DESPERTAR AL AMOR

lunes, 29 de octubre de 2018

29 OCTUBRE: Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz.

AUDIOLIBRO



EJERCICIOS 


LECCIÓN 302


Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz.


1. Padre, por fin estamos abriendo los ojos. 2Tu santo mundo nos espera, pues por fin hemos recobrado la visión y podemos ver. 3Pensábamos que estábamos sufriendo. 4Pero era que nos habíamos olvidado del Hijo que Tú creaste. 5Ahora vemos que las tinieblas son el producto de nuestra propia imaginación y que la luz está ahí para que la contemplemos. 6La visión de Cristo transforma las tinieblas en luz, pues el miedo no puede sino desaparecer ante la llegada del amor. 7Déjame perdonar hoy Tu santo mundo, para poder contemplar su santidad y entender que no es sino el reflejo de la mía.

2. Nuestro Amor nos espera conforme nos dirigimos a Él y, al mismo tiempo, marcha a nuestro lado mostrándonos el camino. 2No puede fracasar en nada. 3Él es el fin que perseguimos, así como los medios por los que llegamos a Él.





Instrucciones para la práctica

Ver las instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.

Comentario

Ésta es la transformación que nos trae el cambio en la percepción. Donde veíamos oscuridad, ahora vemos la luz. Lo que parecía un ataque, ahora se convierte en una petición de amor. La demencia de un hermano se convierte en una oportunidad de bendecir. Las piedras en las que antes tropezábamos, se convierten en peldaños en el camino. Todas las cosas se convierten en lecciones que Dios quiere que aprendamos. La luz siempre está ahí, pero veíamos la oscuridad.

“Ahora vemos que las tinieblas son el producto de nuestra propia imaginación y que la luz está ahí para que la contemplemos” (1:5).

Quizá hoy vea una cosa que parezca oscuridad, y recuerde decir: “Donde veo oscuridad, elijo ver la luz”. Quizá recuerde buscar amor en lugar de condena y juicio. Quizá vea una cosa que parece una maldición y aprenda a considerarla como una bendición. Que empiece con pequeños aumentos en lecciones que me acerquen al hogar. Puede estar más allá de mí ahora el mirar a desastres globales y ver la luz en ellos, pero puedo empezar con cosas más cercanas: mis planes que se van al traste, el amigo entrometido, la esposa que se aparta. “Déjame perdonar hoy Tu santo mundo, para poder contemplar su santidad y entender que no es sino el reflejo de la mía” (1:7).

No estamos solos mientras recorremos el camino.

Nuestro Amor nos espera conforme nos dirigimos a Él y, al mismo tiempo, marcha a nuestro lado mostrándonos el camino. No puede fracasar en nada. Él es el fin que perseguimos, así como los medios por los que llegamos a Él. (2:1-3)

Para mí, “Nuestro Amor” significa el Cristo. Para mí, y quizá para algunos de vosotros, Él está representado por Jesús. Quizá piensas en Él como tu Ser más elevado. Él es al mismo tiempo los medios así como la meta de nuestro viaje. Él espera al final, llamándonos hacia Él, y al mismo tiempo Él recorre el camino con nosotros, enseñándonos, guiándonos, y dándonos poder mientras viajamos. Agradezcámosle hoy Su ayuda, y mantengámonos conscientes de ella a lo largo del día.



¿Qué es el Segundo Advenimiento? (Parte 2)

L.pII.9.1:3

Es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones: la señal de que estás dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas. (1:3)

Continuación de la parte 1 de la lista de descripciones del Segundo Advenimiento:

3. La invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones

Ésta es la visión del Curso acerca del final del mundo y del tiempo. El mundo real viene antes que el Segundo Advenimiento. Nuestra percepción se purifica individual y colectivamente, para que veamos un reflejo del Cielo. Cuando todas las mentes estén de acuerdo con esta percepción, ése es el Segundo Advenimiento. Ésta “es parte de la condición que reinstaura lo que nunca se perdió” (1:2). La purificación de nuestra percepción y la unión de nuestras mentes en esa percepción, “es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones” (1:3). Nuestras percepciones equivocadas han sido corregidas, nuestras mentes se han unido en la cordura. Ahora está abierto el camino para que Dios dé Su último paso.

4. Estar dispuesto al perdón total


¿En qué consiste la percepción de unidad? En estar “dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas” (1:3). En otras palabras, estar dispuesto a no ver pecado, sino la perfecta creación de Dios por todas partes. Fíjate en que estas cuatro definiciones se refieren al deshacimiento de los errores que nuestra mente ha inventado, no al cambio externo. Si la mente ha sanado, por supuesto que cambiará el mundo, ya que sólo es el reflejo de nuestro estado mental.

