LECCIÓN 189
.
RESUMEN DE LA PRÁCTICA
Instrucciones generales: Tiempo de quietud por la mañana/ noche, recordatorios cada hora, Respuesta a la tentación. Ver la Lección 153.
Propósito: Abandonar tus pensamientos de odio y de juicios, que son la causa de que veas un mundo aterrador, y experimentar el Amor de Dios dentro de ti ahora. Esta experiencia intensificará tu motivación y fortalecerá tu compromiso.
Tiempo de quietud por la mañana/ noche: Por lo menos cinco minutos; lo ideal es treinta minutos o más.
Aquiétate y vacía tu mente de todas las ideas e imágenes acerca de ti mismo, de todos los pensamientos acerca del mundo, de todas las creencias acerca de lo que Dios es, de todo lo que piensas que es verdadero o falso, bueno o malo, tus pensamientos “buenos” y los “vergonzosos”, todos los pensamientos que aprendiste en el pasado. Olvidar incluso este Curso. Y venir con las manos vacías, con el corazón sereno y con la mente abierta y dispuesta a recibir a tu Dios.
Observaciones: No decidas el camino por el que Dios debe venir a ti. Simplemente deja que Él sea Lo Que es. Ábrele una puerta y Su Amor iluminará el camino a ti, brillando hacia afuera desde Su hogar dentro de ti.
Recordatorios cada hora: Uno o dos minutos, a la hora en punto, (menos si las circunstancias no lo permiten).
Respuesta a la tentación: Siempre que sea necesario.
Repite la idea.
Comentario
En este punto del Libro de Ejercicios, en cualquier momento que veamos la palabra “ahora”, deberíamos verla como una referencia probable del instante santo. La palabra “sentir” o “experimentar” también tiene significado, dirige nuestra atención al terreno de la experiencia, como opuesto a la comprensión de las ideas. Dados estos dos puntos, podemos darnos cuenta de que esta lección trata de entrar en el instante santo en el que sentimos o experimentamos el Amor de Dios dentro de nosotros.
“Hay una luz en ti que el mundo no puede percibir” (1:1). Al igual que ayer, la lección de hoy empieza refiriéndose a la luz que está dentro de nosotros, desde nuestra creación. No es algo visible para los ojos del cuerpo (1:2), pero es visible para otro tipo de visión. Ver esta luz significa lo mismo que sentir el Amor de Dios (1:7). Se nos está llevando a experimentar esta otra clase de visión.
Podemos ver “a través de los enturbiados ojos de la malicia y del miedo” (3:2), o con una mente llena de la experiencia de la Presencia del Amor dentro de ella; vemos un mundo preparado para atacarnos, o un mundo que se extiende para bendecirnos. Cada una de estas imágenes del mundo hace que la otra no se pueda ver (3:5, 4:1).
Si estoy viendo “un mundo de odio listo para vengarse” (3:5), la descripción del mundo que se da en el párrafo 2 parece que no es más que ilusión. Las personas que se encuentran con la enseñanza del Curso por primera vez ponen esta objeción o protesta. Por ejemplo, una vez le oí decir a un hombre que había asistido a una charla sobre el perdón: “¡Vosotros tenéis que estar locos! Todo lo que tenéis que hacer es andar por las calles de Nueva York, y no podéis mantener que el amor es todo lo que existe”. Él estaba viendo un mundo de odio listo para el ataque, en su mente no había sitio para ver nada más.
Si estoy viendo un mundo de odio, ¿cómo puedo ver un mundo de amor? Ningún razonamiento lógico cambiará mi mente. Lo que es necesario es algo que cambie lo que mi mente está viendo dentro de sí misma, porque el mundo que veo no es más que un reflejo de eso, “la imagen externa de una condición interna” (T.21.In.1:5). Si estoy viendo un mundo de ataque es porque dentro de mí estoy viendo una mente que ataca. “Contemplan lo que han sentido dentro de sí, y ven su inequívoco reflejo por todas partes” (4:3). El instante santo puede cambiar, y cambia, esa percepción de sí mismo. “Siento el Amor de Dios dentro de mí ahora”. Esa experiencia cambiará literalmente el modo en que veo el mundo. “Mas si sientes el Amor de Dios dentro de ti, contemplarás un mundo de misericordia y de amor” (5:5).
Por esa razón se nos pide que dejemos a un lado todos los pensamientos acerca de lo que nosotros somos (7:1), y que nos aquietemos y permitamos que algo distinto entre en nuestra mente. Se nos pide que dejemos a un lado todas las conclusiones que hemos sacado de todas las cosas, para permitir -por un momento al menos- que todo ello sea borrado, y venir “con las manos completamente vacías” a Dios (7:5). Al pedirnos que olvidemos incluso “este curso”, la lección no está diciendo que la comprensión intelectual del curso no sea útil, sino que únicamente algo que vaya más allá de la inteligencia puede darle la vuelta a nuestra percepción equivocada. Incluso nuestra comprensión del Curso tiene que estar equivocada cuando se basada en el miedo y en la idea del yo que nos hemos inventado. Podemos utilizar equivocadamente esa comprensión imperfecta para decirle a Dios el modo en que debe venir a nosotros. Por eso, se nos pide que dejemos incluso esto a un lado, y que Le permitamos a Dios que venga de cualquier modo que Él quiera.
Olvidar el Curso no es una orden para siempre, sino sólo un consejo temporal para practicarlo en nuestros momentos de quietud, planeados para permitir un tipo de experiencia diferente. Es sólo parte del proceso de eliminar los obstáculos a la experiencia de que somos Amor, pues incluso nuestra “comprensión” del Curso basada en nuestro ego puede impedir la experiencia de su verdadero significado. Por eso se nos dice, cuando busquemos el instante santo, que dejemos de lado cualquier suposición de que entendemos algo. Deja que todo esté abierto al cambio. Si estamos dispuestos a hacerlo así, “Su Amor se abrirá paso por su cuenta” (9:4).
No podemos forzarnos a ver el mundo de manera diferente. Pero, si podemos por un momento vernos a nosotros mismos de modo diferente, y sentir el Amor de Dios dentro de nosotros, cambiará el modo en que vemos el mundo porque el modo en que vemos el mundo es el modo en que nos vemos a nosotros mismos.
TEXTO
GRACIAS CADA DIA CREO QUE DIOS SE VA RECREANDO EN MI MIENTRAS MAS ESTOY CON EL Y DEJO QUE LOS PENSAMIENTOS FLUYAN SIN HACER CONTENCION ANTE ELLOS
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar