DESPERTAR AL AMOR

martes, 15 de diciembre de 2020

15 DICIEMBRE: Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor.

AUDIOLIBRO



EJERCICIOS


LECCIÓN 349


Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mí, y que en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor.


1. Así quiero liberar todas las cosas que veo; concediéndoles la libertad que busco. 2De esta manera obedezco la ley del amor, dando lo que quiero encontrar y hacer mío. 3Ello se me dará, porque lo he elegido como el regalo que quiero dar. 4Padre, Tus regalos son míos. 5Cada regalo que acepto me concede un milagro que puedo dar. 6Y al dar tal como quiero recibir, comprendo que Tus milagros de curación me pertenecen.

2. Nuestro Padre conoce nuestras necesidades, 2y nos concede la gracia para satisfacerlas todas. 3Y así, confiamos en que Él nos enviará milagros para bendecir al mundo y sanar nuestras men­tes según regresamos a Él.




Instrucciones para la práctica

Ver las instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.

Comentario

“La ley del amor” de la que se habla en la segunda frase, se ha mencionado en las Lecciones 344, 345 y 346. Es probable que hayamos olvidado cómo la define la Lección 344: “Hoy aprendo la ley del amor: que lo que le doy a mi hermano es el regalo que me hago a mí mismo”. La ley del amor es la ley de que dar y recibir son lo mismo, de que la generosidad y la extensión de amor son un modo práctico de vivir porque lo que doy, lo recibo. Al comprender lo que es la ley del amor, las palabras de esta lección tienen perfecto sentido:

Así quiero liberar todas las cosas que veo; concediéndoles la libertad que busco. De esta manera obedezco la ley del amor, dando lo que quiero encontrar y hacer mío. (1:1-2)

¿Quiero que otros no me juzguen, perdonen mis errores, y me ofrezcan milagros de amor? Daré lo que busco, daré lo que quiero encontrar para mí mismo.

Cada vez que acepto un regalo de Dios, he aumentado el número de milagros que puedo dar (1:4-5). Cada vez que doy ese milagro a otro, he fortalecido mi aprendizaje de que el milagro me pertenece (1:6). Y así recuerdo a Dios.

Hoy no voy a juzgar sino a ofrecer milagros de amor. Voy a dar lo que quiero recibir.


¿Qué es un milagro? (Parte 9)

L.pII.13.5:1-3

Con crudas imágenes, esta sección se refiere a nuestro mundo como “un mundo árido y polvoriento, al cual criaturas hambrientas y sedientas vienen a morir” (5:1). Más de una vez, el Curso dice que vinimos a este mundo para morir, buscábamos la muerte al venir a un lugar donde todo muere. Por ejemplo: “Viniste a morir, por lo tanto, ¿qué puedes esperar, sino percibir los signos de la muerte que buscas?” (T.29.VII.5:2) “El factor motivante de este mundo no es la voluntad de vivir, sino el deseo de morir” (T.27.I.6:3). Vinimos como resultado de la culpa, creyendo en nuestro propio pecado y buscando nuestro propio castigo. Vinimos porque de algún modo, según la retorcida lógica del ego, la muerte es la última prueba de que hemos logrado separarnos de Dios. Inventamos este mundo como un lugar en el que morir, y luego vinimos a morir en él.

Pero “los milagros son como gotas de lluvia regeneradora que caen del Cielo” en este mundo reseco que hemos inventado, y los milagros lo convierten en un paraíso.

Ahora (las criaturas hambrientas y sedientas) tienen agua. Ahora el mundo está lleno de verdor. (5:2-3)

Los milagros transforman el mundo de muerte que inventamos en un lugar de vida. El Capítulo 26 del Texto, en la Sección IX (“Pues Ellos Han Llegado”), amplía las mismas imágenes:

La sangre del odio desaparece permitiendo así que la hierba vuelva a crecer con fresco verdor, y que la blancura de todas las flores resplandezca bajo el cálido sol de verano. Lo que antes era un lugar de muerte ha pasado a ser ahora un templo viviente en un mundo de luz. Y todo por Ellos. Es Su Presencia la que ha elevado nuevamente a la santidad para que ocupe su lugar ancestral en un trono ancestral. Y debido a Ellos los milagros han brotado en forma de hierba y flores sobre el terreno yermo que el odio había calcinado y dejado estéril. Lo que el odio engendró Ellos lo han des-hecho. Y ahora te encuentras en tierra tan santa que el Cielo se inclina para unirse a ella y hacerla semejante a él. La sombra de un viejo odio ya no existe, y toda desolación y aridez ha desaparecido para siempre de la tierra a la que Ellos han venido. (T.26.IX.3:1-8)

Nos abrimos a los milagros cuando nos abrimos al perdón y al amor, cuando nos abrimos a Dios. “Ellos” en esta sección del Texto se refiere al rostro de Cristo (ver la inocencia de nuestros hermanos) y al recuerdo de Dios. Cuando nos permitimos ver el rostro de Cristo en nuestros hermanos, vuelve el recuerdo de Dios. Cuando eso sucede, el terreno “yermo y calcinado” de este mundo se convierte en un jardín, en un reflejo del Cielo.





TEXTO

 

VII. La nueva interpretación

 

1. ¿Cómo iba a haber dejado Dios que el significado del mundo estuviese sujeto a tu interpretación? 2Si hubiese hecho eso, el mundo no tendría significado. 3Pues es imposible que el signifi­cado de algo cambie constantemente y que, aun así, sea verdad. 4El Espíritu Santo ve en el mundo un solo propósito, el cual es eternamente inmutable. 5Ninguna situación puede alterar este objetivo, sino que tiene que estar de acuerdo con él. 6Pues sólo si el objetivo del mundo pudiese cambiar con cada situación, podría cada una de ellas estar sujeta a diferentes interpretaciones cada vez que se pensase en ellas. Tú añades nuevos elementos al guión que escribes para cada minuto del día, y así, todo lo que sucede ahora tiene otro significado. 8Elimina algún elemento, y el significado cambiará consecuentemente.

2. ¿Qué reflejan tus guiones, sino tus planes acerca de cómo debe­ría transcurrir el día? 2Y así, determinas lo que es un desastre o un triunfo, un avance o un retroceso, una ganancia o una pér­dida. 3Estos juicios se hacen en conformidad con los papeles que el guión asigna. 4El hecho de que de por sí no signifiquen nada queda demostrado por la facilidad con que estas designaciones cambian a la luz de otros juicios que se hacen acerca de diferentes aspectos de la experiencia. 5luego, visto en retrospectiva, crees ver otro significado en conexión con lo que ocurrió previamente. 6¿Qué has hecho realmente, sino demostrar que nada de ello tenía significado alguno? 7Mas tú le atribuías significado a la luz de objetivos cambiantes, que alteraban el significado a medida que dichos objetivos cambiaban.

3. Solamente un propósito firme puede otorgarle a cualquier acontecimiento un significado estable. 2Pero tiene que otorgarles a todos ellos el mismo significado. 3Si a cada acontecimiento se le otorga un significado diferente, ello quiere decir que cada uno de ellos tiene un propósito diferente. 4Y ése sería todo el significado que tendrían. 5¿Qué clase de significado sería ése? 6¿Cómo puede ser que el significado de "significado" sea confusión? 7La percep­ción no puede estar fluctuando constantemente y al mismo tiempo tener un significado estable en alguna parte. 8El miedo es un juicio que nunca está justificado. 9Su presencia no. significa nada, excepto que sirve para mostrarte que escribiste un guión tenebroso y que, como resultado de ello, tienes miedo. 10Pero no porque la cosa que temes tenga de por sí un significado temible.

4. Abrigar un propósito común es el único medio por el que la percepción puede estabilizarse, y por el que se le puede dar una sola interpretación al mundo y a todas las experiencias que se tienen en él. 2En ese propósito común, todo el mundo y todas las cosas que ves comparten el mismo juicio. 3Ahora no tienes por qué juzgar, pues has aprendido que a todo se le ha dado el mismo significado, y te alegras de poder verlo por todas partes. 4Dicho significado no puede cambiar porque tu deseo es percibirlo en todas partes, inalterado por las circunstancias. 5Por lo tanto, se lo otorgas a todos los acontecimientos y dejas que ellos te ofrez­can estabilidad a ti.

5. Librarte de juzgar radica simplemente en esto: todas las cosas tienen el mismo propósito, el cual tú compartes con todo el mun­do. 2Y no hay nada en el mundo que pueda oponerse a ese propó­sito, pues es el propósito de todas las cosas y también el tuyo. 3Tener un mismo propósito pone fin a todas las ideas de sacrificio, las cuales no pueden sino atribuir un propósito para el que gana y otro para el que pierde. 4Sin esta idea no podría haber pensamien­tos de sacrificio. 5es esta idea de que puede haber diferentes objetivos lo que hace que la percepción oscile y el significado cam­bie. 6Con un objetivo unificado esto se vuelve imposible, pues tu conformidad hace que la interpretación sea estable y duradera.

6. ¿Cómo se iba a poder entablar la comunicación mientras los símbolos que se usan tengan diferentes significados? 2El objetivo del Espíritu Santo ofrece una sola interpretación, la cual tiene sig­nificado para ti y para tu hermano. 3Y así, te puedes comunicar con él y él contigo. 4Cuando se usan símbolos que ambos podéis comprender se deja de sacrificar el significado. 5Todo sacrificio supone la pérdida de tu capacidad de ver la conexión que hay entre todos los acontecimientos. 6Pues si se observan por separado no tienen ningún significado, 7ya que les falta la luz bajo la cual se pueden ver y comprender. 8Y así, carecen de propósito 9y no se puede entender cuál es su finalidad. 10Ningún pensamiento de pérdida significa nada, 11pues nadie está de acuerdo contigo con respecto a su significado. 12Es parte de un guión disparatado, que no puede ser interpretado de manera que tenga sentido. 13Siempre será ininteligible. 14Esto no es comunicación. 15Tus sombríos sue­ños no son más que los absurdos guiones que escribes por tu cuenta mientras duermes. 16No trates de encontrar significado en sueños de separación. 17Sólo los sueños de perdón se pueden com­partir, 18pues significan lo mismo para ti que para tu hermano.

7. No hagas interpretaciones desde una perspectiva de soledad, pues lo que veas no tendrá ningún significado, y lo que representa cambiará. 2tú creerás que el mundo es un lugar incierto, por el que caminas en peligro, lleno de incertidumbre. 3Son únicamente tus interpretaciones las que carecen de estabilidad, pues no están en armonía con lo que realmente eres. 4Es éste un estado tan peli­groso en apariencia, que es imposible que no surja el temor. 5Hermano mío, no sigas por ese camino. 6Tenemos un solo Intérprete. 7Y a través del uso que Él hace de los símbolos nos unimos, y así, todos ellos tienen el mismo significado para todos nosotros. 8Nuestro idioma común nos permite hablar con todos nuestros hermanos, y entender con ellos que el perdón se nos ha otorgado a todos, y que, por lo tanto, podemos comunicarnos nuevamente.






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