DESPERTAR AL AMOR

jueves, 7 de abril de 2011

7 ABRIL: Soy espíritu.




AUDIOLIBRO



EJERCICIOS

Soy espíritu.

1. La idea de hoy te identifica a ti con tu único Ser. 2No acepta una identidad dividida, ni trata de formar una unidad entrela­zando factores opuestos. 3Simplemente declara la verdad. 4Prac­tica hoy esta verdad tan a menudo como puedas, pues extraerá a tu mente del conflicto y la llevará a los serenos campos de la paz. 5Ni el más leve escalofrío de miedo hará acto de presencia, pues habrá sido absuelta de la locura al haber abandonado la ilusión de una identidad dividida.

2. Volvemos a declarar la verdad acerca de tu Ser, el santo Hijo de Dios que mora en ti, a Cuya mente le ha sido restituida la cordura. 2Tú eres el espíritu que ha sido amorosamente dotado de todo el Amor, la paz y la dicha de tu Padre. 3Tú eres el espíritu que completa a Dios Mismo y que comparte con Él Su función de Creador. 4Él está siempre contigo, tal como tú estás con Él.

3. Hoy trataremos de acercar la realidad a tu mente todavía más. 2Cada vez que practicas, te vuelves cuando menos un poco más consciente, ahorrando en algunas ocasiones mil años o más. 3Los minutos que dedicas se multiplican una y otra vez, pues el mila­gro hace uso del tiempo, pero no está regido por él. 4La salvación es un milagro, el primero y el último; el primero que es el último, pues es uno.

4. Tú eres el espíritu en cuya mente mora el milagro en el que el tiempo se detiene; el milagro en el que un minuto que se dedique a la práctica de estas ideas se convierte en un lapso de tiempo ilimitado e infinito. 2Da, pues, gustosamente estos minutos, y cuenta con Aquel que prometió infundirlos de intemporalidad. 3Él respaldará con toda Su fortaleza cada pequeño esfuerzo que hagas. 4Concédele hoy los minutos que Él necesita para poder ayudarte a entender con Él que tú eres el espíritu que mora en Él y que hace un llamamiento a todas las cosas vivientes a través de Su Voz; el espíritu que ofrece Su visión a todo aquel que se la pide y que reemplaza el error con la simple verdad.

5. El Espíritu Santo se regocijará de tomar cinco minutos de cada hora de tu tiempo para llevarlos alrededor de este mundo afli­gido donde el dolor y la congoja parecen reinar. 2No pasará por alto ni una sola mente receptiva que esté dispuesta a aceptar los dones de curación que esos minutos brindan, y los concederá allí donde Él sabe que han de ser bien recibidos. 3Y su poder sanador aumentará cada vez que alguien los acepte como sus propios pensamientos y los use para curar.

6. De esta manera, cada ofrenda que se le haga se multiplicará miles de veces y decenas de miles más. 2Y cuando te sea devuelta, sobrepasará en poderío la pequeña ofrenda que hiciste, en forma parecida a como el resplandor del sol es infinitamente más potente que el pequeño destello que emite la luciérnaga en un fugaz instante antes de apagarse. 3El constante fulgor de esta luz permanecerá y te guiará más allá de las tinieblas; y jamás podrás olvidar el camino otra vez.

7. Comienza estos gratos ejercicios con las palabras que el Espí­ritu Santo te dice, y deja que su eco reverbere por todo el mundo a través de Él:

2Espíritu soy, un santo Hijo de Dios; libre de toda limita­ción, a salvo, sano y pleno.
3Libre para perdonar y libre para salvar al mundo.

3Expresado a través de ti, el Espíritu Santo aceptará este regalo que recibiste de Él, aumentará su poder y te lo devolverá.

8. Ofrécele gustosamente hoy cada sesión de práctica. 2Y Él te hablará, recordándote que eres espíritu, uno con Él y con Dios, uno con tus hermanos y con tu Ser. 3Escucha las seguridades que te da cada vez que pronuncias las palabras que Él te ofrece hoy, y permite que Él le diga a tu mente que son verdad. 4Utilízalas contra cualquier tentación, y evita las lamentables consecuencias que la tentación trae consigo si sucumbes a la creencia de que eres otra cosa. 5El Espíritu Santo te brinda paz hoy. 6Recibe Sus palabras, y ofréceselas a Él.


TEXTO

V. El sanador no sanado
 
1. El plan de perdón del ego se utiliza mucho más que el de Dios. 2Esto se debe a que lo ponen en práctica sanadores que no han sanado, y pertenece, por lo tanto, al ámbito del ego. 3Considere­mos ahora con más detenimiento al sanador no sanado. 4Por defi­nición, está tratando de dar lo que no ha recibido. 5Si un sanador no sanado es un teólogo, por ejemplo, puede que parta de la pre­misa: "Soy un miserable pecador, y eso es lo que eres tú también". 6Si es un psicoterapeuta, es más probable que parta de la creencia igualmente absurda de que el ataque es real tanto para él como para su paciente, aunque eso es algo que a ninguno de los dos debiera importar.

2. He dicho repetidamente que las creencias del ego no se pueden compartir, y ésa es la razón de que sean irreales. 2¿Cómo puede ser, entonces, que "ponerlas al descubierto" las haga cobrar reali­dad? 3Todo sanador que busca la verdad en fantasías aún no ha sanado, pues no sabe dónde buscarla y, por lo tanto, no dispone de la solución al problema de cómo sanar.

3. La única ventaja de traer las pesadillas a la conciencia es poder mostrar que no son reales y que su contenido no significa nada. 2El sanador no sanado no puede hacer eso porque no lo cree. 3Todos los sanadores no sanados siguen de una u otra forma el plan de perdón del ego. 4Si son teólogos probablemente se conde­nan a sí mismos, enseñan a condenar y propugnan una solución temible. 5Al proyectar la condenación sobre Dios, hacen que Éste parezca vengativo y temen Su justo castigo. 6Lo único que han hecho ha sido identificarse con el ego, y al percibir lo que éste hace, se condenan a sí mismos debido a esta confusión de identi­dad. 7Es comprensible que muchos se hayan rebelado contra este concepto, pero rebelarse contra él indica que aún siguen creyendo en él.

4. Algunas de las modalidades más recientes del plan del ego son tan inútiles como las más antiguas, pues la forma en que se mani­fiestan es irrelevante y el contenido sigue siendo el mismo. 2En una de estas nuevas modalidades, por ejemplo, un psicoterapeuta puede interpretar los símbolos del ego que han aparecido en una pesadilla, y luego valerse de ellos para probar que la pesadilla es real. 3Habiéndole otorgado realidad, intenta entonces desvanecer sus efectos menospreciando la importancia del soñador. 4Éste sería un enfoque curativo siempre que también se considerase al soñador como irreal. 5Mas si se equipara al soñador con la mente, se niega el poder correctivo de que goza la mente a través del Espíritu Santo. 6Esto es una contradicción, incluso desde la pers­pectiva del ego, contradicción que a éste, aun en su confusión, por lo general no se le escapa.

5. Si la manera de contrarrestar el miedo es reduciendo la impor­tancia de la mente, ¿de qué manera puede esto fortalecer al ego? 2Tales obvias incongruencias explican por qué nadie ha sido capaz todavía de explicar lo que ocurre realmente en la psicoterapia. 3En realidad no ocurre nada. 4Nada real le ha sucedido al sanador no sanado, y éste no puede sino aprender de lo que él mismo enseña. 5Su ego siempre tratará de sacar provecho de la situación. 6El sanador no sanado no sabe, por lo tanto, cómo dar, y, consecuentemente, no puede compartir. 7No puede corregir porque no está actuando de forma que facilite la corrección. 8Cree que es a él a quien corresponde enseñarle al paciente lo que es real, a pesar de que él mismo no lo sabe.

6. ¿Qué se debe hacer entonces? 2Cuando Dios dijo: "Que haya luz", hubo luz. 3¿Puedes acaso encontrar luz analizando la oscu­ridad, tal como hace el psicoterapeuta, o reconociendo la oscuri­dad en ti mismo -tal como hace el teólogo- y buscando una luz distante que la disipe al mismo tiempo que enfatizas lo lejos que está? 4La curación no es un misterio. 5Nada puede cambiar a menos que se entienda, ya que la luz es entendimiento. 6Un "mise­rable pecador" no puede curar sin la ayuda de la magia, ni tam­poco puede una "mente insignificante" apreciarse a sí misma sin esa misma clase de ayuda.

7. Ambas formas del enfoque del ego te llevarán forzosamente a un callejón sin salida, la típica "situación imposible" a la que el ego siempre conduce. 2Tal vez sea una ayuda para alguien el que se le indique hacia dónde se está encaminando, pero de poco le sirve si no se le ayuda además a cambiar de rumbo. 3El sanador no sanado no puede hacer eso por él, puesto que no lo puede hacer para sí mismo. 4La única aportación significativa que el sanador puede hacer es presentarle un ejemplo de alguien a quien se le cambió de rumbo y que ya no cree en pesadillas de ninguna clase. 5La luz en su mente, por lo tanto, responderá al que pregunta, que tiene que decidir con Dios que sí hay luz porque la ve. 6Y mediante este reconocimiento el sanador sabe que la luz está ahí. 7Así es como la percepción finalmente se transforma en conocimiento. 8El obrador de milagros comienza percibiendo luz, y transforma su percepción en certeza al extender continuamente la luz y al acep­tar el reconocimiento que ésta le ofrece. 9Los efectos de la luz le confirman que ésta está ahí.

8. Un terapeuta no cura, sino que deja que la curación ocurra espon­táneamente. 2Puede señalar la oscuridad, pero no puede traer luz por su cuenta, pues la luz no es de él. 3No obstante, al ser para él, tiene que ser también para su paciente. 4El Espíritu Santo es el único Terapeuta. 5Él hace que la curación sea evidente en cual­quier situación en la que Él es el Guía. 6Lo único que puedes hacer es dejar que Él desempeñe Su función. 7Él no necesita ayuda para llevarla a cabo. 8Te dirá exactamente lo que tienes que hacer para ayudar a todo aquel que Él te envíe en busca de ayuda, y le hablará a través de ti si tú no interfieres. 9Recuerda que eres tú el que elige el guía que ha de prestar la ayuda, y que una elección equivocada no constituirá ninguna ayuda. 10Pero recuerda asimismo que la elección correcta sí lo será. 11Confía en Él, pues ayudar es Su función, y Él es de Dios. 12A medida que despiertes otras mentes al Espíritu Santo a través de Él, y no a través de ti, te darás cuenta de que no estás obedeciendo las leyes de este mundo. 13Sólo las leyes que estás obedeciendo dan resul­tado. 14"Lo bueno es lo que da resultado" es una afirmación acertada, pero incompleta. 15Sólo lo bueno puede dar resultado. 16Nada más puede hacerlo.

9. Este curso ofrece un marco de enseñanza muy claro y muy simple, y te provee de un Guía que te dice lo que debes hacer. 2Si le obedeces, verás que lo que El te dice es lo que da resultado. 3Los resultados que se derivan de seguir Su dirección son más convincentes que Sus palabras. 4Te demostrarán que las palabras son ciertas. 5Siguiendo al Guía adecuado, aprenderás la más sim­ple de todas las lecciones:

6Por sus frutos los conoceréis, y ellos se
conocerán así mismos.

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