LECCION 154 Me cuento entre los ministros de Dios.
1. No seamos hoy ni arrogantes ni falsamente humildes. 2Ya hemos superado tales necedades. 3No podemos juzgarnos a nosotros mismos, ni hace falta que lo hagamos. 4Eso no es sino aplazar la decisión y posponer entregarnos de lleno al ejercicio de nuestra función. 5Nuestro papel no es juzgar nuestra valía, ni tampoco podríamos saber cuál es el mejor papel para nosotros o qué es lo que podemos hacer dentro de un plan más amplio que no podemos captar en su totalidad. 6Nuestro papel se nos asigna en el Cielo, no en el infierno. 7Y lo que pensamos que es debilidad puede ser fortaleza, y lo que creemos que es nuestra fortaleza a menudo es arrogancia.
2. Sea cual sea el papel que se te haya asignado, fue seleccionado por la Voz que habla por Dios, Cuya función es asimismo hablar por ti. 2El Espíritu Santo escoge y acepta tu papel por ti, toda vez que ve tus puntos fuertes exactamente como son, y es igualmente consciente de dónde se puede hacer mejor uso de ellos, con qué propósito, a quién pueden ayudar y cuándo. 3Él no actúa sin tu consentimiento. 4Pero no se deja engañar con respecto a lo que eres, y escucha solamente Su Voz en ti.
3. Mediante esta capacidad Suya de oír una sola Voz, la Cual es la Suya Propia, es como tú por fin cobras conciencia de que en ti solo hay una Voz. 2Y esa sola Voz te asigna tu función, te la comunica, y te proporciona las fuerzas necesarias para poder entender lo que es, para poder llevar a cabo lo que requiere, así como para poder triunfar en todo lo que hagas que tenga que ver con ella. 3Dios se une a Su Hijo en esto, y Su Hijo se convierte de este modo en el mensajero de la unidad junto con Él.
4. Esta unión de Padre e Hijo, a través de la Voz que habla por Dios, es lo que hace que la salvación sea algo aparte del mundo. 2Ésta es la Voz que habla de leyes que el mundo no obedece, y la que promete salvarnos de todo pecado y abolir la culpabilidad de la mente que Dios creó libre de pecado. 3Ahora esta mente vuelve a cobrar conciencia de Aquel que la creó y de su eterna unión consigo misma. 4Y así, su Ser es la única realidad en la que su voluntad y la de Dios están unidas.
5. El mensajero no escribe el mensaje que transmite. 2Tampoco cuestiona el derecho del que lo escribe, ni pregunta por qué razón ha escogido aquellos que han de recibir el mensaje del que él es portador. 3Sólo necesita aceptarlo, llevárselo a quienes va destinado y cumplir con su cometido de entregarlo. 4Si trata de determinar cuáles deben ser los mensajes, cuál es su propósito o adónde se deben llevar, no estará desempeñando debidamente su papel de portador de la Palabra.
6. Hay una diferencia fundamental en el papel que desempeñan los mensajeros del Cielo que los distingue de los mensajeros del mundo. 2Losmensajes que transmiten van dirigidos en primer lugar a ellos mismos. 3Y es únicamente en la medida en que los pueden aceptar para sí que se vuelven capaces de llevarlos aún más lejos, y de transmitirlos allí donde se dispuso que fueran recibidos. 4Al igual que los mensajeros del mundo, ellos no escribieron los mensajes de los que son portadores, pero se convierten, en rigor, en los primeros que los reciben, a fin de prepararse para dar.
7. Un mensajero terrenal cumple su misión transmitiendo todos los mensajes de que es portador. 2Los mensajeros de Dios desempeñan su papel aceptando Sus mensajes como si fuesen para ellos mismos, y demuestran que han entendido los mensajes al transmitírselos a otros. 3No eligen ningún papel que no les haya sido asignado por Su autoridad. 4Y de esta forma, se benefician con cada mensaje que transmiten.
8. ¿Queréis recibir los mensajes de Dios? 2Pues así es como os convertís en Sus mensajeros. 3Sois nombrados ahora. 4Sin embargo, os demoráis en transmitir los mensajes que habéis recibido. 5Y de esta forma, no os dais cuenta de que son para vosotros, y así, no los reconocéis. 6Nadie puede recibir, y comprender qué ha recibido, hasta que no dé. 7Pues sólo al dar puede aceptar que ha recibido.
9. Vosotros que sois ahora los mensajeros de Dios, recibid Sus mensajes. 2Pues eso es parte de la función que se os asignó. 3Dios no ha dejado de ofreceros lo que necesitáis, ni ello ha dejado de aceptarse. 4No obstante, hay otra parte de la tarea que se os ha señalado que todavía tiene que llevarse a cabo. 5Aquel que recibió los mensajes de Dios por vosotros quisiera que vosotros también los recibierais. 6Pues de esta manera os identificáis con Él y reivindicáis lo que es vuestro.
10. Esta unión es lo que nos proponemos reconocer hoy. 2No trataremos de mantener nuestras mentes separadas de Aquel que habla por nosotros, pues es nuestra propia voz la que oímos cuando le prestamos atención a Él. 3Únicamente Él puede hablarnos a nosotros y hablar por nosotros, uniendo en una sola Voz el recibir y el dar de la Palabra de Dios; el dar y el recibir de Su Voluntad.
11. Nuestra práctica de hoy consiste en darle a Él lo que es Su Voluntad tener, de manera que podamos reconocer los dones que nos hace. 2Él necesita nuestra voz para poder hablar a través de nosotros. 3Necesita nuestras manos para que acepten Sus mensajes y se los lleven a quienes Él nos indique. 4Necesita nuestros pies para que éstos nos conduzcan allí donde Su Voluntad dispone que vayamos, de forma que aquellos que esperan acongojados puedan por fin liberarse. 5Ynecesita que nuestra voluntad se una a la Suya, para que podamos ser los verdaderos receptores de los dones que Él otorga.
12. Aprendamos sólo esta lección el día de hoy: que no reconoceremos lo que hemos recibido hasta que no lo demos. 2Has oído esto cientos de veces y de cien maneras diferentes, y, sin embargo, todavía no lo crees. 3Mas ten por seguro esto: hasta que no lo creas, recibirás miles y miles de milagros, pero no sabrás que Dios Mismo no se ha quedado con ningún regalo que tú ya no poseas, ni le ha negado a Su Hijo la más mínima bendición. 4¿Qué significado puede tener esto para ti a no ser que te hayas identificado con el Hijo y con lo que es suyo?
13. Nuestra lección de hoy reza así:
2Me cuento entre los ministros de Dios, y me siento agradecido de disponer de los medios a través de los cuales puedo llegar a reconocer que soy libre.
14. El mundo retrocederá a medida que iluminemos nuestras mentes y reconozcamos la veracidad de estas santas palabras. 2Pues constituyen el mensaje que hoy nos envía nuestro Creador. 3Ahora demostraremos cómo han cambiado lo que pensábamos de nosotros mismos y de lo que nuestra función era. 4Pues al demostrar que no aceptamos ninguna voluntad que no sea la que compartimos, los numerosos dones que nuestro Creador nos otorga aparecerán de inmediato ante nuestra vista y llegarán a nuestras manos, y así reconoceremos lo que hemos recibido.
TEXTO
9. Siempre que eliges tomar una decisión para ti solo estás pensando destructivamente y la decisión será errónea. 2Te hará daño por razón del concepto de decisión que te condujo a ella. 3No es verdad que puedas tomar decisiones por tu cuenta, o para ti solo. 4Ningún pensamiento del Hijo de Dios puede estar separado o tener efectos aislados. 5Cada decisión que se toma, se toma para toda la Filiación, es aplicable tanto a lo interno como a lo externo y afecta a una constelación mucho mayor que nada que jamás hayas podido concebir.
10. Los que aceptan la Expiación soninvulnerables. 2Pero los que creen ser culpables reaccionarán ante la culpabilidad porque creerán que es la salvación, y no se negarán a verla ni a ponerse de su parte. 3Creen que incrementar la culpabilidad es la manera de auto-protegerse. 4No lograrán comprender el simple hecho de que lo que no desean no puede sino hacerles daño. 5Todo esto procede del hecho de que no creen que lo que desean sea bueno. 6Mas se les dio la voluntad porque es algo santo. y porque les brindará todo lo que necesitan, lo cual les llegará tan naturalmente como la paz que no conoce límites. 7Nada que su voluntad no les provea tiene valor alguno. 8Pero como ellos no entienden su propia voluntad, el Espíritu Santo la comprende por ellos silenciosamente y les da lo que desean sin que se tengan que esforzar o afanar, y sin dejarlos con la imposible carga de tener que decidir por su cuenta qué es lo que desean o necesitan.
11. Jamás se dará el caso de que tengas que tomar decisiones por tu cuenta. 2No estás desprovisto de ayuda, y de una Ayuda que conoce la solución. 3¿Te conformarías con unas migajas, que es todo lo que por tu cuenta puedes ofrecerte a ti mismo, cuando Aquel que te lo da todo simplemente lo pone a tu disposición? 4Él nunca te preguntará qué has hecho para ser digno del regalo de Dios. 5Así pues, no te lo preguntes a ti mismo. 6Acepta, en cambio, Su respuesta pues Él sabe que tú eres digno de todo lo que Dios dispone para ti. 7No trates de librarte del regalo de Dios que el Espíritu Santo tan libre y gustosamente te ofrece. 8Él te ofrece sólo lo que Dios le dio para ti. 9No tienes que decidir si eres merecedor de ello o no. 10Dios sabe que lo eres.
12. ¿Negarías la verdad de la decisión de Dios, imponiendo tu mísera evaluación de ti mismo en lugar de la serena e inmutable evaluación, que Él ha hecho de Su Hijo? 2Nada puede alterar la convicción de Dios de que todo lo que Él creó gozade perfecta pureza, pues es absolutamente puro. 3No decidas contra ello porque, dado que procede de Él, no puede sino ser verdad. 4La paz mora en toda mente que acepta serenamente el planque Dios elaboró para su Expiación, renunciando al suyo propio. 5Tú no sabes lo que es la salvación, pues no comprendes lo que es. 6No tomes decisiones con respecto a lo que es o adónde se encuentra, sino que en vez de ello pregúntaselo todo al Espíritu Santo y no tomes ninguna decisión sin Su dulce consejo.
13. Aquel que conoce el plan que Dios quiere que sigas puede enseñarte lo que éste es. 2Sólo Su Sabiduría puede guiar tus pasos en dicho plan. 3Cada decisión que tomas por tu cuenta significa únicamente que quieres definir la que es la salvación y aquello de lo que debes ser salvado. 4El Espíritu Santo sabe que la salvación es escapar de la culpabilidad. 5No tienes ningún otro "enemigo", y el Espíritu Santo es el único Amigo que te puede ayudar contra esta absurda distorsión de la pureza del Hijo de Dios. 6Él es el poderoso protector de la inocencia que te hace libre. 7Y Él ha decidido deshacer todo lo que podría ocultar tu inocencia de tu mente despejada.
14. Permítele, por lo tanto, ser el único Guía que sigues hacia la salvación. 2Él conoce el camino y te conduce gustosamente por él. 3Con Él no podrás sino aprender que lo que Dios desea para ti estu voluntad. 4Sin Su dirección pensarás que puedes saber por tu cuenta lo que debes hacer, y decidirás contra tu paz tan irremediablemente como decidiste que la salvación residía solamente en ti. 5La salvación está en manos de Aquel a Quien Dios se la confió para ti. 6Él no se ha olvidado de ello. 7No te olvides de Él y Él tomará todas tus decisiones por ti, las cuales serán en favor de tu salvación y de la paz de Dios en ti:
15. No intentes tasar el valor del Hijo de Dios que Él creó santo, pues hacer eso es evaluar a su Padre y juzgar contra Él. 2Y no podrássino sentirte culpable por este crimen imaginario, que nadie en este mundo ni en el Cielo podría cometer. 3El Espíritu Santo sólo enseña que el "pecado" de instaurar un falso ser en el trono de Dios no debe ser motivo de culpabilidad. 4Lo que no puede suceder no puede tener efectos temibles. 5Descansa tranquilamente en la fe que has depositado en Aquel que te ama y que desea librarte de la locura. 6Puede que lo que hayas elegido sea la demencia, mas la demencia no es tu realidad. 7Nunca te olvides del Amor de Dios, Quien se ha acordado de ti. 8Pues es absolutamente imposible que Él jamáshubiese permitido que Su Hijo dejara de formar parte de la amorosa Mente en la que fue creado, y donde se fijó su morada en perfecta paz para siempre.
16. Dile únicamente al Espíritu Santo: "Decide por mí", y está hecho. 2Pues Sus decisiones reflejan lo que Dios sabe acerca de ti y ante esa luz cualquier clase de error es imposible. 3¿Por qué luchas tan frenéticamente por tratar de prever lo que no puedes saber, cuando tras cada decisión que el Espíritu Santo toma por ti se encuentra el conocimiento? 4Aprende de Su sabiduría y de Su Amor, y enseña Su respuesta a todos los que luchan en las tinieblas, pues al hacerlo decides por ellos y por ti.
17. ¡Qué grato es decidir todas las cosas a través de Aquel que da Su equitativo Amor a todos por igual! 2Él no excluye a nadie de ti. 3Por lo tanto, te da lo que es tuyo porque tu Padre quiere que lo compartas con Él. 4Deja que el Espíritu Santo sea tu guía en todo, y no te vuelvas atrás. 5Confía en que Él responderá de inmediato y con Amor a todos los que de algún modo se vean afectados por tus decisiones. 6Y todo el mundo se ve afectado. 7¿Te echarías al hombro la responsabilidad de tener que decidir qué es lo único que redundaría en beneficio de todos? 8¿Cómo ibas a saberlo?
18. Te has enseñado a ti mismo el hábito completamente antinatural de no comunicarte con tu Creador. 2Sin embargo, permaneces en estrecha comunicación con Él, y con todo lo que mora en Él, lo cual mora también en ti. 3Desaprende, mediante el amoroso consejo del Espíritu Santo, el aislamiento que aprendiste, y aprende la feliz comunicación que desechaste, pero que aun así no pudiste perder.
19. Siempre que tengas dudas acerca de lo que debes hacer, piensa en Su Presencia y repite para tus adentros esto y sólo esto:
2Él me guía y conoce el camino que yo no conozco.
3Mas nunca me privará de lo que quiere que yo aprenda.
4Por eso confío en que me comunicará todo lo que sabe por mí..
5Déjale entonces que te enseñe quedamente cómo percibir tu inocencia, la cual está ya ahí.
AUDIOLIBRO
EJERCICIOS
Me cuento entre los ministros de Dios.
1. No seamos hoy ni arrogantes ni falsamente humildes. 2Ya hemos superado tales necedades. 3No podemos juzgarnos a nosotros mismos, ni hace falta que lo hagamos. 4Eso no es sino aplazar la decisión y posponer entregarnos de lleno al ejercicio de nuestra función. 5Nuestro papel no es juzgar nuestra valía, ni tampoco podríamos saber cuál es el mejor papel para nosotros o qué es lo que podemos hacer dentro de un plan más amplio que no podemos captar en su totalidad. 6Nuestro papel se nos asigna en el Cielo, no en el infierno. 7Y lo que pensamos que es debilidad puede ser fortaleza, y lo que creemos que es nuestra fortaleza a menudo es arrogancia.
2. Sea cual sea el papel que se te haya asignado, fue seleccionado por la Voz que habla por Dios, Cuya función es asimismo hablar por ti. 2El Espíritu Santo escoge y acepta tu papel por ti, toda vez que ve tus puntos fuertes exactamente como son, y es igualmente consciente de dónde se puede hacer mejor uso de ellos, con qué propósito, a quién pueden ayudar y cuándo. 3Él no actúa sin tu consentimiento. 4Pero no se deja engañar con respecto a lo que eres, y escucha solamente Su Voz en ti.
3. Mediante esta capacidad Suya de oír una sola Voz, la Cual es la Suya Propia, es como tú por fin cobras conciencia de que en ti solo hay una Voz. 2Y esa sola Voz te asigna tu función, te la comunica, y te proporciona las fuerzas necesarias para poder entender lo que es, para poder llevar a cabo lo que requiere, así como para poder triunfar en todo lo que hagas que tenga que ver con ella. 3Dios se une a Su Hijo en esto, y Su Hijo se convierte de este modo en el mensajero de la unidad junto con Él.
4. Esta unión de Padre e Hijo, a través de la Voz que habla por Dios, es lo que hace que la salvación sea algo aparte del mundo. 2Ésta es la Voz que habla de leyes que el mundo no obedece, y la que promete salvarnos de todo pecado y abolir la culpabilidad de la mente que Dios creó libre de pecado. 3Ahora esta mente vuelve a cobrar conciencia de Aquel que la creó y de su eterna unión consigo misma. 4Y así, su Ser es la única realidad en la que su voluntad y la de Dios están unidas.
5. El mensajero no escribe el mensaje que transmite. 2Tampoco cuestiona el derecho del que lo escribe, ni pregunta por qué razón ha escogido aquellos que han de recibir el mensaje del que él es portador. 3Sólo necesita aceptarlo, llevárselo a quienes va destinado y cumplir con su cometido de entregarlo. 4Si trata de determinar cuáles deben ser los mensajes, cuál es su propósito o adónde se deben llevar, no estará desempeñando debidamente su papel de portador de la Palabra.
6. Hay una diferencia fundamental en el papel que desempeñan los mensajeros del Cielo que los distingue de los mensajeros del mundo. 2Losmensajes que transmiten van dirigidos en primer lugar a ellos mismos. 3Y es únicamente en la medida en que los pueden aceptar para sí que se vuelven capaces de llevarlos aún más lejos, y de transmitirlos allí donde se dispuso que fueran recibidos. 4Al igual que los mensajeros del mundo, ellos no escribieron los mensajes de los que son portadores, pero se convierten, en rigor, en los primeros que los reciben, a fin de prepararse para dar.
7. Un mensajero terrenal cumple su misión transmitiendo todos los mensajes de que es portador. 2Los mensajeros de Dios desempeñan su papel aceptando Sus mensajes como si fuesen para ellos mismos, y demuestran que han entendido los mensajes al transmitírselos a otros. 3No eligen ningún papel que no les haya sido asignado por Su autoridad. 4Y de esta forma, se benefician con cada mensaje que transmiten.
8. ¿Queréis recibir los mensajes de Dios? 2Pues así es como os convertís en Sus mensajeros. 3Sois nombrados ahora. 4Sin embargo, os demoráis en transmitir los mensajes que habéis recibido. 5Y de esta forma, no os dais cuenta de que son para vosotros, y así, no los reconocéis. 6Nadie puede recibir, y comprender qué ha recibido, hasta que no dé. 7Pues sólo al dar puede aceptar que ha recibido.
9. Vosotros que sois ahora los mensajeros de Dios, recibid Sus mensajes. 2Pues eso es parte de la función que se os asignó. 3Dios no ha dejado de ofreceros lo que necesitáis, ni ello ha dejado de aceptarse. 4No obstante, hay otra parte de la tarea que se os ha señalado que todavía tiene que llevarse a cabo. 5Aquel que recibió los mensajes de Dios por vosotros quisiera que vosotros también los recibierais. 6Pues de esta manera os identificáis con Él y reivindicáis lo que es vuestro.
10. Esta unión es lo que nos proponemos reconocer hoy. 2No trataremos de mantener nuestras mentes separadas de Aquel que habla por nosotros, pues es nuestra propia voz la que oímos cuando le prestamos atención a Él. 3Únicamente Él puede hablarnos a nosotros y hablar por nosotros, uniendo en una sola Voz el recibir y el dar de la Palabra de Dios; el dar y el recibir de Su Voluntad.
11. Nuestra práctica de hoy consiste en darle a Él lo que es Su Voluntad tener, de manera que podamos reconocer los dones que nos hace. 2Él necesita nuestra voz para poder hablar a través de nosotros. 3Necesita nuestras manos para que acepten Sus mensajes y se los lleven a quienes Él nos indique. 4Necesita nuestros pies para que éstos nos conduzcan allí donde Su Voluntad dispone que vayamos, de forma que aquellos que esperan acongojados puedan por fin liberarse. 5Ynecesita que nuestra voluntad se una a la Suya, para que podamos ser los verdaderos receptores de los dones que Él otorga.
12. Aprendamos sólo esta lección el día de hoy: que no reconoceremos lo que hemos recibido hasta que no lo demos. 2Has oído esto cientos de veces y de cien maneras diferentes, y, sin embargo, todavía no lo crees. 3Mas ten por seguro esto: hasta que no lo creas, recibirás miles y miles de milagros, pero no sabrás que Dios Mismo no se ha quedado con ningún regalo que tú ya no poseas, ni le ha negado a Su Hijo la más mínima bendición. 4¿Qué significado puede tener esto para ti a no ser que te hayas identificado con el Hijo y con lo que es suyo?
13. Nuestra lección de hoy reza así:
2Me cuento entre los ministros de Dios, y me siento agradecido de disponer de los medios a través de los cuales puedo llegar a reconocer que soy libre.
14. El mundo retrocederá a medida que iluminemos nuestras mentes y reconozcamos la veracidad de estas santas palabras. 2Pues constituyen el mensaje que hoy nos envía nuestro Creador. 3Ahora demostraremos cómo han cambiado lo que pensábamos de nosotros mismos y de lo que nuestra función era. 4Pues al demostrar que no aceptamos ninguna voluntad que no sea la que compartimos, los numerosos dones que nuestro Creador nos otorga aparecerán de inmediato ante nuestra vista y llegarán a nuestras manos, y así reconoceremos lo que hemos recibido.
TEXTO
9. Siempre que eliges tomar una decisión para ti solo estás pensando destructivamente y la decisión será errónea. 2Te hará daño por razón del concepto de decisión que te condujo a ella. 3No es verdad que puedas tomar decisiones por tu cuenta, o para ti solo. 4Ningún pensamiento del Hijo de Dios puede estar separado o tener efectos aislados. 5Cada decisión que se toma, se toma para toda la Filiación, es aplicable tanto a lo interno como a lo externo y afecta a una constelación mucho mayor que nada que jamás hayas podido concebir.
10. Los que aceptan la Expiación soninvulnerables. 2Pero los que creen ser culpables reaccionarán ante la culpabilidad porque creerán que es la salvación, y no se negarán a verla ni a ponerse de su parte. 3Creen que incrementar la culpabilidad es la manera de auto-protegerse. 4No lograrán comprender el simple hecho de que lo que no desean no puede sino hacerles daño. 5Todo esto procede del hecho de que no creen que lo que desean sea bueno. 6Mas se les dio la voluntad porque es algo santo. y porque les brindará todo lo que necesitan, lo cual les llegará tan naturalmente como la paz que no conoce límites. 7Nada que su voluntad no les provea tiene valor alguno. 8Pero como ellos no entienden su propia voluntad, el Espíritu Santo la comprende por ellos silenciosamente y les da lo que desean sin que se tengan que esforzar o afanar, y sin dejarlos con la imposible carga de tener que decidir por su cuenta qué es lo que desean o necesitan.
11. Jamás se dará el caso de que tengas que tomar decisiones por tu cuenta. 2No estás desprovisto de ayuda, y de una Ayuda que conoce la solución. 3¿Te conformarías con unas migajas, que es todo lo que por tu cuenta puedes ofrecerte a ti mismo, cuando Aquel que te lo da todo simplemente lo pone a tu disposición? 4Él nunca te preguntará qué has hecho para ser digno del regalo de Dios. 5Así pues, no te lo preguntes a ti mismo. 6Acepta, en cambio, Su respuesta pues Él sabe que tú eres digno de todo lo que Dios dispone para ti. 7No trates de librarte del regalo de Dios que el Espíritu Santo tan libre y gustosamente te ofrece. 8Él te ofrece sólo lo que Dios le dio para ti. 9No tienes que decidir si eres merecedor de ello o no. 10Dios sabe que lo eres.
12. ¿Negarías la verdad de la decisión de Dios, imponiendo tu mísera evaluación de ti mismo en lugar de la serena e inmutable evaluación, que Él ha hecho de Su Hijo? 2Nada puede alterar la convicción de Dios de que todo lo que Él creó gozade perfecta pureza, pues es absolutamente puro. 3No decidas contra ello porque, dado que procede de Él, no puede sino ser verdad. 4La paz mora en toda mente que acepta serenamente el planque Dios elaboró para su Expiación, renunciando al suyo propio. 5Tú no sabes lo que es la salvación, pues no comprendes lo que es. 6No tomes decisiones con respecto a lo que es o adónde se encuentra, sino que en vez de ello pregúntaselo todo al Espíritu Santo y no tomes ninguna decisión sin Su dulce consejo.
13. Aquel que conoce el plan que Dios quiere que sigas puede enseñarte lo que éste es. 2Sólo Su Sabiduría puede guiar tus pasos en dicho plan. 3Cada decisión que tomas por tu cuenta significa únicamente que quieres definir la que es la salvación y aquello de lo que debes ser salvado. 4El Espíritu Santo sabe que la salvación es escapar de la culpabilidad. 5No tienes ningún otro "enemigo", y el Espíritu Santo es el único Amigo que te puede ayudar contra esta absurda distorsión de la pureza del Hijo de Dios. 6Él es el poderoso protector de la inocencia que te hace libre. 7Y Él ha decidido deshacer todo lo que podría ocultar tu inocencia de tu mente despejada.
14. Permítele, por lo tanto, ser el único Guía que sigues hacia la salvación. 2Él conoce el camino y te conduce gustosamente por él. 3Con Él no podrás sino aprender que lo que Dios desea para ti estu voluntad. 4Sin Su dirección pensarás que puedes saber por tu cuenta lo que debes hacer, y decidirás contra tu paz tan irremediablemente como decidiste que la salvación residía solamente en ti. 5La salvación está en manos de Aquel a Quien Dios se la confió para ti. 6Él no se ha olvidado de ello. 7No te olvides de Él y Él tomará todas tus decisiones por ti, las cuales serán en favor de tu salvación y de la paz de Dios en ti:
15. No intentes tasar el valor del Hijo de Dios que Él creó santo, pues hacer eso es evaluar a su Padre y juzgar contra Él. 2Y no podrássino sentirte culpable por este crimen imaginario, que nadie en este mundo ni en el Cielo podría cometer. 3El Espíritu Santo sólo enseña que el "pecado" de instaurar un falso ser en el trono de Dios no debe ser motivo de culpabilidad. 4Lo que no puede suceder no puede tener efectos temibles. 5Descansa tranquilamente en la fe que has depositado en Aquel que te ama y que desea librarte de la locura. 6Puede que lo que hayas elegido sea la demencia, mas la demencia no es tu realidad. 7Nunca te olvides del Amor de Dios, Quien se ha acordado de ti. 8Pues es absolutamente imposible que Él jamáshubiese permitido que Su Hijo dejara de formar parte de la amorosa Mente en la que fue creado, y donde se fijó su morada en perfecta paz para siempre.
16. Dile únicamente al Espíritu Santo: "Decide por mí", y está hecho. 2Pues Sus decisiones reflejan lo que Dios sabe acerca de ti y ante esa luz cualquier clase de error es imposible. 3¿Por qué luchas tan frenéticamente por tratar de prever lo que no puedes saber, cuando tras cada decisión que el Espíritu Santo toma por ti se encuentra el conocimiento? 4Aprende de Su sabiduría y de Su Amor, y enseña Su respuesta a todos los que luchan en las tinieblas, pues al hacerlo decides por ellos y por ti.
17. ¡Qué grato es decidir todas las cosas a través de Aquel que da Su equitativo Amor a todos por igual! 2Él no excluye a nadie de ti. 3Por lo tanto, te da lo que es tuyo porque tu Padre quiere que lo compartas con Él. 4Deja que el Espíritu Santo sea tu guía en todo, y no te vuelvas atrás. 5Confía en que Él responderá de inmediato y con Amor a todos los que de algún modo se vean afectados por tus decisiones. 6Y todo el mundo se ve afectado. 7¿Te echarías al hombro la responsabilidad de tener que decidir qué es lo único que redundaría en beneficio de todos? 8¿Cómo ibas a saberlo?
18. Te has enseñado a ti mismo el hábito completamente antinatural de no comunicarte con tu Creador. 2Sin embargo, permaneces en estrecha comunicación con Él, y con todo lo que mora en Él, lo cual mora también en ti. 3Desaprende, mediante el amoroso consejo del Espíritu Santo, el aislamiento que aprendiste, y aprende la feliz comunicación que desechaste, pero que aun así no pudiste perder.
19. Siempre que tengas dudas acerca de lo que debes hacer, piensa en Su Presencia y repite para tus adentros esto y sólo esto:
2Él me guía y conoce el camino que yo no conozco.
3Mas nunca me privará de lo que quiere que yo aprenda.
4Por eso confío en que me comunicará todo lo que sabe por mí..
5Déjale entonces que te enseñe quedamente cómo percibir tu inocencia, la cual está ya ahí.
LECCION 153 En mi indefensión radica mi seguridad.
1. Tú que te sientes amenazado por este mundo cambiante, por sus cambios de fortuna y amargas ironías, por sus fugaces relaciones y por todos los "regalos" que únicamente te presta para más tarde arrebatártelos, presta mucha atención a lo que aquí decimos. 2El mundo no ofrece ninguna seguridad. 3Está arraigado en el ataque. aY todos los "regalos" que aparentemente ofrecen seguridad no son más que engaños. 4El mundo no hace sino atacar una y otra vez. 5Es imposible gozar de paz mental allí donde el peligro acecha de ese modo.
2. El mundo no puede sino ponerte a la defensiva. 2Pues la amenaza produce ira, y la ira hace que el ataque parezca razonable, que ha sido honestamente provocado y que está justificado por haber sido en defensa propia. 3Una actitud defensiva, no obstante, supone una doble amenaza. 4Pues da testimonio de la debilidad, y establece un sistema de defensas que simplemente no es viable. 5Ahora los débiles se debilitan aún más, pues hay traición afuera y una traición todavía mayor adentro. 6La mente se halla ahora confusa, y no sabe adónde dirigirse para poder escapar de sus propias imaginaciones.
3. Es como si estuviera encerrada dentro de un círculo, dentro del cual otro círculo la atenaza, y dentro de ése, otro más, hasta que finalmente pierde toda esperanza de poder escapar. 2Los ciclos de ataque y defensa, y de defensa y ataque, convierten las horas y los días en los círculos que atenazan a la mente como gruesos anillos de acero reforzado, los cuales retornan, mas sólo para iniciar todo el proceso de nuevo. 3No parece haber respiro ni final para este aprisionamiento que atenaza cada vez más a la mente.
4. El precio de las defensas es el más alto de los que exige el ego. 2La locura que reina en ellas es tan aguda que la esperanza de recobrar la cordura parece ser sólo un sueño fútil y encontrarse más allá de lo que es posible. 3La sensación de amenaza que el mundo fomenta es mucho más profunda, y sobrepasa en tal manera cualquier intensidad o frenesí que jamás te hayas podido imaginar, que no tienes idea de toda la devastación que ello ha ocasionado.
5. Tú eres su esclavo. 2No sabes lo que haces del miedo que le tienes. 3Tú que sientes su mano de hierro atenazándote el corazón, no entiendes lo mucho que has tenido que sacrificar. 4No te das cuenta de cómo has saboteado la santa paz de Dios con tu actitud defensiva. 5Pues ves al Hijo de Dios como víctima del ataque de las fantasías y de los sueños e ilusiones que él mismo forjó, indefenso ante su presencia y necesitado de defensas en forma de más fantasías y más sueños en los que las ilusiones de que está a salvo lo consuelen.
6. La indefensión es fortaleza. 2Da testimonio de que has reconocido al Cristo en ti. 3Tal vez recuerdes que el texto afirma que siempre eliges entre la fortaleza de Cristo y tu propia debilidad, la cual se ve como algo aparte de Él. 4La indefensión jamás puede ser atacada porque reconoce una fuerza tan inmensa, que ante ella el ataque es absurdo, o un juego tonto que un niño cansado jugaría cuando tiene tanto sueño que ya ni se acuerda de lo que quiere.
7. Cualquier actitud defensiva implica debilidad. 2Proclama que has negado al Cristo y que ahora temes la ira de Su Padre. 3¿Qué puede salvarte ahora del delirio de un dios iracundo, cuya aterrante imagen crees ver tras todos los males del mundo? 4¿Qué otra cosa sino las ilusiones podrían defenderte ahora, cuando son las ilusiones contra lo que estás luchando?
8. Hoy no vamos a jugar tales juegos infantiles. 2Pues nuestro verdadero propósito es salvar al mundo, y no estamos dispuestos a intercambiar el gozo infinito que nos brinda llevar a cabo nuestra función por insensateces. 3No vamos a dejar que la felicidad se nos escape debido a que un fragmento de un sueño absurdo haya cruzado nuestras mentes y hayamos confundido las figuras que en él aparecen con el Hijo de Dios y al fugaz instante que dicho sueño duró con la eternidad.
9. Hoy miraremos más allá de los sueños, y reconoceremos que no necesitamos defensas porque fuimos creados inexpugnables, sin ningún pensamiento, deseo o sueño en el que el ataque pudiera tener sentido alguno. 2Ahora nos es imposible temer, pues hemos dejado atrás todos los pensamientos temerosos. 3Y en la indefensión nos erguimos protegidos, con la tranquila certeza de que ahora estamos a salvo, seguros de la salvación; seguros de que llevaremos a cabo el propósito que hemos elegido, a medida que nuestro ministerio vaya impartiendo su santa bendición por todo el mundo.
10. Permanece muy quedo por un instante y piensa en silencio cuán santo es tu propósito, cuán seguro descansas y cuán invulnerable eres en su luz. 2Los ministros de Dios han elegido dejar que la verdad more con ellos. 3¿Quién es más santo que ellos? 4¿Quién podría estar más seguro de que su felicidad está plenamente garantizada? 5¿Y quién podría estar más fuertemente protegido? 6¿Qué defensa podrían necesitar los que se cuentan entre los elegidos de Dios, al haber sido ésa Su elección, así como la de ellos?
11. La función de los ministros de Dios es ayudar a sus hermanos a elegir lo mismo que ellos eligieron. 2Dios los ha elegido a todos, pero muy pocos se han dado cuenta de que Su Voluntad es la de ellos. 3Y mientras no enseñes lo que has aprendido, la salvación seguirá esperando y las tinieblas mantendrán al mundo inexorablemente aprisionado. 4Y no reconocerás que la luz ha venido a ti y que ya te has escapado. 5Pues no verás la luz hasta que se la ofrezcas a todos tus hermanos. 6Y al ellos tomarla de tus manos, reconocerás que es tu luz.
12. Podría decirse que la salvación es un juego que juegan niños felices. 2Fue diseñada por Uno que ama a Sus Hijos y que desea sustituir sus temibles juguetes por juegos felices que les enseñan que el juego del miedo ya se acabó. 3El juego que Dios les ofrece les enseña lo que es la felicidad porque en él nadie pierde. 4Todo aquel que participa no puede sino ganar, y con su victoria queda asegurada la victoria de todos los demás. 5Los niños abandonan gustosamente el juego del miedo cuando reconocen los beneficios que brinda la salvación.
13. Tú que has jugado a haber perdido toda esperanza, a haber sido abandonado por tu Padre y a haberte quedado solo y aterrorizado en un mundo temible, enloquecido por el pecado y la culpabilidad, sé feliz ahora. 2Ese juego ha acabado. 3Ahora ha llegado un tiempo sereno en el que guardamos los juegos de la culpabilidad, y ponemos bajo llave para siempre nuestros extraños e infantiles pensamientos de pecado, apartándolos de las puras y santas mentes de las criaturas del Cielo y del Hijo de Dios.
14. Nos detenemos sólo por un instante más para jugar nuestro último juego feliz en esta tierra. 2Y luego pasamos a ocupar el lugar que nos corresponde allí donde mora la verdad y donde los juegos no tienen sentido. 3Y así acaba la historia. 4Permite que este día haga que su último capítulo se acerque más al mundo, para que cada cual comprenda que el cuento que lee en el que se habla de un destino aterrador, de esperanzas truncadas, de irrisorias defensas contra una venganza de la que no hay escapatoria, no es sino su propia fantasía delirante. 5Los ministros de Dios han venido a despertarlo de los sueños tenebrosos que esa historia ha evocado en la confusa y desconcertada memoria que él tiene de ese cuento distorsionado. 6El Hijo de Dios puede por fin sonreír al darse cuenta de que no es verdad.
15. Hoy practicamos siguiendo un formato que vamos a utilizar por algún tiempo. 2Comenzaremos cada día concentrando nuestra atención en el pensamiento diario el mayor tiempo posible. 3Cinco minutos es lo mínimo que dedicaremos a prepararnos para un día en el que la salvación es nuestro único objetivo. 4Diez sería mejor; quince, todavía mejor. 5Y a medida que las distracciones que nos desvían de nuestro propósito vayan disminuyendo, nos daremos cuenta de que media hora aún es muy poco tiempo para pasar con Dios. 6Y no estaremos dispuestos a concederle por la noche, felizmente y llenos de gratitud, menos tiempo de eso.
16. A medida que recordemos ser fieles a la Voluntad que compartimos con Dios, nuestra creciente paz aumentará con el transcurrir de cada hora. 2Habrá ocasiones en las que tal vez un minuto o incluso menos será lo máximo que podamos dedicarle cuando el reloj marque las horas. 3A veces se nos olvidará por completo. 4Y en otras ocasiones asuntos mundanos acapararán nuestra atención y nos resultará imposible distanciarnos de ellos por un momento para centrar nuestros pensamientos en Dios.
17. Sin embargo, cuando podamos hacerlo, seremos fieles a nuestro cometido como ministros de Dios, recordando nuestra misión y Su Amor cada hora. 2Y nos sentaremos en silencio a esperarlo y a escuchar Su Voz que nos dirá lo que Él desea que hagamos durante la hora siguiente, mientras le damos las gracias por todos los regalos que nos concedió en la que acaba de transcurrir.
18. Con el tiempo y la práctica nunca más dejarás de pensar en Él o de oír Su amorosa Voz guiando tus pasos por serenos rumbos por los que caminarás en un estado de absoluta indefensión. 2Pues sabrás que el Cielo va contigo. 3No permitirás que tu mente se aparte de Él un solo instante, aun cuando tu tiempo transcurra ofreciéndole la salvación al mundo. 4¿Dudas acaso de que Él no vaya a hacer que esto sea posible para ti que has elegido llevar a cabo Su plan para la salvación del mundo, así como para la tuya?
19. Nuestro tema de hoy es nuestra indefensión. 2Nos revestimos de ella mientras nos preparamos para afrontar el día. 3Nos alzamos fuertes en Cristo, y dejamos que nuestra debilidad desaparezca, al recordar que Su fortaleza mora en nosotros. 4A lo largo del día nos recordaremos a nosotros mismos que Él permanece a nuestro lado y que nuestra debilidad nunca carece del apoyo de Su fortaleza. 5Invocaremos Su fortaleza cada vez que sintamos que la amenaza de nuestras defensas socava nuestra certeza de propósito. 6Nos detendremos por un momento, al oírle decir: "Aquí estoy".
20. Tu práctica empezará a adquirir ahora la vehemencia del amor, para ayudarte a evitar que tu mente se desvíe de su propósito. 2No tengas miedo ni timidez. 3No hay duda de que alcanzarás tu objetivo final. 4Los ministros de Dios jamás pueden fracasar, pues el amor, la fortaleza y la paz que irradia desde ellos a todos sus hermanos proceden de Él. 5Ésos son los dones que Él te ha dado. 6Estar libre de toda defensa es todo lo que necesitas darle a cambio. 7Dejas a un lado únicamente lo que nunca fue real, a fin de contemplar a Cristo y ver Su impecabilidad.
TEXTO
III. La decisión en favor de la inocencia
1. El alumno feliz no puede sentirse culpable por el hecho, de tener que aprender. 2Esto es tan fundamental para el aprendizaje que jamás debiera olvidarse. 3El alumno que está libre de culpa aprende con facilidad porque sus pensamientos son libres. 4Esto conlleva, no obstante, el reconocimiento de que la culpabilidad no es la salvación, sino una interferencia que no tiene ningún propósito.
2. Tal
vez estés acostumbrado a utilizar la inocencia simplemente para
contrarrestar el dolor de la culpabilidad, y no la ves como algo con
valor propio. 2Crees que la culpabilidad y la inocencia son valiosas, y que cada una representa un escape de lo que la otra no te ofrece. 3No quieres tener solamente una de ellas, pues sin ambas te consideras a ti mismo incompleto, y, por lo tanto, infeliz. 4Sin embargo, sólo puedes estar completo en tu inocencia, y sólo en tu inocencia puedes ser feliz. 5En esto no hay conflicto. 6Desear
de algún modo la culpabilidad, en cualquier forma que sea, hará que
dejes de apreciar el valor de tu inocencia y que no la puedas ver.
3. No puedes establecer ningún acuerdo con la culpabilidad, y al mismo tiempo escaparte del dolor que sólo la inocencia mitiga. 2Vivir aquí significa aprender, de la misma manera en que crear es estar en el Cielo. 3Cada
vez que el dolor de la culpabilidad parezca atraerte, recuerda que si
sucumbes a él estarás eligiendo en contra de tu felicidad, y no podrás aprender a ser feliz. 4Con dulzura, por lo tanto, aunque con la convicción que nace del Amor del Padre y de Su Hijo, repite para tus adentros lo siguiente:
5Pondré de manifiesto lo que experimente.
6Si Soy inocente no tengo nada que temer.
7Elijo dar testimonio de mi aceptación de la Expiación, no de su rechazo.
8Quiero aceptar mi inocencia poniéndola de manifiesto y compartiéndola.
9Quiero llevarle paz al Hijo de Dios de parte de su Padre.
4. Cada
día, cada hora y cada minuto, e incluso cada segundo, estás decidiendo
entre la crucifixión y la resurrección, entre el ego y el Espíritu
Santo. 2El ego es la elección en favor de la culpabilidad; el Espíritu Santo, la elección en favor de la inocencia. 3De lo único que dispones es del poder de decisión. 4Aquello entre lo que puedes elegir ya se ha fijado porque aparte de la verdad y de la ilusión no hay ninguna otra alternativa. 5Ni
la verdad ni la ilusión traspasan los límites de la otra, ya que son
alternativas irreconciliables entre sí y ambas no pueden ser verdad. 6Eres culpable o inocente, prisionero o libre, infeliz o feliz.
5. El milagro te enseña que has optado por la inocencia, la libertad y la dicha. 2El milagro no es causa sino efecto. 3Es
el resultado natural de haber elegido acertadamente, y da testimonio de
tu felicidad, la cual procede de haber elegido estar libre de toda
culpa. 4Todo aquel a quien ofreces curación, te la devuelve. 5Todo aquel a quien ofreces ataque lo conserva y lo atesora guardándote rencor por ello. 6El que te guarde rencor o no es irrelevante: tú creerás que lo hace. 7Es imposible ofrecerle a otro lo que no deseas sin recibir esta sanción. 8El costo de dar es recibir. 9Recibirás o bien una sanción que te hará sufrir, o bien la feliz adquisición de un preciado tesoro.
6. Nadie le impone sanción alguna al Hijo de Dios, salvo la que él se impone a sí mismo. 2Cada oportunidad que se le da para sanar es otra oportunidad más de reemplazar las tinieblas por la luz y el miedo por el amor. 3Si la rechaza, se condena a sí mismo a las tinieblas, puesto que no eligió liberar a su hermano y entrar con él en la luz. 4Al
otorgarle poder a lo que no es nada, desperdicia la gozosa oportunidad
de aprender que lo que no es nada no tiene ningún poder. 5Y al no disipar las tinieblas, se vuelve temeroso de ellas y de la luz. 6 El
gozo que resulta de aprender que las tinieblas no tienen poder alguno
sobre el Hijo de Dios es la feliz lección que el Espíritu Santo enseña, y
que desea que tú enseñes con Él. 7Enseñarla es Su gozo, tal como será el tuyo.
7. Así es como se enseña esa simple lección: la ausencia de culpa es invulnerabilidad. 2Por lo tanto, pon de manifiesto tu invulnerabilidad ante todo el mundo. 3Enséñales que no importa lo que traten de hacerte, tu perfecta libertad de la creencia de que algo puede hacerte daño demuestra que ellos son inocentes. 4 Ellos
no pueden hacer nada que te haga daño, y al no dejarles pensar que
pueden, les enseñas que la Expiación, que has aceptado para ti mismo, es
también suya. 5No hay nada que perdonar. 6Nadie puede hacerle daño al Hijo de Dios. 7Su culpabilidad es totalmente infundada, y al no tener causa, no puede existir.
8. Dios es la única Causa, y la culpabilidad es algo ajeno a Él. 2No
le enseñes a nadie que te ha hecho daño, pues si lo haces, te estarás
enseñando a ti mismo que lo que es ajeno a Dios tiene poder sobre ti. 3Lo que no tiene causa no puede existir. 4No des testimonio de ello, ni fomentes el que ninguna mente lo crea. 5Recuerda siempre que la mente es una, y que la causa es una. 6No aprenderás a comunicarte con esta unicidad* hasta que no aprendas a negar lo que no tiene causa y a aceptar como tuya la Causa que es Dios. 7El poder que Dios le ha dado a Su Hijo es de él, y no hay nada más que Su Hijo pueda ver o elija contemplar sin imponerse a sí mismo la pena de la culpabilidad, en lugar de la feliz enseñanza que gustosamente le ofrecería el Espíritu Santo.
1. Nadie puede sufrir pérdida alguna a menos que ésa haya sido su propia decisión. 2Nadie sufre dolor salvo cuando él mismo así lo decide. 3Nadie puede estar afligido, sentir temor o creer que está enfermo a menos que eso sea lo que desea. 4Y nadie muere sin su propio consentimiento. 5Jamás ocurre nada que no sea una representación de tus deseos, ni se te niega nada de lo que eliges. 6He aquí tu mundo, completo hasta el más ínfimo detalle. 7He aquí toda la realidad que tiene para ti. 8Mas es sólo ahí donde se encuentra la salvación.
2. Tal vez creas que ésta es una postura extrema o demasiado abarcadora para poder ser verdad. 2Mas ¿podría la verdad hacer excepciones? 3Si se te ha dado todo, ¿cómo podría ser real perder? 4¿Puede acaso el dolor ser parte de la paz, o el pesar de la dicha? 5¿Cómo podrían el miedo y la enfermedad adentrarse en una mente en la que moran el amor y la santidad perfecta? 6La verdad tiene que abarcarlo todo, si es que es la verdad. 7No aceptes opuestos ni excepciones, pues hacer eso es contradecir la verdad.
3. La salvación es el reconocimiento de que la verdad es verdad, y de que nada más lo es. 2Has oído esto antes, pero puede que todavía no hayas aceptado ambas partes de la aseveración. 3Sin la primera, la segunda no tiene sentido. 4Pero sin la segunda, la primera deja de ser verdad. 5La verdad no puede tener opuestos. 6No se puede hacer suficiente hincapié en esto o pensar en ello con demasiada frecuencia. 7Pues si lo que no es verdad fuese tan cierto como lo que es verdad, entonces parte de la verdad sería falsa 8y la verdad dejaría de tener significado. 9Sólo la verdad es verdad, y lo que es falso, falso es.
4. Ésta es la más simple de las distinciones, si bien, la más ambigua. 2Mas no porque sea una distinción difícil de percibir, 3sino porque se halla oculta tras una amplia gama de opciones que no parecen proceder enteramente de ti. 4Y así, la verdad parece tener algunos aspectos que ponen en entredicho su consistencia, si bien no parecen ser contradicciones que tú mismo hayas introducido.
5. Tal como Dios te creó, tú no puedes sino seguir siendo inmutable; y los estados transitorios son, por definición, falsos. 2Eso incluye cualquier cambio en tus sentimientos, cualquier alteración de las condiciones de tu cuerpo o de tu mente; así como cualquier cambio de conciencia o de tus reacciones. 3Esta condición de abarcamiento total es lo que distingue a la verdad de la mentira, y lo que mantiene a lo falso separado de la verdad, y como lo que es.
6. ¿No es acaso extraño que consideres arrogante pensar que fuiste tú quien fabricó el mundo que ves? 2Dios no lo creó. 3De eso puedes estar seguro. 4¿Qué puede saber Él de lo efímero, del pecado o de la culpabilidad? a¿Qué puede saber de los temerosos, de los que sufren y de los solitarios; o de la mente que vive dentro de un cuerpo condenado a morir? 5Pensar que Él ha creado un mundo en el que tales cosas parecen ser reales es acusarlo de demente. 6Él no está loco. 7Sin embargo, sólo la locura da lugar a semejante mundo.
7. Pensar que Dios creó el caos, que contradice Su Propia Voluntad, que inventó opuestos a la verdad y que le permite a la muerte triunfar sobre la vida es arrogancia. 2La humildad se daría cuenta de inmediato de que estas cosas no proceden de Él. 3¿Y sería posible acaso ver lo que Dios no creó? 4Pensar que puedes, es creer que puedes percibir lo que la Voluntad de Dios no dispuso que existiera. 5¿Y qué podría ser más arrogante que eso?
8. Seamos hoy verdaderamente humildes y aceptemos lo que hemos hecho tal como es. 2Tenemos el poder de decidir. 3Decide únicamente aceptar el papel que te corresponde como co-creador del universo, y todo eso que crees haber fabricado desaparecerá. 4Lo que entonces emergerá en tu conciencia será todo lo que siempre ha estado ahí, lo cual ha sido eternamente como es ahora. 5Y entonces pasará a ocupar el lugar de los auto-engaños que inventaste a fin de usurpar el altar del Padre y del Hijo.
9. Hoy vamos a practicar la verdadera humildad, abandonando la falsa pretensión con la que el ego intenta probar que la humildad es arrogancia. 2Sólo el ego puede ser arrogante. 3Pero la verdad es humilde, puesto que reconoce su propio poder, su inmutabilidad y su eterna plenitud, totalmente abarcadora, la cual es el regalo perfecto que Dios le hace a Su Hijo amado. 4Dejaremos a un lado la arrogancia, que afirma que somos pecadores, culpables, temerosos y que estamos avergonzados de lo que somos; y en lugar de ello, elevaremos nuestros corazones con verdadera humildad hasta Aquel que nos creó inmaculados y semejantes a Él en poder y en amor.
