DESPERTAR AL AMOR

viernes, 20 de abril de 2018

20 ABRIL: Soy tal como Dios me creó.

 AUDIOLIBRO



EJERCICIOS


LECCION 110

Soy tal como Dios me creó.

1. Repetiremos la idea de hoy de vez en cuando. 2Pues sólo con este pensamiento bastaría para salvarte a ti y al mundo, si creye­ses que es verdad. 3Su veracidad significa que no has efectuado ningún cambio real en ti, ni que tampoco has cambiado el uni­verso de manera que lo que Dios creó hubiese podido ser reem­plazado por el miedo y la maldad, por la aflicción y la muerte. 4Si sigues siendo tal como Dios te creó, el miedo no tiene sentido, la maldad no es real y la aflicción y la muerte no existen.

2. La idea de hoy es, por lo tanto, todo cuanto necesitas para dejar que la absoluta corrección sane tu mente y te conceda una visión perfecta que corrija todos los errores que cualquier mente haya podido cometer en cualquier momento o lugar. 2Esta idea es sufi­ciente para sanar el pasado y liberar el futuro. 3Esta idea es su­ficiente para permitir que el presente se acepte tal como es. 4Esta idea es suficiente también para dejar que el tiempo sea el medio por el que el mundo entero aprende a escaparse del tiempo y de todos los cambios que éste parece producir con su pasar.

3. Si sigues siendo tal como Dios te creó, las apariencias no pue­den reemplazar a la verdad, la salud no puede trocarse en enfer­medad, la muerte no puede suplantar a la vida ni el miedo al amor. 2Nada de eso ha ocurrido si tú sigues siendo tal como Dios te creó. 3No necesitas otro pensamiento que éste para permitir que la redención venga a iluminar al mundo y a liberarlo del pasado.

4. Con este pensamiento basta para erradicar todo el pasado y salvar el presente a fin de que se pueda extender serenamente hasta un futuro intemporal. 2Si eres tal como Dios te creó, enton­ces no ha habido separación alguna entre tu mente y la Suya, ni división entre tu mente y otras mentes, y sólo ha habido unidad en la tuya.

5. El poder sanador de la idea de hoy es ilimitado. 2La idea de hoy es la cuna de todos los milagros, la gran restauradora de la verdad en la conciencia del mundo. 3Practica la idea de hoy con gratitud. 4Ésta es la verdad que te hará libre. 5Ésta es la verdad que Dios te ha prometido. 6Ésta es la Palabra con la que a todo sufrimiento le llega su fin.

6. Comienza las sesiones de práctica de cinco minutos con esta cita del texto:

2Soy tal como Dios me creó.
3Su Hijo no puede sufrir.
4Y yo soy Su Híjo.

7. Luego, mientras mantienes esta afirmación fija en la mente, trata de encontrar en ella al Ser que es el santo Hijo de Dios Mismo.

8. Busca en tu interior a Aquel que es el Cristo en ti, el Hijo de Dios y hermano del mundo; el Salvador que ha sido salvado para siempre y que tiene el poder de salvar a todo aquel que entra en contacto con Él, por levemente que sea, y le pida la Palabra que le dice que él es Su hermano.

9. Eres tal como Dios te creó. 2Honra hoy a tu Ser, 3y no rindas culto a las imágenes que fabricaste para que fuesen el Hijo de Dios en lugar de lo que él es. 4En lo más recóndito de tu mente el santo Cristo en ti espera a que lo reconozcas como lo que tú eres. 5Y mientras no lo reconozcas y Él siga siendo un desconocido para ti, tú seguirás perdido y sin saber quién eres.

10. Búscalo hoy y encuéntralo. 2Él te salvará de todos los ídolos que has inventado. 3Pues cuando lo encuentres, comprenderás cuán indignos son tus ídolos y cuán falsas las imágenes que creías ser. 4Hoy damos un paso gigantesco hacia la verdad al abandonar nuestros ídolos y abrir nuestros brazos, nuestros corazones y nues­tras mentes a Dios.

11. Lo recordaremos a lo largo del día con nuestros corazones rebosantes de gratitud y albergando solamente pensamientos amorosos hacia todos aquellos que hoy se crucen en nuestro camino. 2Pues así es como lo recordaremos. 3Y para poder recor­dar a Su Hijo, nuestro santo Ser, el Cristo en cada uno de nosotros diremos:

4Soy tal como Dios me creó.

5Declaremos esta verdad tan a menudo como podamos. 6Ésta es la Palabra de Dios que te hace libre. 7Ésta es la llave que abre las puertas del Cielo y te permite entrar a la paz de Dios y a Su eternidad.



Instrucciones para la práctica

Propósito: Dejar de adorar las falsas imágenes que tienes acerca de ti y, en lugar de ello, buscar y encontrar tu verdadero Ser.

Ejercicios más largos: Cada hora, a la hora en punto, durante cinco minutos (si no puedes hacer esto, al menos haz el alternativo). 

  • Di: “Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede sufrir. Y yo soy Su Hijo”. 
  • El resto de la sesión de práctica es una meditación es muy parecida a la que hiciste la primera vez que apareció esta idea, en la Lección 94 (puedes ir allí y leer mis instrucciones para la práctica de aquella lección). Toda tu atención debe estar en buscar ese lugar en lo profundo de tu mente donde mora tu verdadero Ser, el Cristo. Para llegar ahí, necesitas dejar a un lado todas las imágenes que tienes acerca de ti (son los ídolos y falsas imágenes de los que habla la lección). Como siempre recuerda tu entrenamiento en meditar: concentra toda tu intención en sumergirte hacia adentro al centro de tu mente, retira tu mente de las distracciones tan a menudo como sea necesario, y acércate a tu Ser con deseo, pues es tu Ser Quien tiene el poder de salvarte.


Recordatorios frecuentes: Tan a menudo como puedas.
Repite la idea para recordarte a ti mismo tu verdadera Identidad como el santo Hijo de Dios.

Apoyo a la práctica: Se te dice: “Practica la idea de hoy con gratitud” (5:3) porque, sencillamente, tiene muchísimo poder (como puedes ver al leer los primeros cinco párrafos). Ésta es la principal lección del Libro de Ejercicios. Se te recuerda repetidas veces que la idea de hoy es “suficiente” (1:2; 2:2-4) para salvarte, eso es “todo lo que necesitas” (2:1; 3:3)

Comentario

Se nos dice que este solo pensamiento es suficiente para salvarnos no sólo a nosotros sino al mundo, si creemos que es verdad.

“Su veracidad significa que no has efectuado ningún cambio real en ti, ni que tampoco has cambiado el universo de manera que lo que Dios creó hubiese podido ser reemplazado por el miedo y la maldad, por la aflicción y la muerte”. (1:3)

Éste es el principal significado para mí de esta idea: nada de lo que he hecho ha cambiado nada. Los pensamientos del ego no han hecho nada, no han cambiado nada. El miedo, la maldad, el sufrimiento y la muerte no han sucedido. Sigo siendo tal como Dios me creó. No he dañado nada. La pequeña y loca idea de sustituir a Dios de Su trono no ha logrado absolutamente nada. Todavía soy perfecto, inocente, puro amor.

“Esta idea es suficiente también para dejar que el tiempo sea el medio por el que el mundo entero aprende a escaparse del tiempo y de todos los cambios que éste parece producir con su pasar”. (2:4)
Vemos los estragos del tiempo. Vemos el cuerpo que envejece. Vemos a los seres amados venir y marchar. Vemos la decadencia, la muerte y la pérdida. Pero el tiempo puede ser el medio por el que aprendemos a escaparnos del tiempo y de todos sus cambios. Con el paso del tiempo aprendemos a mirar más allá de las apariencias de cambio a lo que nunca cambia, y aprendemos que únicamente esto es real. “Llévame por el camino eterno” (Salmos 139:24).

“Si eres tal como Dios te creó, entonces no ha habido separación alguna entre tu mente y la Suya, ni división entre tu mente y otras mentes, y sólo ha habido unidad en la tuya”. (4:2)

Ninguna separación, ninguna división, ninguna esquizofrenia. Soy un solo Ser, unido a mi Creador, y dotado de un poder y de un amor infinitos. Confío en mis hermanos, que son uno conmigo, porque soy tal como Dios me creó y nunca me he separado de ellos. Lo que encuentro dentro de mí cuando escucho la Voz silenciosa del Espíritu Santo es lo también son todos los demás. Dentro de mí encuentro al Uno Santo. Yo soy Esto, tú eres Esto. Que yo me vuelva consciente de cualquier pensamiento que diga otra cosa, cualquier imagen de mí que inventa un ídolo falso y limitado, y que abandone ese pensamiento y esa imagen.

“En lo más recóndito de tu mente el santo Cristo en ti espera a que lo reconozcas como lo que tú eres. Y mientras no lo reconozcas y Él siga siendo un desconocido para ti, tú seguirás perdido y sin saber quién eres”. (9:4-5)





TEXTO

V. La dinámica del ego

1. Nadie puede escapar de las ilusiones a menos que las examine, pues no examinarlas es la manera de protegerlas. 2No hay necesi­dad de sentirse amedrentado por ellas, pues no son peligrosas. 3Estamos listos para examinar más detenidamente el sistema de pensamiento del ego porque juntos disponemos de la lámpara que lo desvanecerá, y, puesto que te has dado cuenta de que no lo deseas, debes estar listo para ello. 4Mantengámonos muy calma­dos al hacer esto, pues lo único que estamos haciendo es bus­cando honestamente la verdad. 5La "dinámica" del ego será nuestra lección por algún tiempo, pues debemos primero exami­narla para poder así ver más allá de ella, ya que le has otorgado realidad. 6Juntos desvaneceremos calmadamente este error, y después miraremos más allá de él hacia la verdad.

2. ¿Qué es la curación sino el acto de despejar todo lo que obstacu­liza el conocimiento? 2¿Y de qué otra manera puede uno disipar las ilusiones, excepto examinándolas directamente sin proteger­las? 3No tengas miedo, por lo tanto, pues lo que estarás viendo es la fuente del miedo, y estás comenzando a darte cuenta de que el miedo no es real. 4Te das cuenta también de que sus efectos se pueden desvanecer sólo con que niegues su realidad. 5El siguiente paso es, obviamente, reconocer que lo que no tiene efectos no existe. 6Ninguna ley opera en el vacío, y lo que no lleva a ninguna parte no ha ocurrido. 7Si la realidad se reconoce por su extensión, lo que no conduce a ninguna parte no puede ser real. 8No tengas miedo de mirar al miedo, pues no puede ser visto. 9La claridad, por definición, desvanece la confusión, y cuando se mira a la oscuridad a través de la luz, ésta no puede por menos que disiparla.

3. Comencemos esta lección acerca de la "dinámica del ego" dán­donos cuenta de que la expresión en sí no significa nada. 2Dicha expresión encierra una contradicción intrínseca que la priva de todo sentido. 3"Dinámica" implica el poder para hacer algo, y toda la falacia de la separación radica en la creencia de que el ego tiene el poder de hacer algo. 4Tienes miedo del ego porque crees eso. 5No obstante, la verdad es muy simple:

6Todo poder es de Dios.
7Lo que no procede de Él no tiene el poder de
 hacer nada.

4. Cuando observamos al ego, por lo tanto, no estamos exami­nando ninguna dinámica, sino tan sólo ilusiones. 2Puedes cierta­mente examinar un sistema ilusorio sin miedo, pues si su origen no es real no puede tener efectos. 3El miedo se vuelve claramente más impropio si reconoces el objetivo del ego, el cual está tan obviamente desprovisto de sentido que cualquier esfuerzo en su favor es, por fuerza, inútil. 4El objetivo del ego es claramente alcanzar su propia autonomía. 5Desde un principio, pues, su pro­pósito es estar separado, ser auto-suficiente e independiente de cualquier poder que no sea el suyo propio. 6Por eso es por lo que es el símbolo de la separación.

5. Toda idea tiene un propósito, y su propósito es siempre el resultado natural de lo que es. 2Todo lo que procede del ego es lo que resulta naturalmente de su creencia central, y la manera de cancelar sus resultados es reconociendo simplemente que la fuente de éstos no es natural, ya que está en desacuerdo con tu verdadera naturaleza. 3He dicho anteriormente que ejercer la voluntad en oposición a Dios es querer que los deseos ilusorios se hagan realidad, pero eso no es realmente ejercer la voluntad. 4Su Voluntad es una porque la extensión de Su Voluntad no puede ser diferente de sí misma. 5El verdadero conflicto que experimen­tas, por lo tanto, es entre los deseos vanos del ego y la Voluntad de Dios, que tú compartes con Él. 6¿Cómo iba a ser esto un con­flicto real?

6. Tuya es la independencia de la creación, no la de la autonomía. 2Tu función creativa radica en tu completa dependencia de Dios, Quien comparte Su función contigo. 3Al estar dispuesto a compartirla, Él se volvió tan dependiente de ti como tú lo eres de Él. 4No le adscribas la arrogancia del ego a Aquel cuya Voluntad no es ser independiente de ti. 5Él te ha incluido en Su Autonomía. 6¿Puedes realmente creer que la autonomía significa algo aparte de Él? 7La creencia en la autonomía del ego te está costando el conocimiento de tu dependencia de Dios, en la cual reside tu libertad. 8El ego considera cualquier dependencia como una amenaza, e incluso ha tergiversado tu añoranza de Dios y la ha convertido en un medio para consolidarse a sí mismo. 9Pero no  te dejes engañar por la interpretación que hace de tu conflicto.

7. El ego siempre ataca en defensa de la separación. 2Al creer que tiene el poder de hacer eso no hace otra cosa, ya que su objetivo de autonomía no es otra cosa. 3El ego está totalmente confundido con respecto a la realidad, pero no pierde de vista su objetivo. 4Está mucho más alerta que tú porque está completamente seguro de su propósito. 5Tú estás confundido porque no reconoces el tuyo.

8. Debes reconocer que lo que menos quiere el ego es que te des cuenta de que le tienes miedo. 2Pues si el ego pudiese producir miedo, menoscabaría tu independencia y debilitaría tu poder. 3Sin embargo, su único argumento para que le seas leal es que él puede darte poder. 4Si no fuera por esta creencia no le escucharías en absoluto. 5¿Cómo   iba a poder, entonces, seguir existiendo si te die­ses cuenta de que al aceptarlo te estás empequeñeciendo y priván­dote a ti mismo de poder?

9. El ego puede permitirte, y de hecho lo hace, que te consideres altanero, incrédulo, frívolo, distante, superficial, insensible, des­pegado e incluso desesperado, pero no permite que te des cuenta de que realmente tienes miedo. 2Minimizar el miedo, pero no deshacerlo, es el empeño constante del ego, y es una capacidad para la cual demuestra ciertamente gran ingenio.. 3¿Cómo iba a poder predicar separación a menos que la reforzase con miedo?, y, ¿seguirías escuchándole si reconocieses que eso es lo que está haciendo?




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