DESPERTAR AL AMOR

sábado, 19 de enero de 2019

19 ENERO: No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.

AUDIOLIBRO



EJERCICIOS

LECCIÓN 19

No soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos.

1. La idea de hoy es obviamente la razón por la que lo que ves no te afecta a ti solo. 2Notarás que las ideas que presentamos relacionadas con el acto de pensar a veces preceden a las que están rela­cionadas con la percepción, mientras que en otras ocasiones se invierte ese orden. 3Eso se debe a que el orden en sí no importa. 4El acto de pensar y sus resultados son en realidad simultáneos, ya que causa y efecto no están nunca separados.

2. Hoy volvemos a hacer hincapié en el hecho de que las mentes están unidas. 2Rara vez se acoge bien esta idea al principio, puesto que parece acarrear un enorme sentido de responsabilidad, e incluso puede considerarse como "una invasión de la vida íntima”. 3Sin embargo, es un hecho que no existen pensamientos priva­dos. 4A pesar de tu resistencia inicial a esta idea, ya entenderás que para que la salvación sea posible, esta idea tiene que ser ver­dad. 5Y la salvación tiene que ser posible porque es la Voluntad de Dios.

3. El minuto de búsqueda mental que se requiere para los ejerci­cios de hoy debe hacerse con los ojos cerrados. 2Repite primero la idea de hoy y luego escudriña tu mente en busca de aquellos pen­samientos que se encuentren en ella en ese momento. 3A medida que examines cada uno de ellos, descríbelo en función del perso­naje o tema central que contenga, y mientras lo mantienes en la mente, di:

4No soy el único que experimenta los efectos de este pensamiento acerca de  _____

4. El requisito de ser lo más imparcial posible al seleccionar los objetos para las sesiones de práctica ya te debe resultar bastante familiar a estas alturas, y de aquí en adelante no se repetirá diaria­mente, aunque se incluirá de vez en cuando a modo de recordato­rio. 2No olvides, sin embargo, que seleccionar los objetos al azar en todas las sesiones de práctica seguirá siendo esencial hasta el final. 3Esta falta de orden en el proceso de selección es lo que hará que finalmente tenga sentido para ti el hecho de que no hay gra­dos de dificultad en los milagros.

5. Además de las aplicaciones de la idea de hoy "según lo dicte la necesidad"; se requieren por lo menos tres sesiones de práctica, aunque el tiempo requerido para las mismas podría acortarse si ello fuese necesario. 2No intentes hacer más de cuatro.



Instrucciones para la práctica

Propósito: Enseñarte que todas las mentes están unidas. A pesar de no ser bien recibida al principio, esta idea tiene que ser verdad para que la salvación sea posible.

Ejercicio: 3 o 4 (al menos 3), de un minuto aproximadamente (más corto si es necesario).

  • Cierra los ojos y repite la idea. 
  • Busca los pensamientos que ahora hay en tu mente. A medida que los contemplas a cada uno, mantenlo en tu mente y di: “No soy el único que experimenta los efectos de este pensamiento acerca de (nombra a la persona, o al tema, o a la situación)”.


Observaciones: La lección de hoy incluye la última mención de un tema que ya es muy familiar: la necesidad de no hacer distinciones y la selección al azar de los objetos de la práctica. Estas primeras lecciones nos han entrenado en esto (se ha mencionado en cada lección excepto 8, 13 y 14), y de este modo en esta lección el autor anuncia que ya no hará hincapié en ello de nuevo. Esto no se debe a que no sea importante, sino a que espera que ya lo hemos interiorizado. Ahora Él espera que mantengamos esta práctica a lo largo del resto del Libro de Ejercicios. También explica por qué es tan importante. Poder aplicar la idea con la misma facilidad al cuerpo de tu compañero que a una mota de polvo en el suelo te permitirá finalmente sanar un cáncer con la misma facilidad que un resfriado.

Respuesta a la tentación: Según se necesite.
Aplica la idea como respuesta a cualquier pensamiento no deseado. El hecho de darte cuenta de que este pensamiento le afecta a todo el mundo, te ayudará a abandonarlo.

Comentario

Ayer la idea trataba sobre ver, hoy sobre pensar. “El acto de pensar y sus resultados son en realidad simultáneos, ya que causa y efecto no están nunca separados” (1:4). “Pensar” es la causa, “ver” es el efecto (resultado), y las dos ocurren al mismo tiempo. Una pelota que atraviesa tu ventana es la causa de que el cristal se rompa. ¿Cuál sucede primero? ¿La pelota atravesando el cristal o el cristal rompiéndose? Está claro que los dos suceden al mismo tiempo.

Esto sucede con pensar y ver. Cuando pensamos, percibimos (vemos). Como ocurren al mismo tiempo, se nos hace difícil reconocer al pensamiento como la causa. Al ego le resulta muy fácil el truco de que parezca lo contrario, y por eso creemos que lo que vemos es la causa de lo que pensamos. Pero no es así como funciona.

La idea de que todas las mentes son una es emocionante pero también, especialmente al principio, muy amenazadora. Hay pensamientos que no quiero compartir, pero “No hay pensamientos privados” (2:3). Mis pensamientos “privados” afectan a todo el mundo y a todas las cosas, igual que cada pensamiento que cruza por mi mente. La idea puede ser desconcertante. La lección nos dice que, a pesar de la resistencia, finalmente nos daremos cuenta de que así es como tiene que ser “si es que la salvación es posible” (2:4). No explica por qué es inevitable, pero dice que todos lo veremos así sin tardar mucho.

Pensemos en ello durante un minuto. Si otras mentes están de verdad separadas de la mía, entonces son posibles también voluntades diferentes. Eso me coloca en lucha con el mundo, solo contra el universo. ¿Cómo puedo entonces estar libre de miedo, si fuerzas externas pueden volverse contra mí en cruel ataque?

Sin embargo, si todas las mentes son parte de la mente única, y si lo que pienso afecta a todas las partes de esa mente unificada, entonces la salvación es posible. Por lo tanto, una elección a favor de la paz, puede empujar a toda la mente unida hacia la paz. La salvación es posible. Yo no soy el resultado del mundo, sino que el mundo es mi resultado. Tengo el poder de elegir. Puedo elegir la paz por toda la Mente. Así es como, desde el punto de vista del Curso, puedo convertirme en el salvador del mundo.

¡Que desde hoy elija a favor de la paz, de la sanación y del perdón! Al empezar a darme cuenta de que no soy el único que experimenta los efectos de mis pensamientos, empezaré a ser cuidadoso con lo que pienso; y al empezar a ser cuidadoso con mis pensamientos, empezaré a sanar yo mismo y el mundo junto conmigo.




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