DESPERTAR AL AMOR

lunes, 26 de enero de 2015

26 ENERO: Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad.

AUDIOLIBRO





EJERCICIOS

LECCIÓN 26 

Mis pensamientos de ataque atacan mi invulnerabilidad




1. Seguramente resulta obvio que si puedes ser atacado es que no eres invulnerable. 2Ves el ataque como una amenaza real. 3Esto se debe a que crees que realmente puedes atacar. 4Y lo que tendría efectos a través tuyo también tiene que tenerlos en ti. 5Ésta es la ley que en última instancia te salvará, pero de la que ahora estás haciendo un uso indebido. 6Debes, por lo tanto, aprender a usarla en beneficio de lo que más te conviene en vez de en su contra.

2. Puesto que no podrás sino proyectar tus pensamientos de ata­que, temerás ser atacado. 2Y si temes ser atacado, es que crees que no eres invulnerable. 3Los pensamientos de ataque, por lo tanto, hacen que seas vulnerable en tu propia mente, que es donde se encuentran. 4Los pensamientos de ataque y la invulnerabilidad no pueden aceptarse al unísono, 5pues se contradicen entre sí.

3. La idea de hoy introduce el pensamiento de que siempre te atacas a ti mismo primero. 2Si los pensamientos de ataque entra­ñan forzosamente la creencia de que eres vulnerable, su efecto no es otro que debilitarte ante tus propios ojos. 3De este modo, han atacado tu percepción de ti mismo. 4Y puesto que crees en ellos, ya no puedes creer en ti mismo. 5Una falsa imagen de ti mismo ha venido a ocupar el lugar de lo que eres.

4. Practicar con la idea de hoy te ayudará a entender que la vulne­rabilidad o la invulnerabilidad son el resultado de tus propios pensamientos. 2Nada, excepto tus propios pensamientos, puede atacarte. 3Nada, excepto tus propios pensamientos, puede hacerte pensar que eres vulnerable. 4Y nada, excepto tus propios pensa­mientos, puede probarte que esto no es así.

5. La idea de hoy requiere seis sesiones de práctica. 2Se deben dedicar dos minutos completos a cada una de ellas, que pueden reducirse a uno en caso de que la incomodidad sea demasiado grande. 3 No deben reducirse a menos de eso.

6. Comienza cada sesión repitiendo la idea de hoy, luego cierra los ojos y trae de nuevo a la mente aquellas cuestiones aún sin resol­ver cuyos posibles desenlaces te inquietan. 2La inquietud puede manifestarse en forma de depresión, ansiedad, ira, una sensación de coacción, miedo, malos presentimientos o preocupación. 3Cualquier problema aún sin resolver que tienda a reaparecer en tus pensamientos durante el día constituye un sujeto adecuado. 4No podrás abarcar muchos de ellos en cada sesión de práctica porque se debe dedicar más tiempo del habitual a cada uno de ellos. 5La idea de hoy debe aplicarse de la siguiente manera:

7. Primero, nombra la situación:

2Estoy preocupado acerca de _____

3Luego examina todos los posibles desenlaces que se te hayan ocurrido en conexión con la situación que te hayan causado inquietud, y refiriéndote a cada uno de ellos de manera muy con­creta, di lo siguiente:

4Temo que lo que pueda ocurrir es que _____

8. Si has estado haciendo los ejercicios correctamente, deberías haber encontrado cinco o seis posibilidades desagradables para cada una de las situaciones en cuestión, y probablemente más. 2Es mucho mejor examinar detenidamente unas cuantas situacio­nes que revisar un número mayor superficialmente. 3A medida que la lista de los desenlaces que prevés se haga más larga, es probable. que, algunos de ellos, especialmente aquellos que se te ocurran hacia el final, te resulten menos aceptables. 4Procura, no obstante, en la medida de lo posible, de tratarlos a todos por igual.

9. Después de que hayas nombrado cada desenlace que temes, di para tus adentros:

2Este pensamiento es un ataque contra mí mismo.

3Concluye cada sesión de práctica repitiendo una vez más para tus adentros la idea de hoy.





Instrucciones para la práctica

Propósito: Darte cuenta de que la razón de que te sientas vulnerable no se debe a la manera en que te trata el mundo sino debido a tus propios pensamientos, concretamente a tus pensamientos de ataque. Abandonar estos pensamientos es el modo de sentirte verdaderamente invulnerable.

Ejercicio: 6 veces, durante dos minutos (redúcelo a la mitad si te sientes incómodo).

  • Repite la idea lentamente. 
  • Cierra los ojos y trae a la mente una situación que te haya estado preocupando y que todavía albergues en tu mente. Primero nombra la situación: “Estoy preocupado acerca de ___”. Luego examina cada posible resultado (lo ideal serían cinco o seis) que temas que ocurra. Para cada uno de esos desenlaces di: “Temo que lo que pueda ocurrir es que ____”, y luego te dices a ti mismo: “Este pensamiento es un ataque contra mí mismo”. Ésta es la frase clave. Éste es el propósito del ejercicio. Lo que te está atacando no es el resultado externo, sino el resultado de que tú eres vulnerable a ese resultado (que ese resultado puede hacerte daño). 
  • Cuando se te hayan acabado los posibles desenlaces a esa situación, repite este procedimiento con otras situaciones hasta que acabes el tiempo de la práctica. 
  • Repite la idea para terminar.


Observaciones: Intenta ser honesto y cuidadoso. Si sólo te da tiempo de examinar dos o tres situaciones, no pasa nada. No nos gusta reconocer a cuántas posibilidades amenazadoras nos parece que nos estamos enfrentando. Por lo tanto, los desenlaces que temes puede que sólo se te ocurran después de que hayas terminado tu lista por completo. No obstante, como aconseja la lección, procura tratar por igual tanto a los resultados espantosos como a los que son ligeramente inquietantes. Todos ellos son diferentes variaciones de tu creencia de que eres vulnerable.

Comentario

El diccionario americano Heritage define “invulnerable” como “inmune al ataque” (que nada te puede atacar). Así que si creo que puedo ser atacado entonces, por definición, creo que no soy invulnerable. Eso está muy claro.

En el primer párrafo hay una lógica que se nos puede pasar por alto si no leemos con cuidado.

Ves el ataque como una amenaza real. Esto se debe a que crees que realmente puedes atacar. (1:2-3)

Es mi creencia de que puedo atacar la que hace que tenga miedo del ataque que pueda venir de fuera; si yo puedo atacar, también puede hacerlo cualquiera. Por lo tanto, ¡mi miedo al ataque procede de la proyección de mi propia creencia sobre mí mismo! Procede de mi creencia de que no soy un ser completamente amoroso, sino un ser malvado, maligno y perverso. De eso trata todo el párrafo 2.
“Y lo que tendría efectos a través tuyo también tiene que tenerlos en ti” (1:4). Por es, por lo que la lección 23 decía en el último párrafo, que tanto los pensamientos de ataque como los pensamientos de ser atacado son exactamente lo mismo. “Ésta es la ley que en última instancia te salvará” (1:5). A lo que se refiere es al hecho de que el modo en que encuentro el perdón es dándolo, y el modo en que me curo es curando a otros, a esto el Curso le da mucha importancia: “Dar es recibir”. Pero ahora nos estamos “perdiendo” esa ley, al proyectar culpa en lugar de extender amor. Por eso tenemos que aprender cómo usarla en nuestro beneficio, en lugar de en nuestra contra (una referencia a la Lección 24).

Los pensamientos de ataque me debilitan ante mis propios ojos, ya sean pensamientos de miedo a ser atacado desde fuera o pensamientos agresivos de ataque a otro. Los fuertes no tienen enemigos, como se indica en otro lugar (ver T.23.In.1:5) Si puedo abandonar los pensamientos de ataque, me daré cuenta de mi propia invulnerabilidad; mi “vulnerabilidad o invulnerabilidad son el resultado de (mis) propios pensamientos” (4:1).

“Nada, excepto tus propios pensamientos, puede atacarte” (4:2). Ése es un pensamiento en el que he reflexionado durante años, y en mi experiencia ha demostrado ser completamente cierto. Ciertamente es muy difícil de creer al principio, eso es normal. Trabaja con él. Es un pensamiento muy poderoso. (En relación a esto, puedes leer en el Texto la Introducción al Capítulo 10).


Las instrucciones para la lección de hoy son más largas y detalladas. Léelas cuidadosamente. Nos estamos dedicando a un verdadero proceso mental. Al pensar en una situación, tenemos que “examinar todos los posibles desenlaces” (7:3), refiriéndonos a cada uno de ellos de manera muy concreta. La lección da mucha importancia a que lo hagamos con gran detenimiento y a que nos tomemos todo el tiempo que sea necesario con cada situación.






TEXTO

V. Más allá de la percepción


1. He dicho que las capacidades que ahora posees no son sino sombras de tu verdadera fortaleza, y que la percepción, que es intrínsecamente enjuiciadora, comenzó sólo después de la separa­ción. 2Desde entonces nadie ha estado seguro de nada. 3He dejado claro asimismo que la resurrección fue el medio para regresar al conocimiento, lo cual se logró mediante la unión de mi voluntad con la de mi Padre. 4Es oportuno ahora establecer una distinción que ha de clarificar algunos de los postulados que se presentarán más adelante.

2. Desde que se produjo la separación ha habido una gran confu­sión entre las palabras "crear" y "fabricar" : 2Cuando fabricas algo, lo haces como resultado de una sensación específica de carencia o de necesidad. 3Nada que se haya hecho con un propósito especí­fico tiene la capacidad de poder generalizarse. 4Cuando haces algo para remediar lo que percibes como una insuficiencia, estás afirmando tácitamente que crees en la separación. 5El ego ha inventado un gran número de sistemas de pensamiento ingenio­sos con ese propósito. 6Mas ninguno de ellos es creativo. 7La inventiva, aun en su manifestación más ingeniosa, es un esfuerzo en vano. 8Su naturaleza sumamente específica apenas se compara con la creatividad abstracta de las creaciones de Dios.

3. El conocimiento, como ya hemos observado, no conduce a la acción. 2Tu confusión entre tu verdadera creación y lo que has hecho de ti mismo es tan grande que se te ha hecho literalmente imposible saber nada. 3El conocimiento es siempre estable, y es evidente que tú no lo eres. 4Aun así, eres perfectamente estable tal como Dios te creó. 5En ese sentido, cuando tu comportamiento es inestable, estás en desacuerdo con la Idea que Dios tiene acerca de tu creación. 6Puedes hacer esto si así lo eliges, mas no querrías hacerlo si estuvieses en tu mente recta.

4. La pregunta fundamental que continuamente te haces no pue­des propiamente dirigírtela a ti mismo. 2Continúas preguntán­dote qué es lo que eres, 3lo cual implica no sólo que sabes la respuesta, sino que es a ti a quien le corresponde proveerla. 4No obstante, es imposible que puedas percibirte a ti mismo correcta­mente. 5No tienes una imagen que puedas percibir. 6La palabra "imagen" está siempre vinculada a la percepción y no forma parte del conocimiento. 7Las imágenes son simbólicas y representan algo diferente de ellas mismas. 8La idea de "cambiar tu imagen" reconoce el poder de la percepción, pero implica también que no hay nada estable en ti que se pueda conocer.

5. El conocimiento no está sujeto a interpretaciones. 2Puedes tratar de "interpretar" el significado de algo, pero en eso siempre existe la posibilidad de equivocarse porque se refiere a la percepción que se tiene del significado. 3Tales incongruencias son el resultado de tus intentos de considerarte a ti mismo separado y no-separado al mismo tiempo. 4Es imposible incurrir en una confusión tan funda­mental sin aumentar aún más tu confusión general. 5Tu mente podrá haber llegado a ser muy ingeniosa, pero como siempre ocu­rre cuando el método y el contenido están en desacuerdo, la usas en un fútil intento de escaparte de un callejón sin salida. 6La inge­niosidad no tiene nada que ver con el conocimiento, pues el cono­cimiento no requiere ingeniosidad. 7El pensamiento ingenioso no es la verdad que te hará libre, pero te librarás de la necesidad de usarlo una vez que estés dispuesto a prescindir de él.

6. La oración es una forma de pedir algo. 2Es el vehículo de los milagros. 3Mas la única oración que tiene sentido es la del perdón porque los que han sido perdonados lo tienen todo. 4Una vez que se ha aceptado el perdón, la oración, en su sentido usual, deja de tener sentido. 5La oración del perdón no es más que una petición para que puedas reconocer lo que ya posees. 6Cuando elegiste la percepción en vez del conocimiento, te colocaste en una  posición en la que sólo percibiendo milagrosamente podías parecerte a tu Padre. 7Has perdido el conocimiento de que tú mismo eres un milagro de Dios. 8La creación es tu Fuente y es también la única función que verdaderamente tienes.

7. La afirmación "Dios creó al hombre a imagen y semejanza pro­pia" necesita ser reinterpretada. 2"Imagen" puede entenderse como "pensamiento", y "semejanza" como "de una calidad semejante." 3Dios efectivamente creó al espíritu en Su Propio Pensa­miento y de una calidad semejante a la Suya Propia. 4No hay nada más. 5La percepción, por otra parte, no puede tener lugar sin la creencia en "más" y en "menos". 6La percepción entraña selectivi­dad a todo nivel. 7Es un proceso continuo de aceptación y rechazo, de organización y reorganización, de substitución y cam­bio. 8Evaluar es un aspecto esencial de la percepción, ya que para poder seleccionar es necesario juzgar.

8. ¿Qué le ocurre a la percepción en ausencia de juicios, o de nada que no sea perfecta igualdad? 2Percibir se vuelve imposible. 3La verdad sólo se puede conocer. 4Toda ella es igualmente verdadera, y, conocer cualquier parte de ella es conocerla en su totalidad. 5Unicamente la percepción entraña una conciencia parcial. 6El conocimiento transciende las leyes que gobiernan la percepción porque un conocimiento parcial es imposible. 7El conocimiento es uno y no tiene partes separadas. 8Tú que eres realmente uno con él, sólo necesitas conocerte a ti mismo para que tu conocimiento sea total. 9Conocer el milagro de Dios es conocerlo a Él.

9. El perdón es lo que sana la percepción de la separación. 2Es necesario que percibas correctamente a tu hermano debido a que las mentes han elegido considerarse a sí mismas como entidades separadas. 3El espíritu tiene absoluto conocimiento de Dios. 4En eso radica su poder milagroso. 5El hecho de que cada uno de nosotros disponga de ese poder en su totalidad es una condición enteramente ajena al pensar del mundo. 6El mundo cree que si alguien lo tiene todo, no queda nada para los demás. 7Mas los milagros de Dios son tan totales como Sus Pensamientos porque son Sus Pensamientos.

10. Mientras continúe habiendo percepción, la oración será necesa­ria. 2Puesto que la percepción se basa en la escasez, los que perci­ben no han aceptado totalmente la Expiación ni se han entregado a la verdad. 3La percepción se basa en un estado de separación, así que todo aquel que de alguna manera percibe, tiene necesidad de curación. 4El estado natural de los que gozan de conocimiento es la comunión, no la oración. 5Dios y Su milagro son inseparables. 6¡Cuán bellos son en verdad los Pensamientos de Dios que viven en Su Luz! 7Tu valía está más allá de la percepción porque está más allá de toda duda. 8No te percibas a ti mismo bajo ninguna otra luz. 9Conócete en la Única Luz en la que el milagro que eres se alza en perfecta claridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario