2No tengo pensamientos privados. 3Sin embargo, es únicamente de. mis pensamientos privados de los que soy consciente. 4¿Qué significado pueden tener dichos pensamientos? 5No existen, de modo que no significan nada. 6No obstante, mi mente es parte de la creación y parte de su Creador. 7¿No sería acaso preferible que me uniese al pensamiento del universo en vez de oscurecer todo aquello que realmente me pertenece con mis míseros e insignificantes pensamientos "privados"?
Instrucciones para la práctica
Propósito: Repasar las lecciones y así dejar que se adentren en un nivel más profundo.
También, ver la relación entre ellas y lo entrelazado que está el sistema de pensamiento al que
se te está llevando.
Ejercicios: Tan a menudo como puedas (sugerencia: cada hora, a la hora en punto), durante al
menos dos minutos.
- Solo y en un lugar tranquilo, lee una de las cinco lecciones y los comentarios
relacionados. Fíjate en que los comentarios como si fueran tus propios pensamientos
sobre la idea. Intenta imaginarte que son tus propias palabras. Te ayudará introducir tu
nombre a menudo. Esto te preparará para la fase siguiente, en la que tú mismo produces
pensamientos semejantes.
- Cierra los ojos y piensa en la idea y en los comentarios. Concretamente piensa en la
idea central del párrafo del comentario. Reflexiona sobre ella. Deja que surjan
pensamientos relacionados (utilizando el entrenamiento que has recibido en esa
práctica). Si tu mente se distrae, repite la idea y luego vuelve a reflexionar sobre ella.
Éste es el mismo ejercicio básico de la Lección 50, en el que activamente piensas sobre
las ideas para dejar que se adentren más profundamente en tu mente.
Observaciones:
- Al comienzo y al final del día lee las cinco lecciones.
- A partir de entonces, haz una lección por sesión de práctica, el orden no importa.
- Haz cada lección por lo menos una vez.
- Cumplido eso, concéntrate en una lección determinada si es la que más te atrae.
Comentario
Recuerda que la práctica general para estos repasos es leer los cinco pensamientos y sus
comentarios dos veces al día, por la mañana y por la noche, y durante el día pasar al menos un
periodo de dos minutos con cada una de las ideas.
Los pensamientos están concentrados en estos repasos, así que ofrezco sólo unas pocas
observaciones sobre cosas que destacan para mí.
“La realidad no es nunca atemorizante” (1:2). La realidad es, por supuesto, lo que Dios creó.
Cuando siento miedo, me resulta útil recordarme a mí mismo que lo que estoy viendo no está
realmente ahí.
Yo soy el que fabrica las ilusiones atemorizantes. ¡Qué tranquilizador que se nos diga: “Nada en
la creación de Dios se ve afectado en modo alguno por mi confusión! (1:7). Ésa es la base para
abandonar la culpa. Puedo estar confundido, equivocado, engañado, y engañar; pero nada de
esto afecta a lo que es real. Lo que es real, es real sin importar lo que yo haga. El sol no
desaparece porque yo me tape los ojos. Así que, ¡todo lo que yo he hecho no ha tenido ningún
efecto real! No hay nada por lo que yo tenga que sentirme culpable.
“
Si no veo nada tal como es ahora, ciertamente se puede decir que no veo nada” (4:2). Una cosa
es como es ahora. No es como era ayer; no es como será mañana. Las cosas existen ahora. Ésa
es la única manera en que puedo verlas. Así es como son. Si veo el pasado, no veo nada. El
pasado no está aquí.
“No tengo pensamientos privados” (5:2). ¿Y si todo el mundo pudiera ver dentro de tu mente?
¿Y si lo que pensaste de tu jefe afectara a la guerra en Bosnia? ¿Sabes qué? Pueden ver. Afecta.
Y, sin embargo, “no significan nada” (5:5). Si tienes pensamientos que crees privados, no
significan nada. Tienen efectos dentro de la ilusión, pero no afectan a nada que sea real.
Únicamente los pensamientos que se comparten tienen efectos reales, y los únicos pensamientos
que se pueden compartir son los pensamientos que piensas con Dios.
TEXTO
8. Lamento cuando mis hermanos no comparten mi decisión de oír solamente una Voz, pues eso los debilita como maestros y como alumnos. 2Con todo, sé que no pueden realmente traicionarse a sí mismos ni traicionarme a mí, y que sobre ellos es donde todavía tengo que edificar mi iglesia. 3No hay ninguna otra alternativa al respecto porque únicamente tú puedes ser la roca de la iglesia de Dios. 4Állí donde hay un altar hay una iglesia, y la presencia del altar es lo que hace que la iglesia sea santa. 5La iglesia que no inspira amor, tiene un altar oculto que no está sirviendo al propósito para el que Dios lo destinó. 6Tengo que edificar Su iglesia sobre ti porque quienes me aceptan como modelo son literalmente mis discípulos. 7Los discípulos son seguidores, y si el modelo que siguen ha elegido evitarles dolor en relación con todo, serían ciertamente insensatos si no lo siguiesen.
9. Elegí, por tu bien y por el mío, demostrar que el ataque más atroz, a juicio del ego, es irrelevante. 2Tal como el mundo juzga estas cosas, mas no como Dios sabe que son, fui traicionado, abandonado, golpeado, atormentado y, finalmente, asesinado. 3Está claro que ello se debió únicamente a las proyecciones de otros sobre mí, ya que yo no le había hecho daño a nadie y había curado a muchos.
10. Seguimos gozando de perfecta igualdad como alumnos, aunque no es necesario que tengamos las mismas experiencias. 2El Espíritu Santo se regocija cuando puedes aprender de las mías y valerte de ellas para volver a despertar. 3Ése es su único propósito y ésa es la única manera en que yo puedo ser percibido como el camino, la verdad y la vida. 4Oír una sola voz nunca implica sacrificio. 4Por el contrario, si eres capaz de oír al Espíritu Santo en otros, puedes aprender de sus experiencias y beneficiarte de ellas sin tener que experimentarlas directamente tú mismo. 6Eso se debe a que el Espíritu Santo es uno, y todo aquel que le escucha es conducido inevitablemente a demostrar Su camino para todos.
11. Nadie te está persiguiendo, del mismo modo en que nadie me persiguió a mí. 2No se te pide que repitas mis experiencias, pues el Espíritu Santo, a Quien compartimos, hace que eso sea innecesario. 3Para valerte de mis experiencias de manera constructiva, no obstante, tienes aún que seguir mi ejemplo con respecto a cómo percibirlas. 4Mis hermanos, que son también tus hermanos, están constantemente justificando lo injustificable. 5La única lección que tengo que enseñar, puesto que la aprendí, es que ninguna percepción que esté en desacuerdo con el juicio del Espíritu Santo está jamás justificada. 6Mi función consistió en mostrar que esto es verdad en un caso extremo, simplemente para que pudiese servir como un instrumento de enseñanza ejemplar para aquellos que, en situaciones no tan extremas, sienten la tentación de abandonarse a la ira y al ataque. 7Mi voluntad, junto con la de Dios, es que ninguno de Sus Hijos sufra.
12. La crucifixión no puede ser compartida porque es el símbolo de la proyección, pero la resurrección es el símbolo del compartir, ya que para que la Filiación pueda conocer su plenitud, es necesario que cada uno de los Hijos de Dios experimente un redespertar. 2Sólo esto es conocimiento.
13. El mensaje de la crucifixión es inequívoco:
2Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres.
14. Si interpretas la crucifixión de cualquier otra forma, la estarás usando como un arma de ataque en vez de como la llamada a la paz para la que se concibió. 2Con frecuencia, los Apóstoles la interpretaron erróneamente, por la misma razón que otros lo hacen. 3Su propio amor imperfecto les hizo ser vulnerables a la proyección, y, como resultado de su propio miedo, hablaron de la "ira de Dios" .como el arma de represalia de Éste. 4No pudieron hablar de la crucifixión enteramente sin ira porque sus propios sentimientos de culpabilidad habían hecho que se sintiesen indignados.
15. Éstos son algunos de los ejemplos de pensamiento tergiversado del Nuevo Testamento, si bien su evangelio es, en realidad, únicamente el mensaje del amor. 2Si los Apóstoles no se hubieran sentido culpables, nunca me habrían podido atribuir expresiones tales como: "No he venido a sembrar paz, sino espadas". 3Esto está en clara oposición a todas mis enseñanzas. 4De haberme entendido realmente, no podrían haber descrito tampoco mi reacción a Judas como lo hicieron. 5Yo no pude haber dicho: "¿Traicionas al Hijo del Hombre con un beso?" a no ser que hubiese creído en la traición. 6El mensaje de la crucifixión fue precisamente que yo no creía en la traición. 7El "castigo" que se dijo infligí a Judas fue un error similar. 8Judas era mi hermano y un Hijo de Dios, tan miembro de la Filiación como yo. 9¿Cómo iba a condenarlo cuando estaba listo para probar que condenar es imposible?
16. Cuando leas las enseñanzas de los Apóstoles, recuerda que les dije que había muchas cosas que ellos no entenderían hasta más tarde porque en aquel entonces aún no estaban completamente listos para seguirme. 2No quiero que dejes que se infiltre ningún vestigio de miedo en el sistema de pensamiento hacia el que te estoy guiando. 3No ando en busca de mártires sino de maestros. 4Nadie es castigado por sus pecados, y los Hijos de Dios no son pecadores. 5Cualquier concepto de castigo significa que estás proyectando la responsabilidad de la culpa sobre otro, y ello refuerza la idea de que está justificado culpar. 6El resultado es una lección acerca de cómo culpar, pues todo comportamiento enseña las creencias que lo motivan. 7La crucifixión fue el resultado de dos sistemas de pensamiento claramente opuestos entre sí: el símbolo perfecto del "conflicto" entre el ego y el Hijo de Dios. 8Este conflicto parece ser igualmente real ahora, y lo que enseña tiene que aprenderse ahora tal como se tuvo que aprender entonces.
17. Yo no necesito gratitud, pero tú necesitas desarrollar tu mermada capacidad de estar agradecido, o no podrás apreciar a Dios. 2Él no necesita que lo aprecies, pero tú sí. 3No se puede amar lo que no se aprecia, pues el miedo hace que sea imposible apreciar nada. 4Cuando tienes miedo de lo que eres no lo aprecias, y, por lo tanto, lo rechazas. 5Como resultado de ello, enseñas rechazo.
18. El poder de los Hijos de Dios está presente todo el tiempo porque fueron creados para ser creadores. 2La influencia que ejercen unos sobre otros es ilimitada, y tiene que usarse para su salvación conjunta. 3Cada uno de ellos tiene que aprender a enseñar que ninguna forma de rechazo tiene sentido. 4La separación es la noción del rechazo. 5Mientras sigas enseñando esto lo seguirás creyendo. 6No es así como Dios piensa, y tú tienes que pensar como Él si es que has de volver a conocerlo.
19. Recuerda que el Espíritu Santo es el vínculo de comunicación entre Dios el Padre y Sus Hijos separados. 2 Si escuchases Su Voz sabrías que tú no puedes herir ni ser herido, y que son muchos los que necesitan tu bendición para poder oír esto por sí mismos. 3Cuando sólo percibas esa necesidad en ellos, y no respondas a ninguna otra, habrás aprendido de mí y estarás tan deseoso de compartir lo que has aprendido como lo estoy yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario