DESPERTAR AL AMOR

jueves, 24 de enero de 2019

24 ENERO: No percibo lo que más me conviene.

AUDIOLIBRO



EJERCICIOS

LECCIÓN 24 

No percibo lo que más me conviene.

1. No te das cuenta en ninguna de las situaciones que se presen­tan ante ti del desenlace que te haría feliz. 2No tienes, por lo tanto, una pauta por la que regir debidamente tus acciones, ni manera alguna de juzgar sus resultados. 3Lo que haces está deter­minado por tu percepción de la situación de que se trate, y esa percepción es errónea. 4Es inevitable, pues, que nada de lo que hagas sea en beneficio de lo que más te conviene. 5No obstante, lo que más te conviene constituye tu único objetivo en toda situa­ción que se perciba correctamente. 6De lo contrario, te resultará imposible reconocerlo.

2. Si te dieses cuenta de que en realidad no percibes lo que más te conviene, se te podría enseñar lo que ello es. 2Pero como estás convencido de que lo sabes, no puedes aprender. 3La idea de hoy es un paso encaminado a hacer que tu mente se vuelva receptiva de manera que el aprendizaje pueda dar comienzo.

3. Los ejercicios de hoy requieren mucha más honestidad de la que estás acostumbrado a usar. 2Te será más útil examinar unos pocos temas honesta y minuciosamente en cada una de las cinco sesiones de práctica que se deben llevar a cabo hoy, que un mayor número superficialmente. 3Se recomiendan dos minutos para cada uno de los períodos de búsqueda mental que los ejercicios de hoy requieren.

4. Las sesiones de práctica se deben comenzar repitiendo la idea de hoy, a lo que debe seguir una búsqueda mental con los ojos cerrados de aquellas situaciones en tu vida que aún no estén re­sueltas y que actualmente te están causando desasosiego. 2Debes hacer hincapié en descubrir cuál es el resultado que deseas. 3Te darás cuenta muy pronto de que tienes varios objetivos en mente como parte del resultado que deseas y también de que esos objeti­vos se encuentran en diferentes niveles y de que con frecuencia son conflictivos.

5. Al aplicar la idea de hoy, nombra cada situación que se te ocu­rra, y luego enumera minuciosamente todos los objetivos que te gustaría alcanzar en el desenlace de la misma. 2El modelo que se debe seguir en cada caso debe ser más o menos así:

3Lo que me gustaría que ocurriese en relación con _____ , es que _____ y que _____ sucediese,

y así sucesivamente. 4Trata de abarcar tantos diferentes desenlaces como honestamente se te ocurran, aun cuando algunos de ellos no parezcan estar directamente relacionados con la situación, o, lo que es más, ni siquiera parezcan tener nada que ver con ella.

6. Si haces estos ejercicios correctamente, te darás cuenta de inme­diato de que estás exigiendo de cada situación un gran número de cosas que no tienen nada que ver con ella. 2Te percatarás asimismo de que muchos de tus objetivos son contradictorios, que no tienes un resultado concreto en mente, y que no puedes por menos que experimentar desilusión con respecto a algunos de tus objetivos, independientemente de como se resuelva finalmente la situación. 

7. Después de pasar revista a tantos objetivos anhelados como puedas para cada situación aún sin resolver que cruce tu mente, di para tus adentros:

2No percibo lo que más me conviene en esta situación,

y pasa a la siguiente.




Instrucciones para la práctica

Ejercicio: 5 veces, de dos minutos de duración. 
  • Repite la idea. 
  • Con los ojos cerrados, busca en tu mente situaciones que aún no estén resueltas y que te preocupan. Cuando encuentres una, nombra todos los objetivos que te gustaría alcanzar, todos los resultados que deseas, al menos todos los que puedas encontrar. Di: “Lo que me gustaría que gustaría que sucediese en relación con ____, es que ____ y que ____ sucediese…” 
  • Después de pasar revista a tantos objetivos anhelados como puedas para cada situación aún sin resolver que cruce tu mente, di para tus adentros: No percibo lo que más me conviene en esta situación, 
  • Después de decir esto, repite todo el procedimiento con otra situación, y así sucesivamente hasta completar el tiempo de la práctica.

Observaciones: En estos ejercicios lo importante es ser honesto contigo mismo. Puede ser humillante admitir cuántas esperanzas contradictorias e imposibles has amontonado en una sola situación. Pero admitir eso es lo importante de este ejercicio. Eso es lo que te mostrará que la idea de hoy es para ti completamente verdadera. Así que sé lo más honesto que puedas, así como cuidadoso y paciente al poner al descubierto todas las metas con las que has “atiborrado los bolsillos” de esta situación.

Comentario

En cualquier situación dada, nuestras acciones están determinadas por cómo vemos la situación. Y, tal como hemos visto en las últimas 23 lecciones, nuestras percepciones no son de fiar, (por decirlo de una manera suave). Esta lección lo dice más rotundamente: nuestras percepciones son “erróneas” (1:3). Entonces, no hay manera de que podamos saber lo que más nos conviene en cualquier situación.

Los ejercicios de hoy pretenden llamar nuestra atención sobre cuatro cosas (párrafo 6): 
  • Estamos exigiendo de cada situación un gran número de cosas que no tienen nada que ver con ella. 
  • Muchas de nuestras metas son contradictorias. 
  • No tenemos un resultado unificado, concreto, en la mente. 
  • Tenemos que experimentar desilusión con respecto a algunas de nuestras metas, independientemente de cuál sea el resultado.


Todos hemos experimentado lo que este párrafo dice, sobre todo al tomar decisiones importantes. Supongamos que recibo una oferta de un trabajo maravilloso por el que me pagan más dinero del que haya podido imaginar y en el que hago lo que me gusta. Al principio suena bien. Luego me doy cuenta de que tengo que mudarme a otra parte del país que no me gusta, tendré que estar dispuesto a viajar por muchos sitios, y frecuentemente tendré que trabajar muchas horas, incluso los fines de semana. Mi mente se llena de repente con todas las metas conflictivas. Puedo descubrir que espero que el trabajo me haga feliz, de algún modo. Quizá pienso que el trabajo me proporcionará compañeros espirituales. Tendré que dejar atrás a mis amigos. Y así sucesivamente…

Cuanto más trabajo con el Curso, más me doy cuenta de que ésta no es una lección sólo del comienzo, es algo que se aplica a casi todas las situaciones en las que me encuentro. Constantemente me recuerdo a mí mismo que no sé lo que más me conviene en una situación tras otra. Para mí es de lo más importante hacerlo así cuando las cosas parecen estar bastante claras, cuando creo saber lo que quiero y necesito. Si pienso que sé lo que más me conviene, no se me puede enseñar lo que verdaderamente es. El mejor estado mental que entonces puedo mantener es: “No lo sé”.

Puedo reconocer mis preferencias, puedo admitir que creo que me gustaría que sucediesen determinadas cosas, pero necesito aprender a añadir: “No estoy seguro de que esto sea lo mejor”. Si rezo por algo, puedo añadir: “Que suceda… o algo mejor”. Me mantengo con la mente abierta, preparado para aceptar que lo que pienso de la situación puede que no lo abarque todo, y probablemente así es. Ése es el propósito de la lección de hoy: abrir nuestra mente a la posibilidad de que puede que no sepamos, y de que podemos necesitar ayuda.







TEXTO

IV. El error y el ego


1.  Las capacidades que ahora posees no son sino sombras de tu verdadera fuerza. 2Todas las funciones que ahora tienes están divididas y son susceptibles de ser cuestionadas y puestas en duda. 3Esto se debe a que no tienes certeza acerca de cómo vas a usarlas, y, por consiguiente, el conocimiento queda vedado para ti. 4Y éste te está asimismo vedado porque todavía percibes sin amor. 5Antes de que la separación introdujese las nociones de gra­dos, aspectos e intervalos, la percepción no existía. 6El espíritu no tiene niveles, y todo conflicto surge como consecuencia del con­cepto de niveles. 7Sólo los Niveles de la Trinidad gozan de Uni­dad. 8Los niveles creados por la separación no pueden sino estar en conflicto. 9Ello se debe a que ninguno de ellos significa nada para los demás.

2. La conciencia -el nivel de la percepción- fue la primera divi­sión que se introdujo en la mente después de la separación, con­virtiendo a la mente de esta manera en un instrumento preceptor en vez de en un instrumento creador. 2La conciencia ha sido correc­tamente identificada como perteneciente al ámbito del ego. 3El ego es un intento erróneo de la mente de percibirte tal como deseas ser, en vez de como realmente eres. 4Sin embargo, sólo te puedes conocer a ti mismo como realmente eres, ya que de eso es de lo único que puedes estar seguro. 5Todo lo demás es cuestionable.

3. El ego es el aspecto inquisitivo del ser que surgió después de la separación, el cual fue fabricado en vez de creado. 2Es capaz de hacer preguntas, pero no de percibir respuestas significativas, ya que éstas entrañan conocimiento y no se pueden percibir. 3La mente está, por consiguiente, confusa porque sólo la Mentalidad­-Uno está exenta de confusión. 4Una mente separada o dividida no puede sino estar confundida. 5Tiene necesariamente que sentirse incierta acerca de lo que es. 6Y no puede sino estar en conflicto, puesto que está en desacuerdo consigo misma. 7Esto hace que sus aspectos sean extraños entre sí, y ésta es la esencia de la condición propensa al miedo en la que el ataque siempre tiene cabida. 8Tal como te percibes tienes todas las razones del mundo para sentirte atemorizado. 9De ahí que no te puedas liberar del miedo hasta que no te des cuenta, no sólo de que no te creaste a ti mismo, sino de que tampoco habrías podido hacerlo. 10Nunca podrás hacer que tus percepciones falsas sean verdaderas, y tu creación no se ve afectada en modo alguno por tu error. 11Por eso es por lo que, en última instancia, tienes que optar por subsanar la separación.

4. No se debe confundir a la mente que goza de conocimiento con la mentalidad recta, ya que sólo esta última está vinculada a la percepción verdadera. 2Puedes tener una mentalidad recta o una mentalidad errada, y aun esto es cuestión de grados, lo cual demuestra claramente que ninguna de ellas tiene nada que ver con el conocimiento. 3El término "mentalidad recta" se debe entender como aquello que corrige la "mentalidad errada", y se refiere al estado mental que induce a una percepción fidedigna. 4Es un estado de mentalidad milagrosa porque sana la percep­ción errónea, lo cual es ciertamente un milagro en vista de como te percibes a ti mismo.

5. La percepción siempre entraña algún uso inadecuado de la mente, puesto que la lleva a áreas de incertidumbre. 2La mente es muy activa. 3Cuando elige estar separada, elige percibir. 4Hasta ese momento su voluntad es únicamente gozar de conocimiento. 5Una vez que ha elegido percibir, no puede sino elegir ambigua­mente, y la única forma de escaparse de la ambigüedad es me­diante una percepción clara. 6La mente retorna a su verdadera función únicamente cuando su voluntad es gozar de conoci­miento. 7Esto la pone al servicio del espíritu, donde la percepción cambia. 8La mente elige dividirse a sí misma cuando elige inven­tar sus propios niveles. 9Pero no puede separarse completamente del espíritu, ya que de éste es de donde deriva todo su poder para fabricar o para crear. 10Aun en la creación falsa la mente está afir­mando su Origen, pues, de otro modo, simplemente dejaría de existir. 11Esto último, no obstante, es imposible, ya que la mente le pertenece al espíritu que Dios creó, y que, por lo tanto, es eterno.

6. La capacidad de percibir hizo que el cuerpo fuese posible, ya que tienes que percibir algo y percibirlo con algo. 2Por eso es por lo que la percepción siempre entraña un intercambio o interpreta­ción que el conocimiento no requiere. 3La función interpretativa de la percepción, que es una forma de creación distorsionada, te permitió entonces llegar a la conclusión de que tú eres tu cuerpo, en un intento de escapar del conflicto que tú mismo habías provo­cado. 4El espíritu, que goza de absoluto conocimiento, no pudo avenirse a esta pérdida de poder, ya que es incapaz de albergar oscuridad. 5Esto hizo que el espíritu fuese casi inaccesible a la mente y completamente inaccesible al cuerpo. 6A partir de ahí, se percibió al espíritu como una amenaza, puesto que la luz disipa la oscuridad al mostrarte simplemente que ésta no se encuentra ahí. 7La verdad siempre prevalecerá sobre el error de este modo. 8No puede ser éste un proceso activo de corrección porque, como ya he puesto de relieve, el conocimiento no hace nada. 9Puede ser percibido como un agresor, pero no puede atacar. 10Lo que tú per­cibes como su ataque es tu propio vago reconocimiento de que el conocimiento siempre se puede recordar, al no haber sido jamás destruido.

7. Dios y Sus creaciones permanecen a salvo, y saben, por lo tanto, que no existe ninguna creación falsa. 2La verdad no puede lidiar con los errores que tú deseas conservar. 3Yo fui un hombre que recordó al espíritu y su conocimiento. 4Como hombre no traté de contrarrestar los errores con el conocimiento, sino de corregir el error de raíz. 5Demostré tanto la impotencia del cuerpo como el poder de la mente. 6Al unir mi voluntad con la de mi Creador, recordé naturalmente al espíritu y su verdadero propósito. 7Yo no puedo unir tu voluntad a la de Dios por ti, pero puedo borrar todas las percepciones falsas de tu mente si la pones bajo mi tutela. 8Sólo tus percepciones falsas se interponen en tu camino. 9Sin ellas, no hay duda de la alternativa que elegirías. 10Pues una percepción sana induce a una elección sana. 11No puedo elegir por ti, pero puedo ayudarte a que elijas correctamente. 12"Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos" debería rezar: "Todos son llamados, pero son pocos los que eligen escuchar." 13Por lo tanto, no eligen correctamente. 14Los "escogidos" son sencillamente los que eligen correctamente más pronto. 15Las mentes sanas pueden hacer esto ahora, y al hacerlo hallarán descanso para sus almas. 16Dios te conoce sólo en paz, y ésa es tu única realidad.





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