DESPERTAR AL AMOR

viernes, 6 de julio de 2012

6 JULIO: Bendigo al mundo porque me bendigo a mí mismo.

AUDIOLIBRO


EJERCICIOS
LECCIÓN 187

Bendigo al mundo porque me bendigo a mí mismo.



1. Nadie puede dar lo que no tiene. 2De hecho, dar es la prueba de que se tiene. 3Hemos hecho mención de esto anteriormente. 4Mas no es eso lo que hace que sea difícil de creer. 5Nadie duda de que primero se debe poseer lo que se quiere dar. 6Es en la segunda parte de la afirmación donde el mundo y la percepción verdadera difieren. 7Si has tenido y has dado, el mundo afirma que has perdido lo que poseías. 8La verdad mantiene que dar incrementa lo que posees.
2. ¿Cómo va a ser posible esto? 2Pues es seguro que si das una cosa finita tus ojos físicos dejarán de percibirla como tuya. 3No obstante, hemos aprendido que las cosas sólo representan los pen­samientos que dan lugar a ellas. 4Y no careces de pruebas de que cuando compartes tus ideas, las refuerzas en tu propia mente. 5Tal vez la forma en que el pensamiento parece manifestarse cambie al darse. 6No obstante, éste tiene que retornar al que lo da. 7Y la forma que adopte no puede ser menos aceptable. 8Tiene que ser más.
3. Las ideas tienen primero que pertenecerte antes de que las pue­das dar. 2Y si has de salvar al mundo, tienes que primero aceptar la salvación para ti mismo. 3Mas no creerás que ésta se ha consu­mado en ti hasta que no veas los milagros que les brinda a todos aquellos a quienes contemples. 4Con esto, la idea de dar se clari­fica y cobra significado. 5Ahora puedes percibir que al dar, tu cau­dal aumenta.
4. Protege todas las cosas que valoras dándolas, y así te asegura­rás de no perderlas nunca. 2Y con ello queda demostrado que lo que no creías tener te pertenece. 3Mas no le atribuyas valor a su forma. 4Pues ésta cambiará, y con el tiempo no será reconocible por mucho que trates de conservarla. 5Ninguna forma perdura. 6El pensamiento tras la forma de todo es lo que es inmutable.
5. Da gustosamente, 2pues con ello sólo puedes beneficiarte. 3El pensamiento sigue vivo y su fuerza aumenta a medida que se refuerza al darse. 4Los pensamientos se extienden al compartirse, pues no se pueden perder. 5No hay un dador y un receptor en el sentido en el que el mundo los concibe. 6Hay un dador que con­serva lo que da, y otro que también habrá de dar. 7Y ambos ganarán en este intercambio, pues cada uno de ellos dispondrá del pensamiento en la forma que le resulte más útil. 8Lo que aparen­temente pierde es siempre algo que valorará menos que aquello que con toda seguridad le será devuelto.
6. Nunca olvides que sólo te das a ti mismo. 2El que entiende el significado de dar, no puede por menos que reírse de la idea del sacrificio. 3Tampoco puede dejar de reconocer las múltiples for­mas en que se puede manifestar el sacrificio. 4Se ríe asimismo del dolor y de la pérdida, de la enfermedad y de la aflicción, de la pobreza, del hambre y de la muerte. 5Reconoce que el sacrificio sigue siendo la única idea que yace tras todo esto, y con su dulce risa todo ello sana.
7. Una vez que una ilusión se reconoce como tal, desaparece. 2Niégate a aceptar el sufrimiento, y eliminarás el pensamiento de sufrimiento. 3Cuando eliges ver todo sufrimiento como lo que es, tu bendición desciende sobre todo aquel que sufre. 4El pensa­miento de sacrificio da lugar a todas las formas que el sufrimiento aparenta adoptar. 5Mas el sacrificio es una idea tan demente que la cordura la descarta de inmediato.
8. jamás creas que puedes hacer sacrificio alguno. 2No hay cabida para el sacrificio en lo que tiene valor. 3Si surge tal pensa­miento, su sola presencia demuestra que se ha cometido un error, el cual es necesario corregir. 4Tu bendición lo corregirá. 5Habién­dosete dado a ti primero, ahora es tuya para que tú a tu vez la des. 6Ninguna forma de sacrificio o de sufrimiento puede preva­lecer por mucho tiempo ante la faz de uno que se ha perdonado y bendecido a sí mismo.
9. Las azucenas que te ofrece tu hermano se depositan ante tu altar, junto con las que tú le ofreces a él. 2¿Quién podría tener miedo de contemplar una santidad tan hermosa? 3La gran ilusión del temor a Dios queda reducida a la nada ante la pureza que aquí has de contemplar. 4No tengas miedo de mirar. 5La bendición que has de contemplar eliminará todo pensamiento de forma, y en su lugar dejará allí para siempre el regalo perfecto, el cual aumentará eternamente, será por siempre tuyo y será por siempre dado.
10. Ahora somos uno en pensamiento, pues el miedo ha desapare­cido. 2Y aquí, ante el altar a un solo Dios, a un solo Padre, a un solo Creador y a un solo Pensamiento, nos alzamos juntos como el único Hijo de Dios. 3No estamos separados de Aquel que es nuestra Fuente ni distanciados de los hermanos que forman parte de nuestro único Ser, Cuya inocencia nos ha unido a todos cual uno solo, sino que nos alzamos en gloriosa bendición y damos tal como hemos recibido. 4Tenemos el Nombre de Dios en nuestros labios. 5Y cuando miramos en nuestro interior, vemos brillar la pureza del Cielo en nuestro reflejo del Amor de nuestro Padre.
11. Ahora somos bendecidos y ahora bendecimos al mundo. 2Que­remos extender lo que hemos contemplado porque queremos verlo en todas partes. 3Queremos verlo refulgir con la gracia de Dios en todos nuestros hermanos. 4No queremos que se le niegue a nada de lo que vemos. 5Y para cerciorarnos de que esta santa visión es nuestra, se la ofrecemos a todo lo que vemos. 6Pues allí donde la veamos, nos será devuelta en forma de azucenas que podremos depositar sobre nuestro altar, convirtiéndolo así en un hogar para la Inocencia Misma, la cual mora en nosotros y nos ofrece Su Santidad para que sea nuestra.


TEXTO

9. El atractivo del infierno reside únicamente en la terrible atrac­ción de la culpabilidad, que el ego ofrece a los que depositan su fe en la pequeñez. 2La convicción de pequeñez se encuentra en toda relación especial, ya que sólo los que se consideran a sí mis­mos necesitados podrían valorar el especialismo. 3Exigir que se te considere especial, y la creencia de que hacer que otro se sienta especial es un acto de amor, hace del amor algo odioso. 4El verda­dero propósito de la relación especial -en estricta conformidad con los objetivos del ego-es destruir la realidad y substituirla por ilusiones. 5Pues el ego en sí es una ilusión, y sólo las ilusiones pueden dar testimonio de su "realidad".
10. Si percibieses la relación especial como un triunfo sobre Dios, ¿la desearías? 2No pensemos en su naturaleza aterrante, ni en la culpabilidad que necesariamente conlleva, ni en la tristeza, ni en la soledad. 3Pues esos no son sino atributos de la doctrina de la separación, y de todo el contexto en que se cree que ésta tiene lugar. 4El tema central de su letanía al sacrificio es que para que tú puedas vivir Dios tiene que morir. 5Y ése es el tema que se exterioriza en la relación especial. 6Mediante la muerte de tu yo, crees poder atacar al yo de otro, arrebatárselo, y así reemplazar al yo que detestas. 7Y lo detestas porque piensas que no te ofrece la clase de especialismo que tú exiges. 8Y al odiarlo lo conviertes en algo ínfimo e indigno porque tienes miedo de él.
11. ¿Cómo podrías conferirle poder ilimitado a lo que crees haber atacado? 2La verdad se ha vuelto tan temible para ti, que a menos que sea débil, insignificante e inmerecedora de que se le otorgue valor, no te atreverás a mirarla de frente. 3Piensas que estás más a salvo dotando al pequeño yo que inventaste con el poder que le arrebataste a la verdad al vencerla y dejarla indefensa. 4Observa la precisión con que se ejecuta este rito en la relación especial. 5Se erige un altar entre dos personas separadas, en el que cada una intenta matar a su yo e instaurar en su cuerpo otro yo que deriva su poder de la muerte del otro. 6Este rito se repite una y otra vez. 7Y nunca se completa, ni se completará jamás. 8El rito de comple­ción no puede completar, pues la vida no procede de la muerte, ni el Cielo del infierno.
12. Cada vez que alguna forma de relación especial te tiente a bus­car amor en ritos, recuerda que el amor no es forma sino conte­nido. 2La relación especial es un rito de formas, cuyo propósito es exaltar la forma para que ocupe el lugar de Dios a expensas del contenido. 3La forma no tiene ningún significado ni jamás lo ten­drá. 4La relación especial debe reconocerse como lo que es: un rito absurdo en el que se extrae fuerza de la muerte de Dios y se trans­fiere a Su asesino como prueba de que la forma ha triunfado sobre el contenido y de que el amor ha perdido su significado. 5¿Desea­rías que eso fuese posible, aparte de que es evidente que no lo es? 6De ser posible, te habrías convertido a ti mismo en un ser inde­fenso. 7Dios no está enfadado. 8Simplemente no pudo permitir que eso ocurriese. 9Y tú no puedes hacer que Él cambie de parecer al respecto. 10Ningún rito que hayas inventado en el que la danza de la muerte te deleita puede causar la muerte de lo eterno, 11Ni aquello que has elegido para sustituir a la Plenitud de Dios pue­de ejercer influencia alguna sobre ella.
13. No veas en la relación especial más que el intento absurdo de querer anteponer otros dioses a Él, y de, al adorarlos, encubrir su pequeñez y la grandeza de Dios. 2En nombre de tu propia com­pleción no desees esto. 3Pues cualquier ídolo que antepongas a Él se antepone a ti y usurpa el lugar de lo que verdaderamente eres.
14. La salvación reside en el simple hecho de que las ilusiones no son temibles porque no son verdad. 2Te parecerán temibles en la medida en que no las reconozcas como lo que son, y no las reco­nocerás como lo que son en la medida en que desees que sean verdad. 3En esa misma medida estarás negando la verdad y no llevando a cabo la simple elección entre la verdad y las ilusiones; entre Dios y las fantasías. 4Recuerda esto, y no te resultará difícil percibir la elección exactamente como es, y sólo como es.
15. El núcleo de la ilusión de la separación reside simplemente en la fantasía de que es posible destruir el significado del amor. 2Y a menos que se restaure en ti el significado del amor, tú que com­partes su significado no podrás conocerte a ti mismo. 3La separa­ción no es más que la decisión de no conocerte a ti mismo. 4Todo este sistema de pensamiento es una experiencia de aprendizaje cuidadosamente urdida, diseñada para apartarte de la verdad y conducirte a las fantasías. 5Mas por cada enseñanza que pueda hacerte daño, Dios te ofrece corrección y el escape total de todas sus consecuencias.
16. Decidir entre si escuchar o no las enseñanzas de este curso y seguirlas, no es sino elegir entre la verdad y las ilusiones. 2Pues en este curso se hace una clara distinción entre la verdad y las ilusiones y no se confunden en absoluto. 3¡Qué simple se vuelve esta elección cuando se percibe exactamente como es! 4Pues sólo las fantasías hacen que elegir sea confuso, pero las fantasías son totalmente irreales.
17. Éste es, pues, el año en que debes llevar a cabo la elección más fácil a la que jamás te hayas enfrentado, y también la única. 2Cru­zarás el puente que conduce a la realidad simplemente porque te darás cuenta de que Dios está al otro lado y de que aquí no hay nada en absoluto. 3Es imposible no llevar a cabo la elección que naturalmente llevarías a cabo si te dieses cuenta de esto.

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