DESPERTAR AL AMOR

jueves, 22 de noviembre de 2018

22 NOVIEMBRE: He de ser por siempre un Efecto de Dios.

AUDIOLIBRO

      


EJERCICIOS


LECCIÓN 326


He de ser por siempre un Efecto de Dios.


1. Padre, fui creado en Tu Mente, como un Pensamiento santo que nunca abandonó su hogar. 2He de ser por siempre Tu Efecto, y Tú por siempre y para siempre, mi Causa. 3Sigo siendo tal como Tú me creaste. 4Todavía me encuentro allí donde me pusiste. 5Y todos Tus atributos se encuentran en mí, pues Tu Voluntad fue tener un Hijo tan semejante a su Causa, que Causa y Efecto fuesen indistinguibles. 6Que tome con­ciencia de que soy un Efecto Tuyo y de que, por consiguiente, poseo el mismo poder de crear que Tú. 7Y así como es en el Cielo, sea en la tierra. 8Sigo Tu plan aquí, y sé que al final congregarás a todos Tus Efectos en el plácido Remanso de Tu Amor, donde la tierra desaparecerá y todos los pensamientos separados se unirán llenos de gloria como el Hijo de Dios.

2. Veamos hoy la tierra desaparecer, al principio transformada, y después, una vez que haya sido perdonada, veámosla desvane­cerse completamente en la santa Voluntad de Dios.







Instrucciones para la práctica

Ver las instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.

Comentario

Todo efecto es creado por su causa. La causa determina lo que es el efecto. Si golpeo una bola de billar con mi taco, la bola no tiene nada qué decir respecto a dónde va. El efecto del movimiento de la bola está determinado por el golpe del taco (más alguna otra causa, por ejemplo el estado de la superficie de la mesa, etc.). Así que si soy “un efecto de Dios”, no tengo nada que decir respecto a lo que soy, eso está fijado por mi Causa, Dios. Por eso tiene que ser verdad que “Sigo siendo tal como Tú me creaste” (1:3). No puedo cambiar lo que soy. Dios es “por siempre y para siempre, mi Causa” (1:2). ¿Parece esto anular mi libertad de decisión? Sí, en lo que se refiere a establecer lo que es mi naturaleza. ¡Y gracias a Dios que así es! De otro modo, nos habríamos estropeado a nosotros mismos sin remedio, y habríamos convertido el pecado y el infierno en realidad. Tal como el Curso dice en la Introducción: “Tener libre albedrío no quiere decir que nosotros mismos podamos establecer el plan de estudios”, es decir, decidir lo que tenemos que aprender, sí nos da la libertad de elegir cuándo queremos aprenderlo. Y lo que estamos aprendiendo es lo que realmente somos, tal como Dios nos creó. Eso no puede cambiar.

La Voluntad de Dios es “tener un Hijo tan semejante a su Causa, que Causa y Efecto fuesen indistinguibles” (1:5). ¡Qué afirmación más sorprendente! ¡No somos diferentes a Dios! ¡Cielos! Eso roza la herejía o un orgullo increíblemente desmedido, ¿no? Y sin embargo eso es lo que el Curso nos dice acerca de nosotros mismos, que lo que nosotros somos es de la misma naturaleza de la que Dios está hecho. Si Dios es Amor, también lo es Su Hijo. “Dios es sólo Amor y, por ende, eso es lo que soy yo” (Lecciones 171 a 180).


¿Qué es la creación? (Parte 6)

L.pII.11.3:3

La inviolabilidad de su unicidad (de la Creación) está garantizada para siempre, perennemente a salvo dentro de Su santa Voluntad, y más allá de cualquier posibilidad de daño, separación, imperfección o de nada que pueda mancillar en modo alguno su impecabilidad. (3:3)

Por ponerlo en una frase corta y sencilla: la separación es imposible. Lo que Dios creó Uno jamás puede convertirse en partes separadas, esto sólo puede parecer que ocurre en ilusiones locas. La Totalidad o Unidad es la expresión de la Voluntad de Dios, y nada puede oponerse a esto porque no existe nada que se oponga. Todo lo que existe es parte de esta Unidad, parte de esta expresión única de la Voluntad de Dios. No hay otra, ningún oponente, ningún enemigo, ninguna voluntad en contra. Dios no creó nada que se oponga a Sí Mismo. ¿Cómo podría crear la Voluntad de Dios algo que se opusiera a Su propia Voluntad? Por lo tanto, todo lo que es verdaderamente real tiene que ser una expresión de Su Voluntad.

La Totalidad está “más allá de cualquier posibilidad de daño” porque no existe nada que se oponga a ella. Ésta es una de las características de lo que se llama cosmología “no-dual”. “No-dual” significa que no hay dos sino sólo uno. No hay opuesto a Dios ni a la creación una de Dios.


El Curso dice a menudo que si existiese un opuesto a Dios, si fuera posible el pecado (que se opone a la Voluntad de Dios), entonces Dios habría creado Su propio opuesto, y estaría loco. Si pensamos eso, es que nosotros estamos locos. O Dios está loco, o lo estamos nosotros.

¿Cuál de los dos es más probable?






TEXTO

 

VII. El arca de seguridad



1. Dios no pide nada, y Su Hijo, al igual que Él, no necesita pedir nada, 2pues no le falta nada. 3Un espacio vacío, o una diminuta brecha, sería una insuficiencia. 4sólo ahí podría él querer tener algo que no tiene. 5Un espacio donde Dios no se encuentra o una brecha entre Padre e Hijo no es la Voluntad de ninguno de los dos, que prometieron ser uno solo. 6La promesa de Dios es una promesa que Él se hizo a Sí Mismo, y no hay nadie que pudiese ser desleal a lo que Su Voluntad dispone como parte de lo que Él es. La promesa de que no puede haber brecha alguna entre Él y lo que Él es no puede ser falsa. 8¿Qué otra voluntad podría inter­ponerse entre lo que no puede sino ser uno solo y en Cuya Pleni­tud no puede haber brecha alguna?

2. La hermosa relación que tienes con todos tus hermanos es parte de ti porque es parte de Dios Mismo. 2¿Cómo no ibas a enfermar si te niegas a ti mismo tu plenitud, tu salud, tu Fuente de ayuda, la Llamada a impartir curación y la Llamada a curar? 3Tu salvador espera la curación y el mundo espera con él. 4tú no estás excluido, 5pues la curación o bien será una sola o bien no tendrá lugar en absoluto, ya que en el hecho de que es una radica la curación. 6¿Qué podría corregir a la separación sino su opuesto? 7No hay términos medios en ningún aspecto de la sal­vación. 8O bien la aceptas completamente o bien no la aceptas en absoluto. 9Lo que no está separado tiene que estar unido. 10Y lo que está unido no puede estar separado.

3. O bien hay una brecha entre tu hermano y tú, o bien sois uno y lo mismo. 2No hay nada entremedias, ninguna otra opción, ni ninguna lealtad que se pueda dividir entre esas dos posibilida­des. 3Una lealtad dividida significa que le eres infiel a ambas posibilidades, lo cual no hace sino ponerte a dar tumbos, sin que te quede otro remedio que agarrarte a cualquier brizna de paja que parezca ofrecerte apoyo. 4Mas ¿quién puede edificar su hogar sobre pajas y esperar que le proteja del viento? 5Ése es el tipo de hogar que se puede hacer del cuerpo porque no está cimentado en la verdad. 6Sin embargo, por esa misma razón puede verse que no es tu hogar, sino simplemente un medio para ayudarte a llegar al Hogar donde Dios mora.

4. Cuando ése se vuelve tu propósito, el cuerpo se cura, pues no se le utiliza para dar testimonio del sueño de separación y enfer­medad. 2Tampoco se le culpa fútilmente por lo que no hizo. 3Su propósito es ayudar a que el Hijo de Dios sane, y, debido a ello, no puede enfermar. 4No se une a ningún propósito que tú no hayas aceptado, y tú has elegido que no esté enfermo. 5Todos los milagros se basan en esta decisión, y se te conceden en el mismo instante en que la tomas. 6Ninguna forma de enfermedad está excluida de dicha decisión porque la decisión no puede tomarse en función de la forma. 7La decisión de estar enfermo parece ser una decisión entre diferentes formas de enfermedad. 8Sin em­bargo, la enfermedad es una sola, al igual que su opuesto. 9Por consiguiente, o estás enfermo o estás sano.

5. Pero nunca tú solo. 2Este mundo no es más que el sueño de que puedes estar solo y de que puedes pensar sin que ello afecte a los que están separados de ti. 3Estar solo significa que estás separado, y si lo estás, no puedes sino estar enfermo. 4Esto parece probar que definitivamente estás separado. 5No obstante, lo único que significa es que has tratado de mantener la promesa de serle fiel a la infidelidad. 6Mas la infidelidad. significa enfermedad. 7Es como la casa edificada sobre pajas. 8De por sí parece ser muy sólida y real. 9Su estabilidad, no obstante, no se puede juzgar sin tomar en consideración sus cimientos. 10Si descansa sobre pajas, de nada sirve atrancar las puertas, cerrar las ventanas o correr los cerrojos. 11El viento la derrumbará, y las lluvias la azotarán y la arrastrarán al olvido.

6. ¿Qué sentido tiene buscar refugio en lo que se construyó preci­samente para fomentar el peligro y el miedo? 2¿Por qué recar­garlo con más cerraduras, cadenas o pesadas anclas, cuando su debilidad no reside en ello mismo, sino en la fragilidad de la brecha insustancial sobre la que se erige? 3¿Qué seguridad te puede ofrecer algo que descansa sobre una sombra? 4¿Edificarías tu casa sobre algo que pudiera derrumbarse con el peso de una pluma?

7. Tu hogar está edificado sobre la salud de tu hermano, sobre su felicidad e impecabilidad*, así como sobre todo lo que su Padre le prometió. 2Ningún pacto secreto que hayas hecho en lugar de eso ha estremecido en lo más mínimo los Cimientos de este hogar. 3El viento podrá soplar sobre él y la lluvia azotarlo, pero sin conse­cuencia alguna. 4El mundo será arrastrado, pero este hogar per­manecerá en pie para siempre, pues su fuerza no reside sólo en él. 5Es un arca de seguridad, que descansa sobre la promesa que Dios le hizo a Su Hijo de que él siempre moraría a salvo en Él. 6¿Qué brecha podría interponerse entre la seguridad de este refugio y su Fuente? 7Desde aquí se puede ver al cuerpo como lo que es, sin atribuirle más o menos valor del que tiene como medio para libe­rar al Hijo de Dios a fin de que pueda regresar a su hogar. 8Y con este santo propósito se convierte por un tiempo en un hogar de santidad, ya que comparte la Voluntad de tu Padre contigo.











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