DESPERTAR AL AMOR

lunes, 12 de marzo de 2012

12 MARZO: Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito.

AUDIOLIBRO


EJERCICIOS

Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito.

1. Tal vez aún no te hayas percatado de que el ego ha urdido un plan para la salvación que se opone al de Dios. 2Ese es el plan en el que crees. 3Dado que es lo opuesto al de Dios; crees también que aceptar el plan de Dios en lugar del del ego es condenarte. 4Esto, desde luego, parece absurdo. 5Sin embargo, una vez que hayamos examinado en qué consiste el plan del ego, quizá te des cuenta de que, por muy absurdo que parezca, es ciertamente lo que crees.

2. El plan del ego para la salvación se basa en abrigar resentimien­tos. 2Mantiene que, si tal persona actuara o hablara de otra manera, o si tal o cual acontecimiento o circunstancia externa cambiase, tú te salvarías. 3De este modo, la fuente de la salvación se percibe constantemente como algo externo a ti. 4Cada resenti­miento que abrigas es una declaración y una aseveración en la que crees, que reza así: "Si esto fuese diferente, yo me salvaría" 5El cambio de mentalidad necesario para la salvación, por lo tanto, se lo exiges a todo el mundo y a todas las cosas excepto a ti mismo.

3. El papel de tu mente en este plan consiste, pues, en determinar qué es lo que tiene que cambiar -a excepción de ella misma­- para que tú te puedas salvar. 2De acuerdo con este plan demente, cualquier cosa que se perciba como una fuente de salvación es aceptable, siempre y cuando no sea eficaz. 3Esto garantiza que la infructuosa búsqueda continúe, pues se mantiene viva la ilusión de que, si bien esta posibilidad siempre ha fallado, aún hay motivo para pensar que podemos hallar lo que buscamos en otra parte y en otras cosas. 4Puede que otra persona nos resulte mejor; otra situación tal vez nos brinde el éxito.

4. Tal es el plan del ego para tu salvación. 2Seguramente habrás notado que está completamente de acuerdo con la doctrina básica del ego que reza: "Busca, pero no halles". 3Pues, ¿qué mejor garantía puede haber de que no hallarás la salvación que canali­zar todos tus esfuerzos buscándola donde no está?

5. El plan de Dios para la salvación es eficaz sencillamente porque bajo Su dirección, buscas la salvación allí donde ésta se encuentra. 2Pero si has de tener éxito, como Dios promete que lo has de tener, tienes que estar dispuesto a buscarla sólo allí. 3De lo contrario, tu propósito estará dividido e intentarás seguir dos planes de salva­ción que son diametralmente opuestos en todo. 4El resultado no podrá ser otro que confusión, infelicidad, así como una profunda sensación de fracaso y desesperación.

6. ¿Cómo puedes librarte de todo esto? 2Muy fácilmente. 3La idea de hoy es la respuesta. 4Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito. 5En esto no puede haber realmente ningún conflicto porque no existe ninguna alternativa al plan de Dios que te pueda salvar. 6El Suyo es el único plan cuyo desenlace es indudable. 7El Suyo es el único plan que tendrá éxito.

7. Que nuestra práctica de hoy consista en reconocer esta certeza. 2Y regocijémonos de que haya una respuesta para lo que parece ser un conflicto sin solución. 3Para Dios todo es posible. 4Alcanza­rás la salvación por razón de Su plan, el cual no puede fallar.

8. Comienza hoy tus dos sesiones de práctica más largas pen­sando en la idea de hoy y observando que consta de dos partes, las cuales contribuyen en igual medida al todo. 2El plan de Dios para tu salvación tendrá éxito, pero otros planes no. 3No permitas que la segunda parte te cause depresión o enfado, pues esa parte es inherente a la primera. 4Y la primera te releva totalmente de todos tus intentos descabellados y de todos tus planes dementes para liberarte a ti mismo. 5Todos ellos te han llevado a la depre­sión y a la ira, pero el plan de Dios triunfará. 6Su plan te condu­cirá a la liberación y a la dicha.

9. Teniendo esto presente, dediquemos el resto de las sesiones de práctica más largas a pedirle a Dios que nos revele Su plan. 2Pre­guntémosle muy concretamente:

3¿Qué quieres que haga?
4¿Adónde quieres que vaya?
5¿Qué quieres que diga y a quién?

6Deja que Él se haga cargo del resto de la sesión de práctica y que te indique qué es lo que tienes que hacer en Su plan para tu salvación. 7Él responderá en la misma medida en que tú estés dispuesto a oír Su Voz. 8No te niegues a oírla. 9El solo hecho de que estés llevando a cabo los ejercicios demuestra que en cierto modo estás dispuesto a escuchar. 10Esto es suficiente para que seas acreedor a Su respuesta.

10. Durante las sesiones de práctica cortas repite con frecuencia que el plan de Dios para tu salvación, y solamente el Suyo, tendrá éxito. 2Mantente alerta hoy para no caer en la tentación de abri­gar resentimientos, y responde a esas tentaciones con esta varia­ción de la idea de hoy:

3Abrigar resentimientos es lo opuesto al plan de Dios para la salvación.
4Y únicamente Su plan tendrá éxito.

5Trata de recordar la idea de hoy unas seis o siete veces por hora. 6No puede haber mejor manera de pasar medio minuto, o menos, que recordando la Fuente de tu salvación y viéndola allí donde se encuentra.

TEXTO
 
VII. La totalidad del Reino


1. Siempre que le niegas la bendición a un hermano te sientes desposeído, ya que la negación es tan total como el amor. 2Negar parte de la Filiación es tan imposible como lo es amarla sólo en parte. 3No es posible tampoco amarla totalmente sólo a veces. 4No puedes estar, totalmente comprometido sólo en algunas ocasiones. 5La negación de por sí  no tiene ningún poder, pero tú puedes conferirle el poder de tu mente, el cual es ilimitado. 6Si lo utilizas para negar la realidad, ésta desaparece de tu conciencia. 7Es imposible apreciar la realidad parcialmente. 8Por eso es por lo que cuando niegas parte de ella pierdes la conciencia de toda ella. 9La negación, no obstante, es una defensa y, por ello, puede usarse constructivamente así como negativamente. 10Si se usa negativa­mente es destructiva, porque se usa para atacar. 11Pero puesta al servicio del Espíritu Santo, puede ayudarte a reconocer parte de la realidad y, por consiguiente, a apreciarla en su totalidad. 12La mente es demasiado poderosa como para estar sujeta a ninguna exclusión. 13Nunca podrás excluirte a ti mismo de tus pensamien­tos.


2. Cuando un hermano actúa insensatamente, te está ofreciendo una oportunidad para que lo bendigas. 2Su necesidad es la tuya. 3Tú necesitas la bendición que puedes darle. 4No hay manera de que tú puedas disponer de ella excepto dándola. 5Ésa es la ley de Dios, la cual no hace excepciones. 6Careces de aquello que niegas, no porque haya carencia de ello, sino porque se lo has negado a otro, y, por lo tanto, no eres consciente de ello en ti. 7Lo que crees ser determina tus reacciones, y lo que deseas ser es lo que crees que eres. 8Lo que deseas ser, entonces, determina forzosamente todas tus reacciones.


3. No necesitas la bendición de Dios porque de ella ya dispones para siempre, pero sí necesitas la tuya propia. 2La imagen que el ego tiene de ti es la de un ser desposeído, vulnerable e incapaz de amar. 3No puedes amar semejante imagen. 4Sin embargo, puedes escaparte muy fácilmente de ella abandonándola. 5Tú no formas parte de esa imagen, ni ella es lo que tú eres. 6No veas esa imagen en nadie, o la habrás aceptado como lo que eres tú. 7Todas las ilusiones acerca de la Filiación se desvanecen al unísono tal como fueron forjadas al unísono. 8No le enseñes a nadie que él es lo que tú no querrías ser. 9Tu hermano es el espejo en el que ves refle­jada la imagen que tienes de ti mismo mientras perdure la per­cepción. 10Y la percepción perdurará hasta que la Filiación reconozca que es íntegra. 11Tú inventaste la percepción, y ésta perdurará mientras la sigas deseando.


4. Las ilusiones son inversiones. 2Perdurarán mientras les sigas atribuyendo valor. 3Todos los valores son relativos, mas todos son poderosos porque son juicios mentales. 4La única manera de desvanecer las ilusiones es retirando de ellas todo el valor que les has otorgado. aAl hacer eso dejan de tener vida para ti porque las has expulsado de tu mente. 5Mientras sigas incluyéndolas en tu mente estarás infundiéndoles vida. 6Mas no hay nada en ellas que pueda recibir tu regalo.