10. Tenemos el poder de decidir. 2Y aceptamos de Él aquello que somos, y reconocemos humildemente al Hijo de Dios. 3Reconocer al Hijo de Dios implica asimismo que hemos dejado a un lado todos los conceptos acerca de nosotros mismos y que hemos reconocido su falsedad. 4También hemos percibido su arrogancia. 5Y con humildad aceptamos jubilosamente como nuestros el esplendor del Hijo de Dios, su mansedumbre, su perfecta pureza, el Amor de su Padre, así como su derecho al Cielo y a liberarse del infierno.
11. Ahora nos unimos en gozoso reconocimiento de que las mentiras son falsas y de que sólo la verdad es verdad. 2Al levantarnos pensaremos únicamente en la verdad, y pasaremos cinco minutos practicando sus caminos, alentando a nuestras temerosas mentes con lo siguiente:
3Tengo el poder de decidir.
4Hoy me aceptaré a mí mismo tal como la Voluntad de mi Padre dispuso que yo fuese.
5Luego aguardaremos en silencio, abandonando todo auto-engaño, según le pedimos humildemente a nuestro Ser que se revele ante nosotros. 6Y Aquel que nunca nos abandonó volverá de nuevo a nuestra conciencia, agradecido de poder devolverle a Dios Su morada, tal como siempre debió ser.
12. Espéralo pacientemente hoy, e invítalo cada hora con las palabras con las que diste comienzo al día, el cual se debe concluir con esa misma invitación a tu Ser. 2La Voz de Dios te contestará, pues Él habla en tu nombre y en el de tu Padre. 3Él sustituirá todos tus frenéticos pensamientos por la paz de Dios, los auto-engaños por la verdad de Dios y tus ilusiones acerca de ti mismo por el Hijo de Dios.
TEXTO
II. El alumno feliz
1. El Espíritu Santo necesita un alumno feliz en quien Su misión pueda llevarse a cabo felizmente. 2Tú que eres tan partidario de la aflicción, debes reconocer en primer lugar que eres infeliz y desdichado. 3El Espíritu Santo no puede enseñar sineste contraste, pues tú crees que la aflicción es felicidad. 4Esto te ha confundido tanto, que te hasempeñado en aprendera hacer lo que nunca podrás hacer, creyendo que si no aprendes a hacerlo no serás feliz. 5No te das cuenta de que los cimientos sobre losque se basa este objetivo de aprendizaje tan extraño no tienen ningún sentido. 6No obstante, puede que aún tengan sentido para ti. 7Si tienes fe en lo que no es nada, encontrarás el "tesoro" que buscas. 8Pero habrás agregado una carga más a tu ya sobrecargada mente. 9Creerás que lo que no es nada es valioso y lo apreciarás. 10Para ti, un trocito de vidrio, una mota de polvo, un cuerpo o una guerra son todos una misma cosa. 11Pues si valoras una sola cosa que esté hecha de lo que no es nada, habrás creído que lo que no es nada puede ser valioso y que puedesaprender a hacer que lo que no esverdad lo sea.
2. El Espíritu Santo, que ve donde te encuentras, pero sabe que realmente te encuentras en otra parte, comienza Sulección de simplicidad con la enseñanza fundamental de que la verdad es verdad. 2Ésta es la lección más difícil que jamás tendrás que aprender y, al fin y al cabo, la única. 3La simplicidad es algo muy difícil para las mentes retorcidas. 4Observa todas las distorsiones que has hecho de lo que no es nada; todas las extrañas manifestaciones, sentimientos, acciones y reacciones que hasurdido de ello. 5Nada te es tan ajeno como la simple verdad, ni hay nada que estés menos inclinado a escuchar. 6El contraste entre lo que es verdad y lo que no lo es, es perfectamente evidente, sin embargo, tú no lo ves. 7Lo que es simple y obvio no es evidente para los que desean fabricar palacios y ropajes regios de la nada, creyendo que éstos les convierten en reyes de áurea.
3. El Espíritu Santo ve esto y enseña simplemente que nada de ello es verdad. 2A esos infelices alumnos que quieren enseñarse a sí mismos lo que no es nada y que se engañan creyendo que es algo, el Espíritu Santo les dice con perfecta serenidad:
3La verdad es verdad. 4Es lo único que importa, lo único que es real y lo único que existe. 5Permíteme hacer por ti la única distinción que tú no puedes hacer, pero que necesitas aprender. 6La fe que tienes en lo que no es nada te está engañando. 7Deposítala en mí, y yo, a mi vez, la depositaré delicadamente en el santo lugar donde le corresponde estar. 8Allí no encontrarás engaño, sino únicamente la simple verdad. 9Yla amarás porque la comprenderás.
4. Al igual que tú, el Espíritu Santo no creó la verdad. 2Al igual que Dios, Él sabe que la verdad es verdad. 3El Espíritu Santo lleva la luz de la verdad a las tinieblas y deja que resplandezca sobre ti. 4Y a medida que resplandece en ti, tus hermanos la ven, y al darse cuenta de que esta luz no es obra tuya, ven en ti mucho más de lo que tú mismo ves. 5Ellos serán los felices alumnos de la lección que esa luz les muestra porque les enseña a liberarse de lo que no es nada y de todas las obras de lo que no es nada. 6No podrán ver que las pesadas cadenas que parecen atarlos a la desesperación no son nada hasta que tú les lleves la luz. 7Se darán cuenta entonces de que las cadenas han desaparecido y de que, por lo tanto, no podían haber sido nada. 8Y tú te darás cuenta de esto junto con ellos. 9Y puesto que les enseñaste lo que es la felicidad y la liberación, ellos se convertirán en tus maestros de liberación y felicidad.
5. Cuando le enseñas a alguien que la verdad es verdad, lo aprendes con él. 2Y así aprendes que lo que parecía ser lo más difícil de entender es lo más fácil. 3Aprende a ser un alumno feliz, 4pues jamás aprenderás cómo hacer que lo que no es nada sea todo. 5Pero date cuenta de que ésa ha sido tu meta, y reconoce cuán descabellada ha sido 6Alégrate de que haya sido des-hecha, pues cuando la examinas honestamente, queda des-hecha. 7Dije anteriormente: "No te conformes con lo que no es nada", pues has creído que lo que no es nada podía hacerte feliz. 8Mas eso no es verdad.
6. Si quieres ser un alumno feliz tienes que entregarle al Espíritu Santo todo lo que has aprendido para así desaprenderlo. 2Y luego empezar a aprender las gozosas lecciones que se suceden rápidamente sobre los sólidos cimientos de que la verdad, es verdad. 3Pues lo que se construye sobre ellos es verdad, y está basado en la verdad. 4Todo un universo de aprendizaje se revelará ante ti en toda su maravillosa simplicidad. 5Y puesto que tendrás la verdad ante ti, no desearás volver la vista atrás.
7. El alumno feliz satisface las condiciones del aprendizaje en este mundo, de la misma forma en que satisface las condiciones del conocimiento en el Reino. 2Todo ello se basa en el plan del Espíritu Santo para liberarte del pasado y revelarte el camino hacia la libertad. 3Pues la. verdad es verdad. 4¿Qué otra cosa podía o pudo jamás serlo? 5En esta simple lección se encuentra la llave de la lóbrega puerta que crees está cerrada para siempre. 6Construiste esa puerta de la nada, y detrás de ella no hay nada. 7La llave no es más que la luz que con su resplandor desvanece las siluetas, formas y temores de lo que no es nada. 8Acepta de las manos de Cristo esta llave que abre la puerta de la libertad para que puedas unirte a Él en la santa misión de difundir la luz. 9Pues, al igual que tus hermanos, no te das cuenta de que la luz ha llegado y de que te ha liberado del sueño de las tinieblas.
8. Ve a tus hermanos libres, y aprende de ellos cómo liberarte de las tinieblas. 2La luz que refulge en ti los despertará, y ellos no dejarán que sigas durmiendo. 3La visión de Cristo se otorga en el mismo instante en que se percibe. 4Allí donde todo es claro, todo es santidad. 5La quietud de su simplicidad es tan irresistible que te darás cuenta de que es imposible negar la simple verdad, pues no hay nada más. 6Dios está en todas partes y Su Hijo mora en Él junto con todo lo demás. 7¿Cómo puede entonar cantos fúnebres cuando esto es cierto?
Este blog no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, sin embargo, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.
Abundancia Principio de plenitud que contrasta con el principio de escasez que el ego sostiene. El Hijo de Dios no carece de nada, salvo en sueños.
Amor El motivo por el cual Dios creó a su hijo. La fuerza maravillosa que todo lo mueve. Para Un Curso de Milagros, es sinónimo de Paz, Perdón, Confianza, Mansedumbre, Fe, Abundancia, Conocimiento, Generosidad, Honestidad.
Ataque Intento de justificar la culpa proyectándola en otros. Luego de proyectarla fuera de nosotros, al verla en otros, el ego nos persuade de atacarla con la esperanza de des-hacernos de ella. Lo cierto es que así solo logramos reforzarla en nuestro hermano y en nosotros multiplicándola. A través del maravilloso proceso de cambio de percepción que nos propone Un Curso de Milagros, veremos todo ataque como lo que es en realidad, un pedido de amor, un pedido de ayuda.
Causa y Efecto Uno depende del otro. Todo aquello que pensamos es la causa y el efecto es el reflejo de dichos pensamientos en el plano material, físico. No hay pensamientos fútiles nos dice Jesús en Un Curso de Milagros ya que todo pensamiento (causa) genera un efecto en el mundo material. Por otra parte y basado en el mismo precepto, “solo mis propios pensamientos pueden hacerme daño”. En la Creación, el Hijo fue el efecto de la Causa, el inconmensurable amor del Padre.
Cielo El conocimiento. Donde mora Dios y su creación en perfecta unidad. Aquí en el mundo del sueño, de la ilusión, el Cielo se ve reflejado en la Relación Santa.
Conocimiento El Cielo o Morada de Dios. Donde no existe la percepción. Donde no existe el Juicio ni es necesario el milagro, donde la Fe no es necesaria.
Creación Solo existe en el plano del conocimiento. Extensión del Ser o Espíritu de Dios. No es equivalente a la creatividad del mundo de la percepción.
Cristo La Segunda persona de la Trinidad. La Mente del Hijo de Dios. La Totalidad de la Filiación. El Ser que Dios creó por extensión. No debe asociarse únicamente con Jesús. Todos somos parte del Cristo con Jesús.
Crucifixión Un símbolo del ataque del ego a Dios y por lo tanto a su Hijo. La culpabilidad interna que se sintió en una época y que aun perdura por quienes permitieron y propiciaron la crucificaron a Jesús. Ejemplo extremo que enseño que nuestra verdadera identidad no está en el cuerpo. Hoy en día el mundo de la ilusión sigue rindiendo culto y culpándose de la crucifixión equivocando el mensaje que Jesús nos quiso dejar, sintiéndose responsable por un hecho que se tergiversa al creer que Dios envió a su amado hijo para que fuera un redentor sufriente por todos nuestros pecados y muriera por nosotros.
Cuerpo La encarnación del ego. El pensamiento de separación proyectado en el mundo de la materia. El testimonio de la culpabilidad que siente el Hijo de Dios por percibirse separado del Padre. Incluye el cuerpo físico como el psicológico. A través del trabajo que realizamos con Un Curso de Milagros, si se lo permitimos, el Espíritu Santo, el Gran Maestro, al igual que con todo lo fabricado por el ego en este plano, tomará el cuerpo y lo empleará en el propósito de nuestra paz, sanándole y convirtiéndole en una herramienta de comunicación con nuestros semejantes al servicio del Plan de Dios y de su reino.
Culpa Estado que surge al percibirnos pecadores. Es la suma de los sentimientos adversos que tenemos con relación a nosotros mismos. Es el sentimiento que surge al percibirnos lejos de casa, lejos del Padre y de haberle traicionado, engañado y atacado. Esto en ocasiones consciente y en otras, inconscientemente, aflora como un sentimiento hacia nosotros de indignidad, de vulnerabilidad, de debilidad, de poca valía. Al creer que somos culpables, nos percibimos merecedores de castigo tal como el mundo nos ha enseñado. Dicho castigo lo buscamos fuera en la forma de carencia, enfermedad, sacrificio, relaciones especiales o bien lo buscamos dentro a través de la enfermedad.
Dar/Recibir Son parte de la misma cosa toda vez que cuando damos es a nosotros mismos a quien damos. En contraposición con la idea del mundo de que al dar, “perdemos”, Un Curso de Milagros nos muestra que al ser todo una idea un pensamiento, al dar, cuando el otro recibe y hace suyo ese pensamiento que compartimos, esa idea la reforzamos en él y en nosotros y lejos de perder, multiplicamos lo que compartimos.
Demonio Una proyección del ego de la culpa hacia un agente externo.
Dios La Primera persona de la Trinidad. El Padre, La fuente, La Maravillosa Energía Universal, el Creador.
Ego El personaje, el falso yo, la mente errada. La mente dividida del Hijo de Dios que se percibe separada del Padre. La “loca idea” que se coló en la poderosa mente del Hijo de Dios durante su sueño en la que piensa que puede ser su propio creador. Como nada Eterno puede ser dividido ni separado, es simplemente una ilusión un sueño en la mente del Hijo de Dios que se percibe separado.
Enfermedad La división que el Hijo de Dios percibe en su mente al creer en la separación. Esta percepción de separación que se da en la mente, se proyecta al cuerpo. La enfermedad que el cuerpo manifiesta no está en el cuerpo si no en la mente. El cuerpo para Un Curso de Milagros como todo lo fabricado en el plano material, es neutro. Todo en este plano cobra “vida” según se le de utilidad a favor del ego o del Espíritu Santo. El ego al no poder acaparar toda a la mente, pues esta aun conserva el recuerdo de su verdadera identidad, se vale del cuerpo como herramienta para manifestar su culpabilidad y perpetuar el ataque al proyectar. El Espíritu Santo por otra parte si se lo permitimos, al corregir la percepción a cerca de quienes somos, toma el cuerpo, lo pone al servicio del plan de sanación del Hijo de Dios borrando cualquier rastro de enfermedad en el.
Espíritu La naturaleza de nuestro Ser. Nuestra esencia. Lo Eterno, lo inmutable, lo que nunca muere, lo que nos une al Todo del que somos parte. El resultado de haber sido creados a imagen y semejanza de nuestro Padre. Para Un Curso de Milagros es sinónimo de Pensamiento.
Espíritu Santo La Tercera Persona de la Trinidad. La respuesta de Dios a la idea de separación que surgió en la mente del Hijo durante el sueño. El Nexo, el Interlocutor, el re-interprete, el Vínculo entre Padre e Hijo. La voz de Dios que habla por El. El Espíritu Santo es el guía perfecto. Si se lo permitimos evaluará absolutamente todo lo que hagamos en el plano físico en función de cómo contribuye a nuestra paz y a nuestra felicidad. En virtud de dicha contribución lo conservará o simplemente le acercará luz y lo hará desaparecer.
Expiación Es el plan de corrección del Espíritu Santo para des-hacer el ego y sanar la creencia en la separación. Surgió con la creación del Espíritu Santo luego de la separación. Expiar es des-hacer. El mundo de ilusión nos convoca en todo momento a hacer, a la acción. El Espíritu Santo nos convoca a no-hacer que es lo mismo que des-hacer la ilusión. Nuestra única responsabilidad como estudiantes de Un Curso de Milagros es aceptar la Expiación para nosotros mismos, es decir des-hacer el error de que estamos separados del Padre. Todo conflicto, todo desasosiego proviene de una idea equivocada de estar separados del Padre. Si Expiamos ese error, recobraremos nuestro estado natural de dicha, paz y armonía. La Expiación se vale del perdón para des-hacer la ilusión de separación que tanta culpabilidad nos ha generado.
Extensión: Extender es compartir a través del Espíritu Santo. En contraposición a la proyección del ego, la extensión es compartir la visión del Espíritu Santo.
Fe La expresión de nuestra confianza. Según donde la depositemos tendremos un resultado determinado. Si la depositamos en la ilusión veremos un mundo caótico de culpabilidad, de conflicto, enfermedad, carencia, conflicto. Si la depositamos en la verdad, veremos un mundo perdonado de abundancia, paz, dicha, armonía. No es que no tengamos fe es que en ocasiones generalmente no sabemos donde la depositamos.
Hijo de Dios La Segunda persona de la Trinidad. El Cristo que es nuestro verdadero Ser.
Infierno Un lugar de culpabilidad, muerte, desolación, enfermedad, carencia, sufrimiento, sacrificio, relaciones especiales. En lugar donde según el ego se nos castigará.
Instante Santo El instante donde el lugar de ver culpabilidad vemos perdón. Un instante donde en lugar de ver ataque, vemos pedido de amor, de ayuda.
Jesús La Primera persona, el “YO” del Curso de Milagros. Nuestro hermano quien trascendió el ego antes que nosotros. En el mundo del tiempo, es diferente a nosotros ya que no tiene ego. En el mundo de la eternidad es uno más de nosotros. Integra junto a nosotros, la Filiación, la Mente del Hijo de Dios. Es el “modelo a seguir” para Un Curso de Milagros ya que además de ser quien amorosamente nos acerca la información, es el primero que ha culminado el proceso de Expiación mostrándonos el camino que nos enseña que es realmente posible.
Juicio Final El final de todas las ilusiones. La culminación del proceso de Expiación por parte del Hijo de Dios.
Libre albedrío Solo existe en el mundo de la ilusión, de las formas, donde aun entendemos que tenemos opciones y que podemos decidir. La decisión es si actuar con el ego como guía o con el Espíritu Santo. En el Cielo es innecesario ya que hay una única voluntad, no hay nada que decidir.
Maestro de Dios Todos quienes optamos por aprender y enseñar la lección del perdón. Todos somos alumnos y maestros a la vez ya que estamos en constante aprendizaje. Todo aquello que enseñamos, que mostramos al mundo lo reforzamos en nosotros mismos. Todo aquello que enseñamos, es a nosotros mismos a quien lo enseñamos. Al ser la vida diaria, la cotidianeidad nuestra gran salón de clases, a diario estamos desempeñando ambas funciones. Bastará con pensar y tener en todo momento presente la idea de: “que deseo aprender”, ya que eso es exactamente lo que debo enseñar.
Magia Cualquier cosa del mundo físico y de la materia que creemos nos aportará una solución. Todo lo externo, todo lo que vemos es reflejo de nuestro estado mental por lo tanto, es allí donde debemos trabajar, en nuestros pensamientos, el lugar donde se genera todo aquello que vemos en el plano físico. Nada existe por si solo en el plano físico sin antes no haberse generado en la mente. Por lo tanto cualquier solución, corrección a lo que vemos “fuera” debe darse y se encuentra en la mente, el origen de todas las cosas. Cualquier solución que entendamos viene del exterior, es magia.
Mente Sinónimo de Espíritu. El nivel donde se generan los pensamientos, donde se encuentra la conexión con el Padre. El nivel donde el Hijo de Dios es UNO. El nivel donde se encuentra la energía creadora.
Mente correcta La parte de nuestra mente que acepta sin interponer obstáculos ser guiada por el Espíritu Santo, que es conciente de cual es nuestra verdadera identidad, que sabe que no estamos solos nunca, menos al momento de tomar decisiones o de actuar y por ello apela a quien sabe perfectamente el recorrido del camino del amor, de regreso a casa y que nos lleva a un estado de paz, de dicha, de abundancia, de júbilo. La parte de la mente que nos alienta a dejarnos guiar, a escuchar, a no-hacer, a confiar. La mente que nos muestra un mundo de esperanza, de belleza, de unión.
Mente errada La parte de nuestra mente que escucha al ego, la mente que cree en el sueño, que cree en la división de lo eterno, que cree que todo lo sabe, que actúa por impulso, sin pedir asesoramiento, que entiende que todo depende de nosotros, que nos habla en todo momento de actuar, de acción, de hacer, de tomar decisiones. La parte de la mente que nos dice que somos “el centro del mundo”. La parte de la mente que nos habla de miedo, de carencia, de angustia, de enfermedades, de conflicto. La parte de la mente que nos muestra un mundo de desolación, de separación, de cuerpos divididos.
Mente UNA La mente de Dios, El Cristo, la Mente del Hijo de Dios, la Filiación. La mente que trasciende la mente errada y la mente recta. Se halla en el nivel del conocimiento. Trasciende toda percepción.
Miedo Sentimiento ilusorio. El “cielo” que fabricó el Hijo de Dios con todo el poder de su mente, en oposición al cielo del Amor. Se originó en el sueño como respuesta al sentimiento de separación, de destierro, de auto-exilio, como respuesta a la sensación de haber perpetuado un supuesto ataque al Padre, de haberle ofendido, de haberle “fallado”. Es el resultado de la culpabilidad que siente el Hijo de Dios por esta supuesta separación y por la cual entiende que merece un debido castigo. El sentimiento que el mundo de la ilusión ha alimentado al sostener que la crucifixión de Cristo fue el “merecido” castigo del Padre ante los pecados de sus hijos.
Milagro El cambio de percepción en nuestra mente que nos permite pasar del mundo de angustia, carencia, conflicto, ira, enfermedad, a un mundo de dicha, felicidad, armonía, abundancia, salud y paz a través del perdón y de la conducción del Espíritu Santo. Se produce cuando toda relación se convierte en una relación Santa. Es decir cuando la mente de dos hermanos se une en una misma mente, allí aparece el Espíritu Santo, allí aparece Cristo y se produce el milagro.
Muerte El abandono del cuerpo luego de que este ha culminado su función en este plano.
Mundo La materialización de la idea de separación. El hijo de Dios al percibir su mente dividida y separada del Padre, soñándose desterrado del Cielo, fabrica el mundo con el poder de su mente al servicio de dicho sueño. Allí da origen al tiempo y al espacio y a todo lo que tiene que ver con el plano de las formas y la materia, a todo lo que tiene que ver con lo perecedero. Fabrica la herramienta necesaria para ver, oler, sentir, oír, percibir, fabrica el cuerpo. Dios no crea el mundo físico, el mundo de lo perecedero un mundo de “vida” y “muerte”. Nada que no hable de eternidad, tiene que ver con lo que Dios crea. En nada de ello está la fuerza creadora de un Dios que solo crea lo eterno. A través del Curso de Milagros, transformamos este mundo en el verdadero “salón de clases” donde podemos aplicar todo el perdón necesario para expiar, corregir nuestros errores y des-hacer la culpabilidad que cargamos. De la mano del Espíritu Santo, podemos transitar por este mundo en una actitud de aprendizaje continuo y como menciona el Curso agradeciendo y bendiciendo cada situación vivida conscientes que el trascender dichas situaciones representa un avance en nuestro camino al Cielo.
Negación Negar la existencia del cuerpo, negar la sensación de culpabilidad que sentimos. No es la propuesta del Curso de Milagros.
Oración Muy distinto a lo que el mundo conoce como oración. El Curso de Milagros sostiene que la única oración válida es la del perdón considerando que ante cualquier evento que veamos como adverso lo único valido es perdonarnos y veremos como dicha situación se resuelve felizmente para el objetivo de nuestra paz. Cualquier evento adverso que convoquemos a nuestra vida, dará testimonio de nuestra supuesta culpabilidad. Perdonando dicha culpabilidad, la adversidad desaparece al hacer desaparecer su causa.
Pecado La creencia en que la separación es real con todo lo que ella significa, ataque al Padre, engaño, destierro del Hijo. La creencia en un Dios “débil” que creó como producto de su amor a su Hijo pero que no pudo evitar las consecuencias del ataque de dicho Hijo a al Padre, motivo por el que debe castigarle vehementemente y con toda su fuerza. Percepción Surge ante la idea de separación. Al separarnos de nuestra Fuente, de Dios, nos alejamos del Conocimiento. Fabricamos un cuerpo y le pusimos al servicio de dicha separación. Al no estar en el Conocimiento, debimos por nuestra cuenta, creyéndonos ser el Creador y no la creación, nombrar, definir, clasificar, etiquetar, juzgar, todo por nuestra cuenta. De esta forma surge la percepción. Un Curso de Milagros nos propone pasar de una percepción errada, donde juzgamos todo por nuestra cuenta usando el cuerpo como herramienta, a una percepción correcta donde juzgamos todo a través del Espíritu Santo.
Perdón Nuestra única función en este mundo. A través de la manifestación más elevada del Amor, el perdón des-hacemos el error de percibirnos separados. Un Curso de Milagros sostiene que dar y recibir son la misma cosa, por lo tanto todo perdón que ofrecemos, al darlo, es nosotros mismos a quien lo damos. Necesitamos para contrarrestar la supuesta culpabilidad que cargamos, este perdón. La única forma que tenemos de obtener dicho perdón es otorgándolo. Todo lo que vivimos como experiencia ha sido convocado por nuestro pensamiento por lo tanto, perdonamos a los demás por aquello que nos hicimos nosotros mismos no por lo que percibimos que ellos nos hicieron. El perdón es necesario únicamente en este plano de la ilusión. Podríamos decir que es una “ilusión sana” que contrarresta otra ilusión que es la culpa. Nada ha ocurrido en realidad más que en el sueño, por lo tanto de nada tenemos que perdonarnos. Pero mientras creamos que somos culpables, el perdón será necesario.
Principio de escasez La creencia en que estamos carentes de determinadas cosas, la creencia en necesidades. El pensar que “factores externos” nos proporcionarán satisfactores a estas supuestas necesidades insatisfechas. Esto nos lleva a buscar ídolos, a buscar como dice Un Curso de Milagros, la paz y la felicidad en parajes extraños. El pensar que algo nos falta refuerza la idea de separación al creer que los demás pueden privarme de algo.
Proyección Ley fundamental de la mente. Lo que vemos dentro lo proyectamos fuera. El mundo que vemos es el reflejo de la proyección de nuestra mente. No hay nada fuera nuestro que no sea el reflejo de la idea que tenemos a cerca de quienes somos. Dicha idea se encuentra en la mente. Allí es donde a través de percibirnos culpables o inocentes, proyectamos “fuera“, un mundo que da testimonio de dicha percepción.
Regalo Los regalos de Dios son el amor, la vida, eterna, la dicha, la abundancia, la plenitud. Los del ego son la angustia, la enfermedad, el miedo, la carencia. Los regalos del ego los debemos procurar a través de nuestro constante sacrificio y esfuerzo. Los regalos de Dios se nos otorgan a través del Espíritu Santo a través dejarle actuar y guiarnos.
Relación Santa Toda relación donde vemos al otro como lo que realmente es, mi hermano. En la Relación Santa, no vemos cuerpos, relaciones biológicas, edades, clases sociales, solo vemos hermanos, semejantes, iguales. Allí en la Relación Santa, Cristo aparece, nos unimos a la mente de nuestro hermano dando testimonio de unidad y no de separación. La Relación Santa es el ámbito de los Milagros.
Relaciones Especiales Toda relación donde percibimos niveles de amor. Es imposible que el amor entienda de niveles. Hay amor o no lo hay, pero no puede haber amor con unos y no con otros, o más amor y menos amor. La relación especial entiende que el amor es privativo, exclusivo, selectivo. El amor es absoluto, ilimitado y se da imparcialmente. En la relación especial lejos de extender amor, se priva de él, se cree en la escasez y se trae el miedo y los celos a la relación. La relación especial refuerza la idea de separación no la de unión. Hay dos tipos: Las relaciones especiales de odio y las relaciones especiales de amor. En las relaciones especiales de odio se proyecta toda la culpa y se perpetúa un ataque a dicha culpabilidad. En las relaciones especiales de amor, creemos en la carencia donde personas especiales, llenarán necesidades especiales, con atributos especiales que otros no tienen.
Resurrección El despertar del sueño de muerte del ego. El cambio de mente que nos permite identificarnos con nuestro verdadero Ser.
Revelación Un instante de comunicación plena con Dios. No es el objetivo de Un Curso de Milagros.
Sacrificio La creencia central del sistema de pensamiento del ego. El ego nos enseña que todo debe costar, todo se logra con “sudor y lágrimas”. Nada más lejos de la realidad. Nada que tenga que ver con nuestro verdadero Ser requiere esfuerzo ni sacrificio alguno. Dios no desea que su hijo viva en estado de plenitud y felicidad a costa de ningún sacrificio o sufrimiento. Dios no conoce nada de esto. La idea de sacrificio, es invención del Hijo durante el sueño. La voluntad del Padre es felicidad absoluta y duradera sin sacrificios. Por recibir lo que Dios desea para nosotros no debemos pagar ningún precio.
Salvación La Expiación, el des-hacer nuestros errores. De lo único que debemos ser “salvados” es de nuestra creencia de ser culpables y es lo logramos a través del perdón.
Sanación La corrección en la mente de la creencia de estar separados de Dios. La enfermedad es una decisión que tomamos se da en la mente por lo tanto la sanación también se encuentra allí.
Separación La creencia en el pecado de que hemos atacado a Dios, de que le hemos fallado y le hemos traicionado. La creencia de que se nos ha exiliado y desterrado del cielo. La creencia de que somos un cuerpo deambulando en busca de una experiencia espiritual y no un espíritu unido eternamente a su Fuente en busca de una experiencia física.
Ser Nuestra verdadera identidad, unida eternamente a la Fuente que como producto de su inconmensurable amor le dio origen.
Sueño El estado en el cual el Hijo de Dios se percibe separado de su Padre. El nivel donde se fabricó el cuerpo, donde se dio origen a la percepción. Donde se percibe como posible que lo eterno, lo invulnerable pueda cambiar. El nivel donde el Hijo de Dios cree ser el Padre y no el Hijo, donde causa y efecto se invierten.
Tener / Ser El estado de plenitud donde al saber quienes somos, reconocemos que lo tenemos todo.
Tiempo Elemento del mundo de la ilusión fabricado en contraposición con la eternidad. Del tiempo hace uso el ego para perpetuar el pasado. Apela al pasado en todo momento para asegurarnos que el futuro será tan dramático como el pasado, salteándose el presente. El Espíritu Santo si se lo permitimos, como todo lo fabricado por el Hijo de Dios, hará uso del tiempo a favor de Dios y de la felicidad de su Hijo. Al des-hacer el error mediante el perdón se produce el milagro que es un verdadero colapso del tiempo, el tiempo parece paralizarse, todo es posible y damos paso al plano de todas las posibilidades, la eternidad.
Trinidad Dios el Padre, su Hijo Cristo, nuestra verdadera esencia, el verdadero Ser, y el Espíritu Santo, el nexo entre Padre e Hijo, el re-interprete, el vínculo eterno e indisoluble