EJERCICIOS
LECCIÓN 4
Instrucciones para la práctica
Propósito: Entrenarte a agrupar a todos tus pensamientos habituales, tanto “buenos” como “malos”, junto con todas las cosas que ves fuera de ti, en una sola categoría: no significan nada, y están fuera de ti (fuera de tu verdadera naturaleza). Esto abrirá tu mente al hecho de que hay otro reino diferente a aquel del que eres consciente, y que es completamente diferente, totalmente lleno de significado, y que se encuentra muy dentro de ti.
Ejercicio: Tres o cuatro veces (no más), de un minuto aproximadamente. Durante aproximadamente un minuto, observa tus pensamientos. Incluye tanto los “buenos” como los “malos”. Luego aplica la idea concretamente a cada pensamiento del que te hayas hecho consciente, diciendo: “Este pensamiento acerca de (nombre del personaje o acontecimiento) no significa nada. Es como las cosas que veo en esta habitación (en esta calle, etc.)”. Puedes también incluir pensamientos infelices de los que eras consciente antes del periodo de práctica.
Respuesta a la tentación: Voluntaria.
Además de (no en lugar de) los ejercicios formales, durante el día utiliza libremente la idea como un modo de liberarte de pensamientos infelices concretos. Éste es el primer ejemplo de una práctica que se convertirá en un centro de atención del Libro de Ejercicios.
Comentario
La introducción al Libro de Ejercicios afirma: “El propósito del Libro de Ejercicios es entrenar a tu mente de forma sistemática a tener una percepción diferente de todas las cosas y de todo el mundo” (L. In.4:1). Esta lección empieza a enseñarnos a trabajar directamente con nuestros pensamientos, y lo primero que nos enseña es que no significan nada.
En esta lección se parte de la base de que somos muy inexpertos (5:4) y por lo tanto estamos completamente o casi completamente sin contacto con lo que la lección llama nuestros pensamientos reales (2:3). Los pensamientos a los que se refiere como sin significado son los pensamientos del ego. El Curso afirma que nuestras mentes están casi completamente “dirigidas por el ego” (T.4.VI.1:4). El tono de esta lección parte de esa base, por lo tanto, cualquier pensamiento en el que pienses puedes considerarlo como “sin significado”.
Nuestros pensamientos reales son los pensamientos del Cristo dentro de nosotros, y ésos sí que tienen significado (T.4.VI.1:7). Sin embargo, lo que nosotros llamamos “pensar” no es pensar (esto se aclara en la Lección 8). Nos hemos identificado con el ego. El ego es como un pequeño rincón de nuestra mente que hemos acordonado y separado del resto (T.4.VI.1:6), y nos hemos convencido a nosotros mismos de que es el todo. Los pensamientos que giran en este pequeño hueco de nuestra mente no representan para nada a nuestro verdadero Ser y, por tanto, ya sean “buenos” o “malos”, no significan nada. Cuando hayamos aprendido cómo mirar con claridad a estos supuestos pensamientos, nos daremos cuenta de lo vacíos que son (1:6-7).
Los pensamientos del ego ocultan nuestros pensamientos reales. Los “buenos” son sombras de los reales en el mejor de los casos, y las sombras hacen difícil que veamos. Los “malos” son obstáculos totales para la visión. “No te interesan ni unos ni otros” (2:6). Darnos cuenta de que no queremos los pensamientos “malos” es bastante fácil, darnos cuenta de que no queremos los “buenos” es mucho más desconcertante y difícil.
La lección se considera a sí misma “un ejercicio importante”, y promete repetir el ejercicio más adelante. Dice que el ejercicio es fundamental para tres metas de gran alcance y que sirve para empezar a llevar a cabo esas metas:
Separar lo que no tiene significado de lo que tiene significado Ver lo que no tiene significado como fuera de nosotros, y lo que tiene significado dentro Entrenar nuestra mente a reconocer lo que es lo mismo y lo que es diferente
Primero, el ejercicio nos ayuda a aprender a distinguir los pensamientos sin significado de los pensamientos con significado. Observa que existe un juicio en todo esto, incluso separación, aunque a estos dos términos normalmente se le da un sentido negativo. Esto de mirar a nuestros pensamientos es una forma de lo que el Texto llama el “uso acertado del juicio” (T.4.IV.8:6).
Segundo, aprendemos a considerar a los pensamientos sin significado como fuera de nosotros. Ahora podemos preguntarnos, si son nuestros pensamientos los que no tienen significado, ¿cómo es que los vemos fuera?, ¿no están los pensamientos dentro de nosotros? Aquí, yo creo, el Libro de Ejercicios quiere decir nuestro verdadero Ser cuando habla de “ti”. Nuestros pensamientos sin significado del ego no representan a nuestro verdadero Ser; en realidad no son parte de Él, sino que están fuera de Él.
Tercero, estamos aprendiendo a reconocer lo que es lo mismo y lo que es diferente. Pensamos que los pensamientos “buenos” son diferentes de los pensamientos “malos”, pero esta lección nos está entrenando a ver que todos ellos son realmente lo mismo, unos y otros son formas diferentes de locura.
Al sugerir que podemos usar la idea de hoy para cualquier pensamiento en particular que reconozcas que es perjudicial (5:1), la lección introduce una nueva forma de practicar, que se volverá parte de su repertorio habitual. Además de las prácticas regulares de mañana y noche, podemos usar la idea como respuesta a cualquier tentación disfrazada en forma de pensamientos que nos causan daño.
Al avanzar, el Libro de Ejercicios te pide con mayor frecuencia que la respuesta a la tentación se convierta en una práctica habitual. Al pedir que hagamos la lección tres o cuatro veces, introduce la sesión del mediodía, añadida a las de la mañana y la noche.
II. La revelación, el tiempo y los milagros
6 El milagro reduce al mínimo la necesidad del tiempo. 2En el plano longitudinal u horizontal el reconocimiento de la igualdad de los miembros de la Filiación parece requerir un tiempo casi interminable. 3El milagro, no obstante, entraña un cambio súbito de la percepción horizontal a la vertical. 4Esto introduce un intervalo del cual tanto el que da como el que recibe emergen mucho más adelantados en el tiempo de lo que habrían estado de otra manera. 5El milagro, pues, tiene la propiedad única de abolir el tiempo en la medida en que hace innecesario el intervalo de tiempo que abarca. 6No existe relación alguna entre el tiempo que un milagro tarda en llevarse a cabo y el tiempo que abarca. 7El milagro substituye a un aprendizaje que podría haber durado miles de años. 8Lo hace en virtud del reconocimiento implícito de la perfecta igualdad que existe entre el que da y el que recibe en la que se basa el milagro. 9El milagro acorta el tiempo al producir su colapso, eliminando de esta manera ciertos intervalos dentro del mismo. 10Hace esto, no obstante, dentro de la secuencia temporal más amplia.
este dia no tienen audio?
ResponderEliminarHola Lina Maria,
ResponderEliminarLa lección que estas estudiando corresponde al año 2015, por lo que posiblemente esta y las siguientes, estén desactualizadas.
Hubo un problema posterior con el servidor de audios que cerró sus servicios, lo que obligó a cambiar a uno diferente, por lo que posiblemente casi todas las lecciones correspondientes a ese año 2015 no tengan audio libro.
Te he actualizado el audio libro de ese día por tu interés, pero te recomiendo que estudies las lecciones del curso en el año actual de 2017 con el siguiente enlace: http://lecciondeldia.blogspot.com.es/?m=1, porque aunque el texto y los ejercicios son los mismos, de esta manera se respetan los descansos del libro de texto con los fines de semana reales.
Un abrazo de luz para ti