El perdón del que aquí se habla es el estado final de la mente en el que hemos perdonado:

  • todas las cosas: cada persona, cada situación, Dios, nosotros mismos 
  • sin excepción: nada ni nadie queda excluido y 
  • sin reservas: de todo corazón, llenos de alegría, gozosamente

El Segundo Advenimiento es el acontecimiento en el tiempo en el que el perdón es total. No queda condena ni juicio en ninguna mente.
TEXTO

IX. Pues Ellos han llegado


1. ¡Cuán santo debes ser tú, que desde ti la Voz de Dios llama amorosamente a tu hermano para que puedas despertar en él la Voz que contesta tu llamada! 2¡Y cuán santo debe ser tu hermano cuando en él reside tu propia salvación, junto con su libertad! 3Por mucho que lo quieras condenar, Dios mora en él. 4Pero mientras ataques Su hogar elegido y luches con Su huésped, no podrás saber que Dios mora igualmente en ti. 5Mira a tu hermano con dulzura. 6Contempla amorosamente a aquel que lleva a Cristo dentro de sí, para que puedas ver su gloria y regocijarte de que el Cielo no esté separado de ti.

2. ¿Sería mucho pedir que tuvieses un poco de confianza en aquel que te trae a Cristo para que todos tus pecados te sean perdona­dos, sin excluir ni uno solo que todavía quisieras valorar? 2No olvides que una sola sombra que se interponga entre tu hermano y tú nubla la faz de Cristo y el recuerdo de Dios. 3¿E intercambia­rías Éstos por un odio inmemorial? 4El suelo que pisas es tierra santa por razón de Aquellos que, al estar ahí contigo, la han ben­decido con Su inocencia y con Su paz.

3. La sangre del odio desaparece permitiendo así que la hierba vuelva a crecer con fresco verdor, y que la blancura de todas las flores resplandezca bajo el cálido sol de verano. 2Lo que antes era un lugar de muerte ha pasado a ser ahora un templo viviente en un mundo de luz. 3todo por Ellos. 4Es Su Presencia la que ha elevado nuevamente a la santidad para que ocupe su lugar ances­tral en un trono ancestral. 5debido a Ellos los milagros han bro­tado en forma de hierba y flores sobre el terreno yermo que el odio había calcinado y dejado estéril. 6Lo que el odio engendró Ellos lo han des-hecho. 7Y ahora te encuentras en tierra tan santa que el Cielo se inclina para unirse a ella y hacerla semejante a él. 8La sombra de un viejo odio ya no existe, y toda desolación y aridez ha desaparecido para siempre de la tierra a la que Ellos han venido.

4. ¿Qué son cien años para Ellos, o mil, o cientos de miles? 2Cuando Ellos llegan, el propósito del tiempo se consuma. 3Lo que nunca tuvo lugar desaparece en la nada cuando Ellos llegan. 4Lo que el odio reivindicaba se entrega ahora al amor, y la liber­tad ilumina toda cosa viviente y la eleva hasta el Cielo, donde las luces se encienden con mayor fulgor a medida que cada una vuelve al hogar. 5Lo incompleto se vuelve completo de nuevo, y el gozo del Cielo aumenta porque lo que era suyo le ha sido restituido. 6La tierra ha quedado limpia de toda mancha de sangre, y los dementes se han desprendido de sus vestimentas de demen­cia para unirse a Ellos en el lugar donde tú te encuentras.

5. El Cielo se siente agradecido por este regalo que por tanto tiempo le había sido negado. 2Pues Ellos han venido a congregar a los Suyos. 3Lo que se había clausurado se abre; lo que se mante­nía oculto de la luz se le entrega a ésta para que pueda iluminarlo sin dejar ningún espacio o distancia entre la luz del Cielo y el mundo.

6. El más santo de todos los lugares de la tierra es aquel donde un viejo odio se ha convertido en un amor presente. 2Y Ellos acu­den sin demora al templo viviente, donde se les ha preparado un hogar. 3No hay un lugar en el Cielo que sea más santo. 4Y Ellos han venido a morar en el templo que se les ha ofrecido para que sea Su lugar de reposo, así como el tuyo. 5Lo que el odio le ha entregado al amor, se convierte en la luz más brillante de todo el resplandor del Cielo. 6Y el fulgor de todas las luces celestiales cobra mayor intensidad, como muestra de gratitud por lo que se les ha restituido.

7. Los ángeles revolotean amorosamente a tu alrededor, a fin de mantener alejado de ti todo sombrío pensamiento de pecado y asegurarse de que la luz permanezca allí donde ha entrado. 2Las huellas de tus pasos iluminan el mundo, pues por donde tú cami­nas el perdón te acompaña jubilosamente. 3No hay nadie en la tierra que deje de dar gracias a aquel que ha restaurado su hogar, protegiéndolo, así del crudo invierno y del gélido frío. 4¿Y cómo podrían el Señor, de los Cielos y Su Hijo dar menos como muestra de agradecimiento cuando han recibido mucho más?


8. Ahora el. templo del Dios viviente ha sido reconstruido de nuevo para ser el anfitrión de Aquel que lo creó. 2Donde Él mora, Su Hijo mora con Él y nunca están separados. 3Y dan gracias de que finalmente se les haya dado la bienvenida. 4Donde antes se alzaba una cruz, se alza ahora el Cristo resucitado, y en Su visión las viejas cicatrices desaparecen. 5Un milagro inmemorial ha venido a bendecir y a reemplazar una vieja enemistad, cuyo fin era la destrucción. 6Con dulce gratitud Dios el Padre y el Hijo regresan a lo que es Suyo, y a lo que siempre lo será. 7Ahora se ha consumado el propósito del Espíritu Santo. 8Pues Ellos han lle­gado. 9¡Por fin han llegado!

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