”, Un Curso de Milagros nos muestra que al ser todo una idea un pensamiento, al dar, cuando el otro recibe y hace suyo ese pensamiento que compartimos, esa idea la reforzamos en él y en nosotros y lejos de perder, multiplicamos lo que compartimos.
Demonio Una proyección del ego de la culpa hacia un agente externo.
Dios La Primera persona de la Trinidad. El Padre, La fuente, La Maravillosa Energía Universal, el Creador.
Ego El personaje, el falso yo, la mente errada. La mente dividida del Hijo de Dios que se percibe separada del Padre. La “loca idea” que se coló en la poderosa mente del Hijo de Dios durante su sueño en la que piensa que puede ser su propio creador. Como nada Eterno puede ser dividido ni separado, es simplemente una ilusión un sueño en la mente del Hijo de Dios que se percibe separado.
Enfermedad La división que el Hijo de Dios percibe en su mente al creer en la separación. Esta percepción de separación que se da en la mente, se proyecta al cuerpo. La enfermedad que el cuerpo manifiesta no está en el cuerpo si no en la mente. El cuerpo para Un Curso de Milagros como todo lo fabricado en el plano material, es neutro. Todo en este plano cobra “vida” según se le de utilidad a favor del ego o del Espíritu Santo. El ego al no poder acaparar toda a la mente, pues esta aun conserva el recuerdo de su verdadera identidad, se vale del cuerpo como herramienta para manifestar su culpabilidad y perpetuar el ataque al proyectar. El Espíritu Santo por otra parte si se lo permitimos, al corregir la percepción a cerca de quienes somos, toma el cuerpo, lo pone al servicio del plan de sanación del Hijo de Dios borrando cualquier rastro de enfermedad en el.
Espíritu La naturaleza de nuestro Ser. Nuestra esencia. Lo Eterno, lo inmutable, lo que nunca muere, lo que nos une al Todo del que somos parte. El resultado de haber sido creados a imagen y semejanza de nuestro Padre. Para Un Curso de Milagros es sinónimo de Pensamiento.
Espíritu Santo La Tercera Persona de la Trinidad. La respuesta de Dios a la idea de separación que surgió en la mente del Hijo durante el sueño. El Nexo, el Interlocutor, el re-interprete, el Vínculo entre Padre e Hijo. La voz de Dios que habla por El. El Espíritu Santo es el guía perfecto. Si se lo permitimos evaluará absolutamente todo lo que hagamos en el plano físico en función de cómo contribuye a nuestra paz y a nuestra felicidad. En virtud de dicha contribución lo conservará o simplemente le acercará luz y lo hará desaparecer.
Expiación Es el plan de corrección del Espíritu Santo para des-hacer el ego y sanar la creencia en la separación. Surgió con la creación del Espíritu Santo luego de la separación. Expiar es des-hacer. El mundo de ilusión nos convoca en todo momento a hacer, a la acción. El Espíritu Santo nos convoca a no-hacer que es lo mismo que des-hacer la ilusión. Nuestra única responsabilidad como estudiantes de Un Curso de Milagros es aceptar la Expiación para nosotros mismos, es decir des-hacer el error de que estamos separados del Padre. Todo conflicto, todo desasosiego proviene de una idea equivocada de estar separados del Padre. Si Expiamos ese error, recobraremos nuestro estado natural de dicha, paz y armonía. La Expiación se vale del perdón para des-hacer la ilusión de separación que tanta culpabilidad nos ha generado.
Extensión: Extender es compartir a través del Espíritu Santo. En contraposición a la proyección del ego, la extensión es compartir la visión del Espíritu Santo.
Fe La expresión de nuestra confianza. Según donde la depositemos tendremos un resultado determinado. Si la depositamos en la ilusión veremos un mundo caótico de culpabilidad, de conflicto, enfermedad, carencia, conflicto. Si la depositamos en la verdad, veremos un mundo perdonado de abundancia, paz, dicha, armonía. No es que no tengamos fe es que en ocasiones generalmente no sabemos donde la depositamos.
Hijo de Dios La Segunda persona de la Trinidad. El Cristo que es nuestro verdadero Ser.
Infierno Un lugar de culpabilidad, muerte, desolación, enfermedad, carencia, sufrimiento, sacrificio, relaciones especiales. En lugar donde según el ego se nos castigará.
Instante Santo El instante donde el lugar de ver culpabilidad vemos perdón. Un instante donde en lugar de ver ataque, vemos pedido de amor, de ayuda.
Jesús La Primera persona, el “YO” del Curso de Milagros. Nuestro hermano quien trascendió el ego antes que nosotros. En el mundo del tiempo, es diferente a nosotros ya que no tiene ego. En el mundo de la eternidad es uno más de nosotros. Integra junto a nosotros, la Filiación, la Mente del Hijo de Dios. Es el “modelo a seguir” para Un Curso de Milagros ya que además de ser quien amorosamente nos acerca la información, es el primero que ha culminado el proceso de Expiación mostrándonos el camino que nos enseña que es realmente posible.
Juicio Final El final de todas las ilusiones. La culminación del proceso de Expiación por parte del Hijo de Dios.
Libre albedrío Solo existe en el mundo de la ilusión, de las formas, donde aun entendemos que tenemos opciones y que podemos decidir. La decisión es si actuar con el ego como guía o con el Espíritu Santo. En el Cielo es innecesario ya que hay una única voluntad, no hay nada que decidir.
Maestro de Dios Todos quienes optamos por aprender y enseñar la lección del perdón. Todos somos alumnos y maestros a la vez ya que estamos en constante aprendizaje. Todo aquello que enseñamos, que mostramos al mundo lo reforzamos en nosotros mismos. Todo aquello que enseñamos, es a nosotros mismos a quien lo enseñamos. Al ser la vida diaria, la cotidianeidad nuestra gran salón de clases, a diario estamos desempeñando ambas funciones. Bastará con pensar y tener en todo momento presente la idea de: “que deseo aprender”, ya que eso es exactamente lo que debo enseñar.
Magia Cualquier cosa del mundo físico y de la materia que creemos nos aportará una solución. Todo lo externo, todo lo que vemos es reflejo de nuestro estado mental por lo tanto, es allí donde debemos trabajar, en nuestros pensamientos, el lugar donde se genera todo aquello que vemos en el plano físico. Nada existe por si solo en el plano físico sin antes no haberse generado en la mente. Por lo tanto cualquier solución, corrección a lo que vemos “fuera” debe darse y se encuentra en la mente, el origen de todas las cosas. Cualquier solución que entendamos viene del exterior, es magia.
Mente Sinónimo de Espíritu. El nivel donde se generan los pensamientos, donde se encuentra la conexión con el Padre. El nivel donde el Hijo de Dios es UNO. El nivel donde se encuentra la energía creadora.
Mente correcta La parte de nuestra mente que acepta sin interponer obstáculos ser guiada por el Espíritu Santo, que es conciente de cual es nuestra verdadera identidad, que sabe que no estamos solos nunca, menos al momento de tomar decisiones o de actuar y por ello apela a quien sabe perfectamente el recorrido del camino del amor, de regreso a casa y que nos lleva a un estado de paz, de dicha, de abundancia, de júbilo. La parte de la mente que nos alienta a dejarnos guiar, a escuchar, a no-hacer, a confiar. La mente que nos muestra un mundo de esperanza, de belleza, de unión.
Mente errada La parte de nuestra mente que escucha al ego, la mente que cree en el sueño, que cree en la división de lo eterno, que cree que todo lo sabe, que actúa por impulso, sin pedir asesoramiento, que entiende que todo depende de nosotros, que nos habla en todo momento de actuar, de acción, de hacer, de tomar decisiones. La parte de la mente que nos dice que somos “el centro del mundo”. La parte de la mente que nos habla de miedo, de carencia, de angustia, de enfermedades, de conflicto. La parte de la mente que nos muestra un mundo de desolación, de separación, de cuerpos divididos.
Mente UNA La mente de Dios, El Cristo, la Mente del Hijo de Dios, la Filiación. La mente que trasciende la mente errada y la mente recta. Se halla en el nivel del conocimiento. Trasciende toda percepción.
Miedo Sentimiento ilusorio. El “cielo” que fabricó el Hijo de Dios con todo el poder de su mente, en oposición al cielo del Amor. Se originó en el sueño como respuesta al sentimiento de separación, de destierro, de auto-exilio, como respuesta a la sensación de haber perpetuado un supuesto ataque al Padre, de haberle ofendido, de haberle “fallado”. Es el resultado de la culpabilidad que siente el Hijo de Dios por esta supuesta separación y por la cual entiende que merece un debido castigo. El sentimiento que el mundo de la ilusión ha alimentado al sostener que la crucifixión de Cristo fue el “merecido” castigo del Padre ante los pecados de sus hijos.
Milagro El cambio de percepción en nuestra mente que nos permite pasar del mundo de angustia, carencia, conflicto, ira, enfermedad, a un mundo de dicha, felicidad, armonía, abundancia, salud y paz a través del perdón y de la conducción del Espíritu Santo. Se produce cuando toda relación se convierte en una relación Santa. Es decir cuando la mente de dos hermanos se une en una misma mente, allí aparece el Espíritu Santo, allí aparece Cristo y se produce el milagro.
Muerte El abandono del cuerpo luego de que este ha culminado su función en este plano.
Mundo La materialización de la idea de separación. El hijo de Dios al percibir su mente dividida y separada del Padre, soñándose desterrado del Cielo, fabrica el mundo con el poder de su mente al servicio de dicho sueño. Allí da origen al tiempo y al espacio y a todo lo que tiene que ver con el plano de las formas y la materia, a todo lo que tiene que ver con lo perecedero. Fabrica la herramienta necesaria para ver, oler, sentir, oír, percibir, fabrica el cuerpo. Dios no crea el mundo físico, el mundo de lo perecedero un mundo de “vida” y “muerte”. Nada que no hable de eternidad, tiene que ver con lo que Dios crea. En nada de ello está la fuerza creadora de un Dios que solo crea lo eterno. A través del Curso de Milagros, transformamos este mundo en el verdadero “salón de clases” donde podemos aplicar todo el perdón necesario para expiar, corregir nuestros errores y des-hacer la culpabilidad que cargamos. De la mano del Espíritu Santo, podemos transitar por este mundo en una actitud de aprendizaje continuo y como menciona el Curso agradeciendo y bendiciendo cada situación vivida conscientes que el trascender dichas situaciones representa un avance en nuestro camino al Cielo.
Negación Negar la existencia del cuerpo, negar la sensación de culpabilidad que sentimos. No es la propuesta del Curso de Milagros.
Oración Muy distinto a lo que el mundo conoce como oración. El Curso de Milagros sostiene que la única oración válida es la del perdón considerando que ante cualquier evento que veamos como adverso lo único valido es perdonarnos y veremos como dicha situación se resuelve felizmente para el objetivo de nuestra paz. Cualquier evento adverso que convoquemos a nuestra vida, dará testimonio de nuestra supuesta culpabilidad. Perdonando dicha culpabilidad, la adversidad desaparece al hacer desaparecer su causa.
Pecado La creencia en que la separación es real con todo lo que ella significa, ataque al Padre, engaño, destierro del Hijo. La creencia en un Dios “débil” que creó como producto de su amor a su Hijo pero que no pudo evitar las consecuencias del ataque de dicho Hijo a al Padre, motivo por el que debe castigarle vehementemente y con toda su fuerza. Percepción Surge ante la idea de separación. Al separarnos de nuestra Fuente, de Dios, nos alejamos del Conocimiento. Fabricamos un cuerpo y le pusimos al servicio de dicha separación. Al no estar en el Conocimiento, debimos por nuestra cuenta, creyéndonos ser el Creador y no la creación, nombrar, definir, clasificar, etiquetar, juzgar, todo por nuestra cuenta. De esta forma surge la percepción. Un Curso de Milagros nos propone pasar de una percepción errada, donde juzgamos todo por nuestra cuenta usando el cuerpo como herramienta, a una percepción correcta donde juzgamos todo a través del Espíritu Santo.
Perdón Nuestra única función en este mundo. A través de la manifestación más elevada del Amor, el perdón des-hacemos el error de percibirnos separados. Un Curso de Milagros sostiene que dar y recibir son la misma cosa, por lo tanto todo perdón que ofrecemos, al darlo, es nosotros mismos a quien lo damos. Necesitamos para contrarrestar la supuesta culpabilidad que cargamos, este perdón. La única forma que tenemos de obtener dicho perdón es otorgándolo. Todo lo que vivimos como experiencia ha sido convocado por nuestro pensamiento por lo tanto, perdonamos a los demás por aquello que nos hicimos nosotros mismos no por lo que percibimos que ellos nos hicieron. El perdón es necesario únicamente en este plano de la ilusión. Podríamos decir que es una “ilusión sana” que contrarresta otra ilusión que es la culpa. Nada ha ocurrido en realidad más que en el sueño, por lo tanto de nada tenemos que perdonarnos. Pero mientras creamos que somos culpables, el perdón será necesario.
Principio de escasez La creencia en que estamos carentes de determinadas cosas, la creencia en necesidades. El pensar que “factores externos” nos proporcionarán satisfactores a estas supuestas necesidades insatisfechas. Esto nos lleva a buscar ídolos, a buscar como dice Un Curso de Milagros, la paz y la felicidad en parajes extraños. El pensar que algo nos falta refuerza la idea de separación al creer que los demás pueden privarme de algo.
Proyección Ley fundamental de la mente. Lo que vemos dentro lo proyectamos fuera. El mundo que vemos es el reflejo de la proyección de nuestra mente. No hay nada fuera nuestro que no sea el reflejo de la idea que tenemos a cerca de quienes somos. Dicha idea se encuentra en la mente. Allí es donde a través de percibirnos culpables o inocentes, proyectamos “fuera“, un mundo que da testimonio de dicha percepción.
Regalo Los regalos de Dios son el amor, la vida, eterna, la dicha, la abundancia, la plenitud. Los del ego son la angustia, la enfermedad, el miedo, la carencia. Los regalos del ego los debemos procurar a través de nuestro constante sacrificio y esfuerzo. Los regalos de Dios se nos otorgan a través del Espíritu Santo a través dejarle actuar y guiarnos.
Relación Santa Toda relación donde vemos al otro como lo que realmente es, mi hermano. En la Relación Santa, no vemos cuerpos, relaciones biológicas, edades, clases sociales, solo vemos hermanos, semejantes, iguales. Allí en la Relación Santa, Cristo aparece, nos unimos a la mente de nuestro hermano dando testimonio de unidad y no de separación. La Relación Santa es el ámbito de los Milagros.
Relaciones Especiales Toda relación donde percibimos niveles de amor. Es imposible que el amor entienda de niveles. Hay amor o no lo hay, pero no puede haber amor con unos y no con otros, o más amor y menos amor. La relación especial entiende que el amor es privativo, exclusivo, selectivo. El amor es absoluto, ilimitado y se da imparcialmente. En la relación especial lejos de extender amor, se priva de él, se cree en la escasez y se trae el miedo y los celos a la relación. La relación especial refuerza la idea de separación no la de unión. Hay dos tipos: Las relaciones especiales de odio y las relaciones especiales de amor. En las relaciones especiales de odio se proyecta toda la culpa y se perpetúa un ataque a dicha culpabilidad. En las relaciones especiales de amor, creemos en la carencia donde personas especiales, llenarán necesidades especiales, con atributos especiales que otros no tienen.
Resurrección El despertar del sueño de muerte del ego. El cambio de mente que nos permite identificarnos con nuestro verdadero Ser.
Revelación Un instante de comunicación plena con Dios. No es el objetivo de Un Curso de Milagros.
Sacrificio La creencia central del sistema de pensamiento del ego. El ego nos enseña que todo debe costar, todo se logra con “sudor y lágrimas”. Nada más lejos de la realidad. Nada que tenga que ver con nuestro verdadero Ser requiere esfuerzo ni sacrificio alguno. Dios no desea que su hijo viva en estado de plenitud y felicidad a costa de ningún sacrificio o sufrimiento. Dios no conoce nada de esto. La idea de sacrificio, es invención del Hijo durante el sueño. La voluntad del Padre es felicidad absoluta y duradera sin sacrificios. Por recibir lo que Dios desea para nosotros no debemos pagar ningún precio.
Salvación La Expiación, el des-hacer nuestros errores. De lo único que debemos ser “salvados” es de nuestra creencia de ser culpables y es lo logramos a través del perdón.
Sanación La corrección en la mente de la creencia de estar separados de Dios. La enfermedad es una decisión que tomamos se da en la mente por lo tanto la sanación también se encuentra allí.
Separación La creencia en el pecado de que hemos atacado a Dios, de que le hemos fallado y le hemos traicionado. La creencia de que se nos ha exiliado y desterrado del cielo. La creencia de que somos un cuerpo deambulando en busca de una experiencia espiritual y no un espíritu unido eternamente a su Fuente en busca de una experiencia física.
Ser Nuestra verdadera identidad, unida eternamente a la Fuente que como producto de su inconmensurable amor le dio origen.
Sueño El estado en el cual el Hijo de Dios se percibe separado de su Padre. El nivel donde se fabricó el cuerpo, donde se dio origen a la percepción. Donde se percibe como posible que lo eterno, lo invulnerable pueda cambiar. El nivel donde el Hijo de Dios cree ser el Padre y no el Hijo, donde causa y efecto se invierten.
Tener / Ser El estado de plenitud donde al saber quienes somos, reconocemos que lo tenemos todo.
Tiempo Elemento del mundo de la ilusión fabricado en contraposición con la eternidad. Del tiempo hace uso el ego para perpetuar el pasado. Apela al pasado en todo momento para asegurarnos que el futuro será tan dramático como el pasado, salteándose el presente. El Espíritu Santo si se lo permitimos, como todo lo fabricado por el Hijo de Dios, hará uso del tiempo a favor de Dios y de la felicidad de su Hijo. Al des-hacer el error mediante el perdón se produce el milagro que es un verdadero colapso del tiempo, el tiempo parece paralizarse, todo es posible y damos paso al plano de todas las posibilidades, la eternidad.
Trinidad Dios el Padre, su Hijo Cristo, nuestra verdadera esencia, el verdadero Ser, y el Espíritu Santo, el nexo entre Padre e Hijo, el re-interprete, el vínculo eterno e indisoluble