5. El don de la vida es tuyo para que lo des, ya que fue algo que se te dio. 2No eres consciente de él porque no lo das. 3No puedes hacer que lo que no es nada tenga vida, puesto que es imposible darle vida a lo que no es nada. 4Por lo tanto, no estás extendiendo el don que a la vez tienes y eres, y consecuentemente no puedes conocer a tu propio Ser. 5Toda confusión procede de no extender vida, ya que ésa no es la Voluntad de tu Creador. 6Separado de Él no puedes hacer nada, y ciertamente no haces nada separado de Él. 7Sigue el camino que Él te señala para que puedas recordar quién eres, y muéstraselo a otros, no sea que te olvides de ti mismo. 8Honra únicamente a los Hijos del Dios viviente, y alégrate de poder contarte entre ellos.


6.  Honrar a tus hermanos es el único regalo apropiado para quie­nes Dios Mismo creó dignos de honor, y a quienes honra. 2Mués­trales el aprecio que Dios siempre les concede, pues son Sus Hijos amados en quienes Él se complace. 3No puedes estar separado de ellos porque no estás separado de Él. 4Descansa en Su Amor y protege tu descanso amando. 5Pero ama todo lo que Él creó -de lo cual formas parte- o no podrás aprender lo que es Su paz y aceptar Su don para ti mismo y como tú mismo. 6No podrás cono­cer tu propia perfección hasta que no hayas honrado a todos los que fueron creados como tú.


7. Sólo un Hijo de Dios es un maestro lo suficientemente digno como para poder enseñar a otro. 2En todas las mentes hay un solo Maestro que enseña la misma lección a todo el mundo. 3Él siem­pre te enseña la inestimable valía de cada Hijo de Dios, y lo hace con infinita paciencia, nacida del Amor infinito en nombre del cual habla. 4Todo ataque es un llamamiento a Su paciencia, puesto que Su paciencia puede transformar los ataques en bendiciones. 5Los que atacan no saben que son benditos. 6Atacan porque creen que les falta algo. 7Por lo tanto, comparte tu abundancia libre­mente y enseña a tus hermanos a conocer la suya. 8No compartas sus ilusiones de escasez, pues, de lo contrario, te percibirás a ti mismo como alguien necesitado.


8. El ataque nunca podría suscitar más ataques si no lo percibieses como un medio para privarte de algo que deseas. 2Sin embargo, no puedes perder algo a no ser que no lo valores, y que, por lo tanto, no lo desees. 3Esto hace que te sientas privado de ello, y, al proyectar tu propio rechazo, crees entonces que son otros los que te lo están quitando a ti. 4No podrás por menos que sentirte ate­morizado si crees que tu hermano te está atacando para arreba­tarte el Reino de los Cielos. 5Ésta es la base fundamental de todas las proyecciones del ego.


9. Puesto que el ego es aquella parte de tu mente que no cree ser responsable de sí misma, y puesto que no le es leal a Dios, es incapaz de tener confianza. 2Al proyectar su creencia demente de que tú has traicionado a tu Creador, el ego cree que tus hermanos, que son tan incapaces de ello como tú, están intentando despo­seerte de Dios. 3Siempre que un hermano ataca a otro, eso es lo que cree. 4La proyección siempre ve tus deseos en otros. 5Si eliges separarte de Dios, eso es lo que pensarás que otros están haciendo contigo.


10. Tu eres la Voluntad de Dios. 2No aceptes nada más como tu voluntad, pues, de lo contrario, estarás negando lo que eres. 3Niega lo que eres y atacarás, al creer que has sido atacado. 4Mas ve el Amor de Dios en ti y lo verás en todas partes porque está en todas partes. 5Ve Su abundancia en todos y sabrás que estás en Él junto con todos tus hermanos. 6Ellos forman parte de ti, tal como tú formas parte de Dios. 7Cuando no entiendes esto, te sientes tan solo como se siente Dios Mismo cuando Sus Hijos no lo conocen. 8La paz de Dios radica en entender esto: 9Sólo hay una manera de escaparse del pensamiento del mundo, del mismo modo en que sólo hubo una manera de adentrarse en él: 10entendiendo total­mente al entender la totalidad.


11. Percibe cualquier parte del sistema de pensamiento del ego como completamente demente, completamente ilusoria y comple­tamente indeseable, y habrás evaluado correctamente todo el sis­tema. 2Esta corrección te permite percibir cualquier parte de la creación como completamente perfecta, completamente real y completamente deseable. 3Al desear sólo esto, tendrás sólo esto, y al dar sólo esto, serás sólo esto. 4Las ofrendas que le haces al ego siempre se experimentan como sacrificios, pero las que le haces al Reino son ofrendas que te haces a ti mismo. 5Dios siempre las estimará porque les pertenecen a Sus Hijos amados, y Sus Hijos le pertenecen a El. 6Todo poder y gloria son tuyos porque el Reino es Suyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario