DESPERTAR AL AMOR

jueves, 13 de abril de 2017

13 ABRIL: Dios, al ser Amor, es también felicidad.

AUDIOLIBRO


EJERCICIOS


LECCION 103

Dios, al ser Amor, es también felicidad.


1. La felicidad es un atributo del amor. 2No se puede separar de él 3ni experimentarse donde éste no está. 4El amor no tiene límites, al estar en todas partes. 5La dicha, por consiguiente, está asimismo en todas partes. 6Mas la mente puede negar que esto es así, al creer que hay brechas en el amor por donde el pecado puede infil­trarse y acarrear dolor en lugar de dicha. 7Esta absurda creencia pretende limitar la felicidad al definir al amor como algo limitado, e introducir desacuerdo en lo que no tiene límites ni opuestos.

2. De este modo, se asocia el miedo con el amor, y sus resultados se convierten en el patrimonio de aquellas mentes que piensan que lo que han hecho es real. 2Estas imágenes, desprovistas de toda realidad, dan testimonio del temor a Dios, olvidándose de que, al ser Dios Amor, tiene que ser también dicha. 3Hoy tratare­mos nuevamente de llevar este error básico ante la verdad y de enseñarnos a nosotros mismos que:

4Dios, al ser Amor, es también felicidad.
5Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha.

6Comienza tus sesiones de práctica de hoy con esta asociación que corrige la falsa creencia de que Dios es miedo. 7Subraya asi­mismo que la felicidad es tu patrimonio por razón de lo que es Él.

3. Permite hoy que esta corrección sea colocada en tu mente en cada hora de vigilia. 2Da la bienvenida entonces a toda la felici­dad que dicha corrección brinda a medida que la verdad reem­plaza al miedo, y la dicha se convierte en lo que esperas ha de ocupar el lugar del dolor. 3Dado que Dios es Amor, se te conce­derá. 4Refuerza esa esperanza a menudo a lo largo del día, y aca­lla todos tus temores con la siguiente expresión de certeza, la cual es benévola y completamente cierta:

5Dios, al ser Amor, es también felicidad.
6Y la felicidad es lo que busco hoy.
7No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad.

 

Instrucciones para la práctica


Propósito: Intentar de nuevo corregir nuestra falsa creencia de que Dios es temible. En lugar de ello, darnos cuenta de que puesto que Dios es Amor Él debe ser un dador de pura alegría.

Ejercicios más largos: Cada hora, a la hora en punto, durante cinco minutos (si no puedes hacer esto, al menos haz el alternativo). 

  • Di: “Dios, al ser Amor, es también felicidad. Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha” 
  • Luego, como en días anteriores, entra en meditación con el propósito de encontrar la felicidad que Dios puso en ti. Busca este santo lugar dentro de ti, lleno de esperanza, confiando en que el gozo de Dios ocupará el lugar de tu sufrimiento. Date cuenta de que no puedes fracasar, porque buscas lo que es tuyo ya. Busca este lugar dándole la bienvenida a la felicidad que con toda seguridad vendrá a ti. Y cuando tu mente se quede dormida, pensando en las falsas promesas de felicidad del mundo, recuerda retirar tu mente de ellas.

Recordatorios frecuentes: A menudo.
Refuerza tu esperanza de que encontrarás la dicha de Dios, refuérzala diciendo: “Dios, al ser Amor, es también felicidad. Y la felicidad es lo que busco hoy. No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad”.

Respuesta a la tentación: Cada vez que sientas cualquier clase de miedo o temor.
Acalla todos tus miedos con estas palabras: “Dios, al ser Amor, es también felicidad. Y la felicidad es lo que busco hoy. No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad”.

Comentario

“Dios, al ser Amor, es también felicidad”. ¡Hay un Dios del Que nunca oí hablar en la iglesia! “Dios es felicidad”. (Bueno el catecismo de Westminster de la Iglesia Presbiteriana dice que el fin principal del hombre es amar a Dios y gozar de Él eternamente. Pero no oí muy a menudo hablar de “gozar de Dios”). Sin embargo, del modo en que la lección lo expresa de manera lógica, la idea es muy clara y no te la puedes pasar por alto. Sin amor, nadie puede ser feliz. Si el amor estuviera ausente, también la felicidad estaría ausente. Esto parece muy fácil de entender. La felicidad tiene que ser una cualidad del amor, las dos van, o vienen, juntas.

Dios es Amor. “El amor no tiene límites, al estar en todas partes” (1:4). Puesto que esto es verdad, la felicidad debe estar también en todas partes, al igual que Dios. Así pues, Dios es felicidad, y también Amor.

Entonces, la negación de la felicidad es la negación de Dios. De hecho, el Texto dice algo muy parecido a esto en el Capítulo 10, cuando dice que la depresión es blasfemia (T.10.V.12:3-4). Pero ten cuidado, la razón de decir esto no es hacernos sentir culpables por sentirnos tristes o deprimidos. El propósito del Curso es deshacer la culpa, no provocarla. Nos está mostrando la causa de nuestra tristeza y depresión. Está diciendo: “Estás sufriendo porque Le estás volviendo la espalda a Dios, al Amor, a la Felicidad Misma. No es algo fuera de ti, fuera de tu control, que te lo está haciendo a ti. Tú tienes el poder de cambiarlo, elige de nuevo y sal de esa depresión”.

Estamos tristes y deprimidos porque pensamos que lo que hemos hecho es real (2:1). Pensamos que hay “brechas en el amor”, que no está en todas partes y siempre. Estamos tristes porque pensamos que, al menos en cierto modo, estamos fuera del Amor de Dios, más allá de sus “límites”. Y no lo estamos, no podemos estar fuera de Su Amor. ¡Si supiéramos que en lo más profundo de nuestro ser, nunca podemos sufrir ni ser desgraciados!

Debido a que creo que el amor tiene límites, tengo miedo de él: miedo de que se me retire, miedo de sus condiciones, miedo de que lo que parece ser amor sea sólo una burla cruel, una promesa tentadora que amenaza con desaparecer si nos portamos mal. Ese miedo, esa constante ansiedad por la posibilidad de que el amor desaparezca, es la causa de mi falta de alegría. ¿Cómo puedo estar contento, aunque las cosas vayan “bien”, si el amor puede desaparecer en cualquier momento? Éste es el error de nuestra mente que estamos tratando de destapar, de sacar a la luz, y de abandonar.


Justo ahora, en este momento, estoy rodeado por Su abrazo. Justo ahora, sin que cambie nada, el Amor de Dios me llega sin límites, sin reservas, y sin preguntas. Saber esto es felicidad, y esto es lo que busco hoy.





TEXTO


IV. El fin de la enfermedad


1. Toda magia es un intento de reconciliar lo irreconciliable. 2Toda religión es el reconocimiento de que lo irreconciliable no puede ser reconciliado. 3La enfermedad y la perfección son irreconcilia­bles. 4Si Dios te creó perfecto, eres perfecto. 5Si crees que puedes estar enfermo, has antepuesto otros dioses a Él. 6Dios no está en guerra con el dios de la enfermedad que inventaste, pero tú sí. 7Este dios es el símbolo de tu decisión de oponerte a Dios, y tienes miedo de él porque no se le puede reconciliar con la Voluntad de Dios. 8Si lo atacas, harás que sea real para ti. 9Pero si te niegas a adorarlo, sea cual sea la  forma en que se presente ante ti, o el lugar donde creas verlo, desaparecerá en la nada de donde provino.

2. La realidad sólo puede alborear en una mente despejada. 2La realidad está siempre ahí, ante ti, lista para ser aceptada, pero para aceptarla tienes que primero estar dispuesto a tenerla. 3Conocer la realidad requiere que uno esté dispuesto a juzgar la irrealidad tal como es. 4Pasar por alto lo que no es nada es simple­mente juzgarlo acertadamente, y mediante tu capacidad para eva­luarlo correctamente, permitir que desaparezca. 5EI conocimiento no puede alborear en una mente llena de ilusiones porque la ver­dad y las ilusiones son irreconciliables. 6La verdad es íntegra y no puede ser conocida sólo por una parte de la mente.

3. No se puede percibir a la Filiación como parcialmente enferma porque percibirla de esa manera es no percibirla en absoluto. 2Si la Filiación es una, es una desde cualquier punto de vista. 3La uni­dad no puede ser dividida. 4Si percibes otros dioses significa que tu mente está dividida, y. no podrás limitar dicha división porque ello es señal de que has separado parte de tu mente de la Volun­tad de Dios. 5Esto quiere decir que tu mente no tiene ningún con­trol. 6No tener control significa que se ha perdido la razón, y en ese caso la mente se vuelve irracional. 7Al definir erróneamente a la mente, la percibes como que funciona erróneamente.

4. Las leyes de Dios mantendrán a tu mente en paz porque la paz es Su Voluntad, y Sus leyes se promulgaron para apoyarla. 2Sus leyes son las leyes de la libertad, mas las tuyas son las leyes del cautiverio. 3Puesto que la libertad y el cautiverio son irreconcilia­bles, sus respectivas leyes no se pueden entender simultánea­mente. 4Las leyes de Dios operan exclusivamente para tu bien, y no hay más leyes que las Suyas. 5Lo demás no está regido por ninguna ley, y es, por lo tanto, caótico. 6Dios Mismo, no obstante, ha protegido todo lo que Él creó mediante Sus leyes. 7No existe nada que no esté regido por ellas. 8"Las leyes del caos” es una expresión que no tiene sentido. 9La creación acata sus leyes per­fectamente, y lo caótico carece de significado porque Dios no forma parte de ello. 10Le has "dado" tu paz a los dioses que inven­taste, pero ellos no pueden aceptarla, pues no están ahí, y tú no puedes dársela.

5. No eres libre de renunciar a la libertad, sino sólo de negarla. 2No puedes hacer lo que Dios no dispuso porque lo que Él no dispuso no puede tener lugar. 3Tus dioses no son los causantes del caos; tú les adjudicas el caos y luego lo aceptas de ellos. 4Nada de esto ha tenido lugar jamás. 5Nada, excepto las leyes de Dios, ha existido jamás, y nada, excepto Su Voluntad, existirá jamás. 6Fuiste creado mediante Sus leyes y por Su Voluntad, y el modo en que fuiste creado te estableció como creador. 7Lo que has inventado es tan indigno de ti que lo repudiarías sólo con que estuvieses dispuesto a verlo tal como es. 8En ese caso no verías nada en absoluto. 9Y tu visión automáticamente se dirigiría más allá de ello hacia lo que se encuentra en ti y a tu alrededor. 10La realidad no puede salvar las obstrucciones que pones ante ella, mas te envolverá completamente cuando las abandones.

6. Una vez que se ha experimentado la protección de Dios, inven­tar ídolos se vuelve inconcebible. 2En la Mente de Dios no hay imágenes extrañas, y lo que no está en Su Mente no puede estar en la tuya, porque tú tienes una sola mente y esa mente le perte­nece a El. 3Es tuya precisamente porque le pertenece a Él, ya que para Él ser propietario de algo es compartirlo. 4Y si esto es así para Él, también lo es para ti. 5Sus definiciones son Sus leyes, pues mediante ellas estableció el universo tal como éste es. 6Los falsos dioses que tratas de interponer entre tu realidad y tú no afectan a la verdad en absoluto. 7Tuya es la paz porque Dios te creó. 8Y Él no creó nada más.

7. Un milagro es el acto de un Hijo de Dios que ha abandonado a todos los dioses falsos y exhorta a sus hermanos a que hagan lo mismo. 2Es un acto de fe porque es el reconocimiento de que su hermano puede hacerlo también. 3Es un llamamiento al Espíritu Santo en su mente, que se refuerza mediante la unión. 4Puesto que el obrador de milagros ha oído la Voz de Dios, la refuerza en sus hermanos enfermos al debilitar su creencia en la enfermedad, que él no comparte. 5El poder de una mente puede irradiar hasta otra porque todas las lámparas de Dios fueron encendidas por la misma chispa, la cual está en todas partes y es eterna.

8. En muchos lo único que queda es la chispa, pues los Grandes Rayos están velados. 2Aun así, Dios ha mantenido viva la chispa de manera que los Rayos nunca puedan olvidarse completamente. 3Sólo con que veas la pequeña chispa podrás conocer la luz mayor, pues los Rayos están ahí aunque sin ser vistos. 4Al percibir la chispa sanas, mas al conocer la luz creas. 5En el proceso de retornar, no obstante, la pequeña chispa debe reconocerse pri­mero, pues la separación fue el descenso desde la grandeza a la pequeñez. 6La chispa, no obstante, sigue siendo tan pura como la luz mayor porque es lo que queda de la llamada de la creación. 7Deposita toda tu fe en ella y Dios Mismo te contestará.

1 comentario:

  1. Es en verdad bellísima la firma de expresar está verdad. Estoy en este camino a la verdad y la vida, tratando de cambiar lo que mi mente cree pero que mi corazón sabe que la verdad es solo Dios. Ahora mismo estoy pasando por esos duros momentos de transformación y sabiendo que al Ser hija Santa de Dios el me ayuda a quitar lo que siento como enfermedad en mi cuerpo. Más como se que no es verdad gozo al saber que Dios es Amor por lo tanto es la felicidad que tanto he buscado y no puedo fracasar porque está en mi . Gracias por este bendito apoyo a mi Ser .

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